Freddy García

Espetros para la inspiración

Eramis Cruz

Hace unos años la editorial Epalibros publicó su fundación en el periódico dominicano Listín Diario, como resultado nuevos escritores nos contactaron interesados en publicar sus obras inéditas. Entre todos ellos conocimos a Freddy García. Desde un principio Freddy logró impresionarnos, tenía unos textos diseminados en diferentes medios digitales. Pero más que un libro a editar, Freddy tenía un sueño. No estaba interesado en hacerse un famoso escritor ni en ufanarse con ello ante los demás, su empeño consistía en el mensaje que quería comunicar. Insistía en que el precio de venta de su obra no era para él lo más importante.

Descubrimos en Freddy a un hombre entusiasta, a un apasionado con las letras, a alguien que había decido hacer una publicación a una edad próxima al retiro y con un estado de salud que carcomía su esperanza de vida. Ha sido tan estrecha nuestra relación con Freddy que nos hizo olvidar nuestro contrato para verlo como a un familiar. Nos convertimos en su mentor. Para sorpresa de todos, paulatinamente Freddy fue volviendo a la normalidad de la vida. Eventualmente llegó la hora del retiro, por muchos años trabajó el turno de la noche, en la Ciudad de Nueva York, aún cuando su salud no era óptima. Para corresponderle en superlativo su libro resultó una obra excelente en diseño y contenido.

La Fonda, “Trujillo: Perfil sicológico de su dictadura”, pone en alto relieve lo que fue esa dictadura y las consecuencias para el país, su influencia sobre los sucesivos gobiernos, especialmente el de Joaquin Balaguer, ademas, destaca los factores sicológicos en la mentalidad de los dominicanos en el presente de las últimas décadas como referente al panorama general que vive la nación. En la obra Freddy García no pasa por alto los aspectos internacionales determinantes en la historia política y económica del país y de manera muy particular la llamada Guerra Fría. La razón por la que el libro se titula la Fonda esta contenida en la obra que está disponible en amazon.com.

Freddy se las arregla para terminar con una entrega que no se aferra al personaje de Trujillo ni al de Balaguer. No limita su temática a una narrativa aburrida sino que también envuelve sus vivencias de migrante. En esa tonalidad presenta varias historias reales, de aquí y de allá, entre ellas una que ėl mismo tituló “El chinero de Saint Nicholas” y que fue la chispa que encendió su inquietante deseo de escribir lo que el pensó sería su último libro al reflejarse bordeando sus últimos respiros, como le sucedió a su propio y único hijo cuando estuvo en una lista de espera por un órgano vital, otro espectro inspirador.

Lo que nos ha resultado sorprendente es que este neófito escritor se sobrepusiera a su timidez para exponerse a una puesta en circulación de su obra de 336 páginas y el mismo hiciera las requeridas gestiones para viajar a la República Dominicana a la XIX Feria del Libro Dominicano 2016, después de 17 años fuera del terruño quisqueyano. Él mismo nos contó en su página social su experiencia en una candente presentación en la que participó un grupo de jóvenes y adultos interesados en esa etapa de la historia dominicana. 
No se trata de un dominicano que escribe por experiencia de complicidad de funcionarios que tienen intereses encontrados. Freddy García, como muchos jóvenes de la época, resultó víctima de los años de la dictadura ilustrada y que al final terminó en tierra extraña para explorar nuevos horizontes.

Pero la vida le ha brindado a Freddy la oportunidad para renovar su estado de ánimo y muy pronto publicará su segunda obra literaria. Ojalá que esa manera de seguir adelante de Freddy García, con el apoyo de su familia, sea ejemplo edificante para muchos potenciales escritores de obras inéditas para que las den a conocer al mundo.

(Las gráficas son de Freddy García)

==========================================================================