¿Un reflejo de la debilidad?
Eramis Cruz
¿Por qué con frecuencia somos tan ingenuos? Porque a pesar de los valores que pretendemos sustentar los intereses y las necesidades personales se imponen. Pero la pregunta intenta escarbar en busca de la razón por la que determinadas personas suelen pasar por alto su lenguaje corporal o la manifestación de una conducta reincidente creyendo que lo demás no se darán cuanta. Otras pueden creer que la gente tomaran lo que aparentan como una realidad creyendo que una mentira repetida muchas veces se convierte en una verdad.
Al abordar el tema de feedback en este contexto me refiero a aquellas personas que están conscientes del papel de líder o promotores sociales que ejercen, mas prefieren ignorar el trabajo de otras personas contradiciendo la imagen que venden políticamente a sus comunidades. No podemos echar de lado que los humanos no somos perfecto, no es extraño que nos afecte la envidia, el ego personal o el temor de ser superados o sustituidos cuando coincidimos o discernimos intereses encontrados aún con quienes no conocemos.
Arribando a lo concreto, hay una frase muy popular ahora, aunque en uso desde los tiempos aristotélicos, feedback. Esta expresión se traduce en español como realimentación o retroalimentación que tiene como propósito conocer la reacción o repuesta a una acción, proceso o sistema. Feedback tiene como meta conocer mejor los resultados de una tarea, un plan o una acción con el objetivo de optimizar el resultado. En el caso de la comunicación, que es tan efectiva en el presente, se trata de hacer llegar un mensaje el receptor con el fin de confirmar que fue recibido o de lo contrario hay que reenviarlo o mejorar el método.
Como puede contactarse en las páginas sociales y en los periódicos, pocas personas ofrecen feedback a los autores o fuentes originales, o sea no les dejan saber su reacción sobre algo que se escribe, se opina o informa. No importa si los artículos, trabajos literarios o procesos hayan sido buenos, o gusten o no a quien se sirve de ellos. Esta actitud de ignorar la producción del otro no es justa, tomando en cuando que el actuante ha dedicado su tiempo y sus recursos para producir algo que el mundo pueda usar o beneficiarse en el área del saber o las habilidades.
Esto aplica también a todos los demás: consumidores, artistas, productores, pintores, escultores, arquitectos, bailarines, músicos, políticos, médicos y empresarios, entre otros, que saben que deben seguir adelante siempre.
Feedback, no es una obligación ni es un deber. Es la manera más fácil para contribuir con los demás en la medida en que les dejamos saber, sinceramente y de modo constructivo, qué bien o no está su trabajo y cómo podrían mejorarlo. Es importante el feedback aún cuando el trajín de la vida sea acelerado y el tiempo caro. Reconozco que no todo el mundo puede responder utilizando el mismo método o vía de comunicación, pero es cierto que cuando se quiere se puede, especialmente si podemos hacer tanto con un mínimo esfuerzo.
Hay muchas personas en el mundo de los escritores, y de la comunicación que no ofrecen feedback porque saben que “saber es poder” o como un reflejo de la debilidad interior, se niegan o ofrecer la oportunidad otros para crecer y mejorar. En el caso de los escritores literarios, son muy pocos los que se motivan a dar reconocimientos a quienes ofrecen algún tipo de trabajo en los medios, como se puede ver en las páginas sociales.
Tómese en cuenta que el feedback no tiene que ser positivo, también puede ser negativo, naturalmente, pero si es indispensable que la observación sea íntegra y bien intencionada, de lo contrario es mejor no hacerla.
Ahora sabemos la razón por la cual muchos productores quieren saber la opinión del consumidor con respecto a sus productos y servicios, ésta les permite mejorar no solo el producto o servicio, sino también el método y las relaciones de las personas y los elementos envueltos en el proceso. Feedback es la mejor manera de opinar para motivar y contribuir con una sociedad mejor, además deja una sensación de satisfacción personal.
