Eramis Cruz
La historia no ha terminado, la historia nunca
termina, porque es simplemente el antecedente del futuro. He aquí un hombre ilustre, que viene a
complementar el escaso número de grandes luchadores de este planeta en el que
habitamos los hombres que tenemos la responsabilidad de hacerlo mejor para el género
humano y animal.
A esta parte del planeta, ocupado por los Estados Unidos de América,
llegaron hombres blancos en un tiempo cuando sólo habitaban unos quienes
llamaron indios, luego trajeron negros del continente del sol, como esclavos
que usaban y vendían como cosas poseídas,
de esos negros surgieron hombres que soñaron con la existencia de un
Estados Unidos libre de discriminación racial, donde los hombres y las mujeres
no sufrieran la consecuencia del odio y la explotación por el simple echo de
ser negros, hispanos, o asiáticos.
Cuando analizamos la vida de un hombre que nunca tuvo miedo a la controversia
y que fue capaz de sacrificarlo todo para sostener sus convicciones, entonces
nos damos cuenta cuan profundas han estado enclavadas las raíces raciales de
este país. Pero sobre todo, como se han
resistido a los embates de la lucha de las ideas los defensores tradicionales
de la sociedad basada en el predominio económico y político de aquellos que
monopolizan los medios.
William Edgard Burghardt
DuBois, es un referente a un hombre que se entregó por la causa de la igualdad
de los hombres en esta nación, ese es un
legado que ha sido reconocido inclusive por aquellos que de algún modo no
compartieron los últimos giros que tomó su vida a favor de las ideas del
socialismo.
En la presente circunstancia de la realidad que
viven los afro-americanos, conjuntamente con las otras minorías, en el ámbito económico,
de salud, vivienda, seguridad de empleo y justicia social, las ideas de este
hombre siguen vigentes, y deben constituirse en razones para reactivar las
acciones y las reacciones contra la sociedad de consumo y de la explotación de
la fuerza de trabajo. W. E. B. DuBois ocupó
una posición en la historia de las luchas civiles de este país, y por la reivindicación
de la dignidad humana en otros países, que a la vez es extremadamente distante
de las posiciones que han ocupado el General Colin Powell, la ex secretaria de Defensa Condoleeza Rice y el Juez de la Corte Suprema Clarence Thomas
entre otros que sirven a la ala conservadora de la nación. En términos más claros, se prestan al juego
contra su propia gente bajo los indicadores de un discurso ya expuesto por
Booker T. Washington.
William Edgard Burghardt DuBois nació el 23 de febrero de 1868 en Great
Barrington, Massachussets, y murió el 27 de agosto de 1963 en Accra, capital de
Ghana. DuBois se hizo miembro del
partido comunista en el 1961 y ciudadano de Ghana, luego de renunciar a la
ciudadanía norteamericana.
Este académico es bien conocido como un escritor afro-americano, catedrático y
sociólogo, fundador de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP, por
sus siglas en inglés) en 1909. Fue el
editor de la revista “The Crisis” que era un órgano dedicado a los
aspectos de interés para la gente de color. Es el más destacado opositor negro estadounidense
durante la primera parte del siglo veinte. En 1952 recibió el premio del Consejo Mundial de la Paz y el premio soviético por la Paz Lenin en el 1959. Ha de suponerse que estas influencias de
DuBois en los medios diplomáticos y terrenos internacionales debió de ser de
mucha molestia para la oligarquía estadounidense, porque el nombre de DuBois
llegó a ser sinónimo de las denuncias y protestas contra la segregación de los
negros en una nación supuesta a ser ejemplo de la democracia para el mundo,
pero segada por la supremacía blanca y las aspiraciones imperialistas.
DuBois se gradúo en Fisk University, una institución académica de artes
liberales, establecida para los negros en Nashville, Tennessee, en 1888. Poseyó un ph.D. de la Universidad de Harvard
en 1895, siendo el primer afro-americano en obtener ese título de ese
prestigioso centro académico. Su disertación con motivo de su doctorado fue
publicada en 1896, titulada “La supresión del comercio de esclavos africanos en
los Estados Unidos de América, 1638-1870”. Cabe señalar que DuBois obtuvo una maestría en historia avanzada, tenía
amplias habilidades en materia de ciencias sociales, y condujo amplias
investigaciones sobre las condiciones de los negros mientras era profesor de la Universidad de
Georgia, es su merito que “The Philadelphia Negro”, 1899, fuera el primer caso
de estudio de la comunidad negra en los Estados Unidos.
Para ese entonces Booker T. Washington era el
negro de mayor influencia en América para los años posteriores a 1915, un gran
educador para finales del siglo 19 y principio del siglo 20, pero estaba
destinado a ser superado en los aspectos fundamentales de su filosofía por
aquellos líderes más radicales de la estatura de W. E. B DuBois, quien demostró
con la teoría y la práctica que para los negros alcanzar un estatuto libertario
era necesario escalar estrategias y tácticas más radicales aun fuera al costo
de conflictos sociales y políticos frente a la tolerancia y la
reconciliación. Booker pensaba que era más
exitoso un trabajo desde el centro del poder, tenía fe en el alcance de la
educación como medio de superación, y desde esa posición controlaba recursos de
importancia destinados para esos fines.
El hombre tiene sus meritos históricos y temple de carácter demostrado
desde su juventud. Nacido esclavo en una
hacienda de Virginia trabajó en las minas, pero estuvo decidido a subir la
escalera académica para alcanzar la prominencia, el viajaba gran distancia para
llegar a Hampton “Instittute”.
Al principio DuBois también compartía la creencia de que las ciencias
sociales eran suficientes para ofrecer las soluciones a los problemas raciales,
pero gradualmente se convenció de que debido a la violencia extrema, el racismo
imperante, las injusticias y el prejuicio racial, era necesario optar por
medidas de protesta y agitación.
Debido a esas convicciones DuBois entra en desacuerdo con este líder de
mucho prestigio y contemporáneo suyo, Booker T. Washington, que predicaba y sostenía
una filosofía de acomodamiento y que en cierta medida proponía que los negros
aceptaran sus condiciones de discriminación mientras elevaran sus condiciones
económicas y ascendieran hacia posiciones que les permitieran ganar el respecto
de los opresores.
En el año 1903 en su famoso libro “Las Almas de la gente Negra” (The Souls of the Black Folk), DuBois expone que la estrategia de
Booker T. Washington, no terminaría con la liberación de los negros de la
opresión, sino que la perpetuaría solamente.
Precisamente, DuBois con la oposición a la táctica pasiva de Booker dividió
en dos alas a los dirigentes negros cuando muchas etapas faltaban por
encumbrarse hasta llegar a las contundentes protestas por los derechos civiles
de los negros en los Estados Unidos y la aparición de figuras políticas de las
cualidades de Martín Luther King Jr. y Malcolm X. Dos alas en vez de una
hicieron posible un vuelo más acelerado hacia metas más objetivas.
Lo que hace prominentes a los grandes líderes es esa simbiosis que
entrelaza su creencia con la puesta en práctica de ejecutorias capaces de
provocar la acción efectiva de la gente en busca de solucionar los problemas
que afectan tanto a ella como a sus descendientes. En 1905 DuBois toma el liderazgo en la fundación
del Niagara Movement (Movimiento Niagara) que tenía como principal moción desenmascarar la
plataforma de Booker T. Washington. Este
reducido movimiento dirigido por DuBois fue de importancia vital en las
definiciones y concretizaciones por la influencias ejercida dentro de la Asociación Nacional
para el Avance de la Gente
de Color (NAACP).
W. E. B. DuBois enfatizó en dos elementos que todavía hoy son parte de un
componente crítico en término de la razón fundamental sostenida por la
constitución de los Estados Unidos consistente en garantizar el bienestar
general de la población. Por un lado ser
un americano y por el otro un negro, dos elementos que según DuBois eran dos
conceptos irreconciliables en medio de la segregación, dos ideas preocupantes
residentes en un mismo cuerpo negro.
Emerge ese concepto al sueño de que fuera posible para el hombre ser
americano y negro sin que las puertas de las oportunidades se cerraran en su
cara.
DuBois fue fundamental en la preparación de la primera conferencia del Pan-African en Londres en el 1900, y el
diseñador de cuatro congresos del Pan-African que se desarrollaron entre 1919 y
1927. El Pan-Africanismo perseguía el
objetivo común de los descendientes africanos en la lucha por su libertad en el
mundo.
Su trabajo durante un extenso periodo en la Universidad de Atlanta
contribuyó con su regreso a la
NAACP para el 1944, pero también fue mantenido en la mira de
muchos por su tendencia y sus enunciados que cada vez lo acercaban más a la
izquierda política. Luego de ser confirmada su identificación a
favor la causa rusa, el fue acusado de ser un agente no registrado de una
potencia extranjera en 1951, para ese entonces tenía la edad de 83 años. A
pesar del reverso que se le dio a ese proceso por un juez federal, DuBois se sintió
decepcionado de los Estados Unidos y en 1961, a la edad de 93 años, se unió al partido
comunista y se mudó a Ghana, renunció a la ciudadanía de su país.
El entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, visitó Ghana (Oeste
de África) el 23 de marzo de 1998 y reconoció el legado de DuBois y mencionó que
éste se hiciera ciudadano de este territorio para el final de sus días. DuBois
fue bienvenido por el presidente Kwame Nkrumah, que también era su amigos El presidente Clinton citó a DuBois cuando
dijo que “el habito de la democracia debería ínter circular la tierra”. Una expresión que expone el carácter universal
de las convicciones de W. E. B. DuBois.
El paso del tiempo, a pesar de las tormentas, demuestra que la verdad perdurará
por encima de quienes pretendan dilatar las luces para mantener la humanidad a
oscuras pretendiendo cortar las alas de las ideas iluminarias de los hombres con
conciencia histórica.