Eramis Cruz
Mucha gente quiere
vivir la vida, aun sea la vida loca. Reír y ser feliz, las familias quieren
cumplir con su metas de ofrecer a los suyos lo que por derecho les corresponde.
Pero esas metas de repente se ven obstruidas, hay quienes tienen lo necesario
para vivir pero son víctimas del temor que inyecta la inseguridad ciudadana. ¿Y
este gobierno que le importa?, es que este gobierno no tiene madre, como
tampoco la tuvo el gobierno anterior. Lo que hace falta es entender que el
sistema democrático solamente funciona con ciudadanos que asuman su
responsabilidad. Cuando la mayoría esta apoderada es imposible que la minoría le
doblegue.
No importa cuál sea el
cuento, la moraleja es la misma, son los intereses los que importan. Este
sistema en el ámbito social, económico y político no ha cambiado radicalmente,
y los cambios superficiales han sido más bien una necesidad de los opresores. Por
ejemplo ceder la liberta que permita el contrabando. La humanidad ha pagado un
alto precio para mantener la liberta y el derecho, pero los dueños del mundo les
han hecho el juego a los pueblos. Dos guerras mundiales con millones de
muertos, otros conflictos entre naciones y guerras civiles. El opresor no
quiere que le quiten el poder económico, para eso empuñan el poder político. ¿Qué
poder tiene el pueblo dominicano al menos que esté dispuesto a pedir cuenta a
los políticos y no votar por ellos al menos que sus acciones los hagan
merecedores del puesto?
Los poderosos tienen
nombres y apellidos en todos los países. Para poner solo tres ejemplos: en
Nueva York la familia Rockefeller, en
Inglaterra la familia Rothschild, en México la familia Slim, y en República
Dominicana la familia Vicini. Los poderosos que dominan el mundo son una minoría
en todas partes, pero en todos los países cuidan de tener el control del
Estado. El Estado representa para ellos su mejor inversión, porque sin la garantía
de este nos es posible hacer fortuna ni hacer trampas.
Lo primero que debemos
comprender es que los grandes millonarios viven detrás de la cortina, haciendo
creer que han trabajado honestamente para hacer fortuna o que su fortuna es una
herencia de su linaje. Así no importa qué tipo de gobierno este en el poder
siempre y cuando le garantice el control de su inversiones nacionales e
internacionales. Durante la dictadura de
Rafael Leónidas Trujillo Molina, fueron muchos los que bajo su sombra se
hicieron millonarios y han continuado siendo millonarios durante los gobiernos subsiguientes.
El Estado ha sido y sigue siendo un nido de ladrones.
Pero los poderosos no
se hacen solo, aparte del control del gobierno cuentan con instituciones que le
garantizan la materia prima que necesitan para prosperar. Necesitan de
ciudadanos ignorantes que ofrezcan su mano de obra barata y que trabajan sin exigir condiciones de trabajo y
de vida digna.
Necesitan de las
iglesias que son las que convierten en miopes a la ciudadanía rebajando al ser
humano al pecado y perdido en medio de la bruma de un infierno que le sigue
toda la vida. Ellos predican a un Dios inmisericorde que tiene un infierno
listo para condenar a los desobedientes, a los que se revelan y se apegan a la
verdad. Un invento del poder para sugestionar a los tontos. Por eso pasan los
siglos y el Dios que ellos se inventan nunca llega ni hace nada por sus favoritos
que son los pobres de su rebaño.
Dios nos ayuda a
entender el concepto de la creación y el concepto de la eternidad porque Dios
es eterno y lo que él ha creado ha de ser perdurable. De esta manera todo
parece hecho a la perfección. Tanto es de esa manera que hay gente que no cree
en Dios pero dicen que si creen en la naturaleza. Por eso hablar de ideología pasó
de moda, el modelo económico en proceso de hacerse eterno, impone que el hombre
de hoy solo necesita de la información que se le proporciona en los medios.
Pero si el ser humano
piensa o entra palabras analiza, puede darse cuenta que se le trata como un
objeto, que es una cosa en un medio de consumo en el que no tiene control de su
fuerza de trabajo. Por eso vemos que mientras se aumenta el salario por un
lado, la inflación monetaria supera es aumento, de manera que lo que el ingreso
que entra por un lado se le escapa por el otro.
No importa si el
ciudadano es una persona educada o no, ser educado bajo el imperio del dominio
y la opresión es ser domesticado para obedecer a principios y reglas que
ocultan la verdad para obedecer a una superestructura que tiene como fin
garantizar el éxito económico de una minoría criminal. El fracaso del comunismo
no le da la razón al capitalismo, como muchos creen. Por el contrario, estos
procesos están previstos bajo la ciencia del materialismo dialectico.
Los milagros no
existen, aunque si es posible la ingenuidad y la alucinación. El Papa, aparte
de su investidura como jefe de estado y el poder le confiere su posición es un hombre
como cualquier otro, como la fue Jesucristo, Buda y Mahoma. Lo único que supera
e iguala al hombre es la naturaleza. De ella somos parte y la naturaleza
obedece a principios, reglas y fenómenos que nos son conocidos, no conocemos o
podemos conocer. Esa relación hombre/naturaleza es coherente y no tiene nada de
dogmatica ni domestica.
Tu creencia en Dios no
tiene nada en contradicción con lo que decimos, pero no en el Dios impuesto por
los conspiradores contra los pueblos. Nadie puede negar que amar es bueno, y
Dios dice “amaos los unos a los otros”. Sabemos que Dios lo dice ¿pero donde están
los que la practican? Quien cree para bien y es fiel a lo justo nada tiene que
temer, pero de nada vale decirlo si luego en la práctica se vive en un mundo
que nos educa para competir para sobrevivir en un lugar donde se hace realidad
que “el que nada tiene nada vale”.
Todo esto puede
cambiar, porque es resultado de los hombres, y si los hombres cambian también
cambiara lo que controlan y la circunstancia. Para cambiar debemos cuestionar,
tomar una actitud frente a las injusticias que vive en medio de tantos
cristianos que creen en la vida eterna, pero se someten a la opresión de los
malvados de la vida temporal.