Eramis Cruz
Los únicos que están manipulando con
objetivos claros la temática de la inmigración Haitiana en el país son los
dirigentes de PLD, para eso están utilizando el poder del Estado y sus
organismos de los cuales se han adueñado. Es una estructura creada con
intensiones siniestras por Leonel Fernández y la Universidad Católica Madre y
Maestra y sus cómplices, una banda de ministros y funcionarios gubernamentales
que se hacen millonarios y se ven obligados a aplicar tácticas que les ayude a
mantener disponible la gallina de los huevos de oro.
Nunca antes el país había contado
con tantos patriotas como ahora, no importa el nivel social a que pertenezcan,
ni en qué sector vivan, ellos salen por todos lados. La mayoría de dominicanos
que opinan sobre el problema migratorio haitiano solo dejan sobre el tapete la
ignorancia, el producto de un pueblo que vivido durante los últimos 50 años
sometido a la manipulación y al engaño. Nadie les va a creer, el problema peor
del país no es la inmigración haitiana, el problema peor del país son los
mismos dominicanos.
público que están dispuestos a hacer el ridículo frente el mundo internacional haciendo acusaciones infundadas y tergiversando declaraciones públicas internacionales, siempre que interpreten que la opinión ajena no les conviene a su macabro planes de manipulación de lo anti haitiano dominicano.
Al contrario, la inmigración haitiana
ha contribuido con la economía del país, y si no hubiese sido así, el flujo de
haitianos no hubiese llegado a estos niveles. “Es la economía, estúpidos”.
Nadie le dijo al gobierno dominicano que estaba obligado a recibir a los
haitianos por encima del número que el país puede adsorber. Pero los gobiernos
corruptos logran que la gente los acepte como buenos validos utilizando artimañas
y trucos, cosa que se le facilita cuando la prensa amarilla se presta al juego.
¿Por qué los dominicanos rechazan
los empleos en el área de la construcción, que hay de malo un trabajo en el sector
agrícola? Entonces entendemos que esa es una mano de obra para haitianos. Porque
se trata de trabajo duro, en condiciones desfavorables y con salarios bajos. Aquí
no se puede generalizar, el problema de la migración de la mano de obra
haitiano tiene muchos factores y es demasiado ingenuo llegar a conclusiones a
priori.
Dejémonos de estar hablando bravosidades,
el gobierno si puede regularizar y controlar la migración extranjera, pero es
necesario actuar con un concepto de seriedad. Todo el mundo sabe que la
Sentencia del Tribunal Constitucional fue un instrumento con propósito político
con mira a las elecciones del 2016, especialmente para hacer posible la continuación
en el poder del gobierno del PLD. Ahí está el pueblo distraído echando maldiciones
contra Haití, algunos hasta alaban a Trujillo y su dictadura.
Ese patriotismo, ese nacionalismo que
muchos vociferan contra los haitianos es solamente “buche y pluma no más”. Todo
el mundo sabe que el país está siendo vendido al mejor postor por medio del
endeudamiento, que se toman prestamos que luego no se sabe a dónde van parar, y
a quien le importa. Todo el mundo sabe que tanto el gobierno de Danilo Medina
como el de Leonel Fernández son un nido de corruptos y que las altas cortes están
constituida por miembros del mismo partido PLD y que su misión es garantizar la
impunidad de los corruptos, incluyendo al mismo Leonel Fernández y fundación Funglode
que no pueden explicar al país la precedencia de sus millonarios fundos.
El mejor ejemplo es Feliz Bautista, un charlatán
que se ríe en la cara de todo el mundo. Luego tenemos el problema de la
criminalidad que impone un estado de inseguridad ciudadana, los atracos, robos
a mano armada, los sicarios que asesinan a quien sea. Llegó al país el
traficante dominicano más grande de la actualidad, Quirino Ernesto Paulino
Castillo, a vivir libremente y nadie dice nada. ¿Qué significa para muchos
dominicanos defender la soberanía? ¿Cuál es el concepto de patriotismo? ¿Qué se
entiende por nacionalismo? Porque no se hace una encuesta en las calles a ver
que dice la gente y como relacionas los elementos de esas definiciones.
No importan los errores del pasado,
todos los pueblos tienen su historia, pero también tienen su presente que le
llama a ser realistas y actuar con cordura o sensatez. Haití no va a
desaparecer, ni debe suceder, y Republica Dominicana debe ver a ese vecino país,
como un país hermano que necesita de una interacción comercial conveniente para
ambos lados. Alimentando el odio, la xenofobia y la desarmonía no es al camino
a seguir. En realidad es una vergüenza y un descredito la manera como el PLD y su gobierno ha
manejado este asunto, pero peor aun saber que no les importa que la historia los
juzgará como los que son: manipuladores de la sicología popular.