jueves, 11 de marzo de 2010

¡Qué ironía! El Estado secuestra al general Juan Pablo Duarte


Eramis Cruz

Los niños dominicanos creían que Juan Pablo Duarte era un santo de la iglesia Católica, Apostólica y Romana. Inclusive, muchos adultos estuvieron confundidos por mucho tiempo y hasta le pedían milagros y le clamaban con oraciones cada vez que el pueblo se movilizaba con huelgas y protestas. Pero cambiaron de idea y salieron del error después que el General fue secuestrado, luego de sufrir la deportación y el exilio, a pesar de su sacrificio y el de su familia para que la patria fuera libre.
En un día de su natalicio se produjo el secuestro del fundador de la República Dominicana, general Juan Pablo Duarte y Diez, nacido el 26 de enero de 1813. El secuestro, lento y cauteloso, del padre de la patria de la media isla, fue protagonizado por el gobierno dominicano. Las razones del secuestro se extienden más allá de las ideas del hombre que siempre soñó establecer una nación libre de toda potencia extrajera. El pueblo dominicano permanece en un estado atónico, pasmado frente al secuestro de quien desde el principio de la fundación de esa república fue símbolo de independencia y libertad.

El general Juan Pablo Duarte hacía años que venía silente, y muchos dominicanos conscientes se preguntaban qué había sucedido al padre de la patria. La preocupación llegó a más gente luego que el oficialismo dominicano anunciara la promulgación de una nueva Constitución de la república, olvidando el proyecto de constitución de Juan Pablo Duarte. Algunos líderes políticos y altos miembros del clero hacía un tiempo que sospechaban que el secuestro de parte del gobierno y sus secuaces se venía fraguando.
Se ha reforzado la vigilancia de parte de las autoridades dominicanas luego que el general Duarte hiciera una protesta enérgica desde el punto clandestino donde se le mantiene. La protesta no fue publicada por los principales medios de comunicación, solamente se conoció en un periódico digital llamado Acento.

El General fue enfático en contra de la Sentencia TC168-13 del Tribunal Constitucional que declara apátridas a todos los dominicanos descendientes de haitianos desde el año 1929. El general Duarte escribió entonces que si la sentencia se aplicara a todos los dominicanos sin descartar a los blancos y mestizos, la ciudadanía quedaría reducida cinco millones de habitantes. Una actitud parecida mostró el general Duarte cuanto fue aprobada la Constitución del 2010 que no consideró las primicias de la Constitución Duartiana ni la del gobierno de profesor Juan Bosch de 1963.
A pesar de la seriedad de la situación del General Duarte ni el ex presidente Leonel Fernández ni el presidente Danilo Medina han tenido reacción alguna. Dejaron como vocero oficial al Cardenal que dijo que no hay dinero para un rescate de Duarte y que además los padres de Duarte tampoco tenían papeles legales cuando llegaron al país. Aquí mandamos nosotros –dijo en la puerta de la catedral primada.
En la Ciudad de Nueva York el secuestro salió a relucir ya que solamente representantes consulares y funcionarios electos tuvieron la voz cantante para presentar la figura del patriota dominicano como un símbolo de su gobierno dirigido por un líder del desarrollo sostenido, esto se ha repetido durante los gobiernos de los doctores Rafael Trujillo, Joaquín Balaguer, Leonel Fernández y Danilo Medina.

Cada año se viene notando que Juan Pablo Duarte ha sido un prisionero del oficialismo no sólo en la Republica Dominicana sino también en el exterior. Al igual que en Nueva York, en Providencia, Rhode Island, también se presentan  al pie de la Busto del patricio ofrendas florales y se dicen discursos favoreciendo al gobierno y para confirmar esto siempre son los oficiales electos los que dicen los discursos principales. Durante esas ceremonias raras veces se hacen alusiones a otras figuras patrióticas como los que murieron durante y después de la invasión norteamericana de 1965.
Los dominicanos residentes en los Estados Unidos, España y otros países eligieron siete diputados denominados de ultramar para que desde el congreso dominicano lograran facilitar la liberación del general Duarte a la vez que defendieran los intereses del país, pero por el contrario, estos se han quedado silentes, y nadie sabe que pasó con ellos, solo se sabe que cobran sus sueldos. El escritor José C. Novas denunció a estos oportunistas y expuso que: “iniciando por el salario de 175,474.00 pesos, a lo que hay que sumar 35,000 para gastos de representación, 45,000 en dietas, 50,000 en viáticos (viajes), 3,500 en teléfono móvil y 22,000 para combustible; lo de las exoneraciones son hojas para otra bandeja de ensalada. Sumada las cifras antes mencionadas totalizan la friolera de 330,974.00 pesos mensuales, por cada uno”−expuso el historiador.

Mientras el general Duarte permanece secuestrado, luego de que miembros de su familia fueran deportados y sufrieran vejámenes inimaginables, los diputados, senadores y ministros de gobierno de unos partidos que se hacen llamar democráticos, demagógicamente gozan de un estilo de vida impropio para quienes se denominan dominicanos y conocedores del pensamiento duartiano.
También en los Estados Unidos se han erigido estatuas y bustos al patricio, se han nombrado calles e instituciones escolares. Todo esto está enmarcado dentro de un esfuerzo para que el general Duarte y Diez no sea olvidado y que su pensamiento y sus aspiraciones a una patria libre y soberana no desfallezca; para que nunca más el país vuelva a ser anexionada a potencia extrajera, como sucedió cuando el país fue devuelto a España bajo la administración del dictador Pedro Santana y Familias el 18 de Marzo del año 1861. Pero también para que el país no vuelva a ser ocupado por  las fuerzas armadas de los Estados Unidos, como sucedió bajo falsos argumentos a causa de la Revolución de Abril.

Por otro lado, es inconcebible que a pesar de que son los de los gobiernos quienes dicen en actos y ceremonias amar al general Juan Pablo Duarte, los institutos duartianos carecen de fondos y programas eficientes ya que no se les proporciona recursos para dar a conocer el pensamiento de este gran patriota.
El pensamiento duartiano no se ha aplicado en la República Dominicana debido a que los secuestradores se han empeñado en presentar al general Duarte como santificado “Cristo de la libertad”, clásico, dócil, y sin la energía suficiente ni signo de vida poderosa para ser capaz de autogenerarse para los nuevos tiempos.
El gran temor de la clase dominante en la República Dominicana es que los dominicanos retomen la figura de Juan Pablo Duarte y se la arrebaten al gobierno y el pensamiento hispánico, para darle su color original y auténtico. Juan Pablo Duarte declaró hace poco que él no está secuestrado sino su pensamiento. Me quieren convertir en un Cristo para despersonificarme –dijo.
El rescate a pagar por Juan Pablo Duarte está estrechamente vinculado a la toma de conciencia del pueblo dominicano. Esta toma de conciencia hoy se nota empañada por los efectos del neoliberalismo, el concepto de globalización bajo el cual los grandes capitales de los consorcios internacionales se consolidan para expandir su control de gobiernos flácidos como el de la República Dominicana, dirigido por un partido y una administración pública que tolera la corrupción y el narcotráfico.
Juan Pablo Duarte espera con desespero que sus hermanos dominicanos se acojan a su pensamiento y le rescaten del oficialismo que le silencia y tergiversa los sagrados principios sobre los que concibió la nación dominicana.



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Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...