Eramis Cruz
Eramis Cruz
A veces yo me
pregunto como Facundo Cabral ¿por qué me pregunto tanto? Dicen los expertos que
estamos en la época de la información, no del pensamiento, algo muy trágico de
ser cierto, pero tenga por su seguro que información es lo menos que tenemos.
Una cosa es saber someramente lo que ocurre y otra muy distinta es saber a
conciencia: QUE O QUIEN, CUANDO, PORQUE, DONDE Y COMO. Cuando la comunicación
es manipulada, no cumple con el propósito de informar, sino todo lo contrario.
Unos de los
graves problemas que confronta la sociedad, es que dos de los medios más
importantes en el mundo, la radio y la televisión, son considerados en la
mayoría de los países, como medio para el entretenimiento. Bajo ese
calificativo y haciendo uso de la libertad de prensa, ocultan la imposición
sobre la población de la tesis de sistema económico y político.
Una mayoría de
la población actualmente usa las paginas sociales para comunicarse, pero estas
son insuficientes, ya que están plagadas de gente que no tiene un mínimo de
conocimiento sobre técnica de comunicación, además versan mayormente sobre
asuntos personales. Podemos ver que muchas de las discusiones en las páginas
sociales como Facebook, son breves y sin profundidad en temática alguna. La
gente quiere ver no decir ni que le digan. Otros de los problemas que influye
en la comunicación denominada digital, es que muchos líderes y profesionales
aun no las usan para expresar sus criterios y mantener sus discusiones como lo
harían en un programa de televisión.
No es común que
inclusive muchos promotores sociales suban fotos a la paginas sociales de
eventos y actividades sin informar al usuario de que se trataba, cuál era el
propósito y qué se logró con ello, inclusive en qué medida el usuario tiene que
ver, podría ayudar o está relacionado con lo que se trata de comunicar.
Tal vez nada
cambiará, en esta dirección, pero tarde o temprano, se demandaran algunos
correctivos o redirección de todo este proceso que ha venido degenerando bajo
una política que no tiene otro propósito que convertirnos en robots útiles para
el consumo y asimiladores de una comunicación manipulada por las grandes
empresas que tienen arrinconados a nuestros países para que obedezcan a sus
macabros propósitos de hacerse cada vez más ricos dejando a la gente cada vez
más pobre. Para eso necesitan decir y hacer creer que estamos en la época de la
información no en la del pensamiento. Para ellos cuentan con el apoyo de los
núcleos de capitalistas de mentalidad colonialista en las naciones bajo
control. Todo eso como si fuera poco ¿No?
Uno se pregunta
cómo instituciones, como las iglesias, partidos políticos de avanzada, líderes
reconocidos por sus posiciones en décadas pasadas parecen acomodarse a esta
corriente del modelo neoliberal. Pero más que ellos y ellas, cómo la juventud o
las nuevas generaciones se convierten en usuarios y asalariados, sin expresar
preocupaciones por cambiar la regla del juego, si toman en cuenta que son a
quienes más les concierne ya que son los dueños del porvenir.
La única explicación
es que estamos avanzando hacia un nuevo sistema de esclavitud en el que el
factor más importante es la manipulación y la imposición del pensamiento único
de minorías que monopolizan la tecnología como en las películas de ciencia
ficción, mientras muchos hombres y mujeres que se afanan por la supervivencia
veran sus sueños convertidos en pesadillas. ¡Despertemos que aún estamos a tiempo!