lunes, 30 de marzo de 2015

La menstruación es normal




Eramis Cruz
Que la poeta canadiense Rupi Kaur, como una usuaria de las páginas sociales, en este caso Instagram, confrontara dificultades por publicar una foto suya consistente en una mancha de sangre entre sus nalgas causada por su menstruación, es simplemente inmaduro y fuera de la época. Para mí no tiene nada de indecente o inapropiado. Pero como ella lo explica, vivimos en una sociedad hipócrita, que permite lo peor por un lado, y rechaza lo que debe ser natural por el otro.
La mitad de los habitantes de esta tierra son mujeres, y muchas de estas son forzadas a mantenerse prisionera de su propio cuerpo y de actividades físicas que son naturales del ser humano, además de necesarias para la vida. La discreción impuesta de la menstruación puede parecer simple frente a los tabúes, inclusive legales, impuestos en el Medio Oriente, África y otros países, que no son solos físicos si no emocionales y limitantes de la libertada natural de la persona.

El tema es bastante conocido entre la gente de hoy, pero hace falta una actitud de aceptación del público, las empresas y las autoridades. Me refiero al hecho de que parezca algo de la luna que una madre alimente a su bebé de su pecho en el tren subterráneo o en un autobús público. Lo mismo que una mujer se quite su blusa exponiendo sus senos para combatir el calor o por sentirse más cómoda en una avenida de Nueva York en el mes de Julio o Agosto, inclusive en esta ciudad eso es legal, pero hace poco el Departamento de Policía tuvo que advertir a sus miembros de no tomar represalia contra las féminas que esto hicieren, no por defenderlas sino para evitar las demandas judiciales.
Cuando yo era niño estas cosas eran normales, igual que encontrarnos con los lienzos manchados de sangre. Había ignorancia entonces, pero no se daba la represalia en la medida que con que se hace ahora, cuando hay tanta pornografía y sadismo en los medios.

Mirar la parte intima de las mujeres, con pantis o sin ellos era cosa muy común. Lo cierto es que la morbosidad de estos tiempos es enfermiza mientras la pornografía es aceptada y promovida por una industria billonaria y por otros que indirectamente se benefician de la explotación sexual de la mujer.
Recuerdo que en mi comunidad era común entre hombres y jóvenes ir la charca del río a disfrutar un baño, todo el mundo completamente desnudo, inclusive el jabón era compartido, mientras que en otra parte del mismo río se bañaban las mujeres y nadie hacía alusión a ellas, ni se pensaba en falta de respeto a la intimidad.

Mientras en los Estados Unidos se ha legislado para que se pague a las mujeres igual que a los hombres por igual trabajo, muchos países del mundo aún explotan a las mujeres sin contemplación de leyes ni reglamentos solamente porque no son machos, a pesar de que son muchas.
Hago sobresaltar que trabajé con una mujer como mi su previsora inmediata durante 17 años, inclusive unas cuantas otras mujeres en las posiciones más altas del departamento, pero nunca ninguna de estas mujeres hizo una mueca que mostrara que estaba en esos días, a veces cruciales por lo fuerte que pueden ser los síntomas.
La menstruación de una mujer debe ser tan natural para todos como un estornudo durante la misa en una iglesia, de igual manera una mancha de sangre menstrual sobre la cama o los atuendos de vestir. Cosa como esa podría sucederle a una congresista o senadora en el mismo congreso o el senado y podría ser notado por las cámaras de televisión. ¿Por qué habría que escandalizarse? Por qué tanta ingenuidad e ignorancia en una sociedad que hace tiempo llegó a luna? Sabemos que esto no es tan inocente como parece, sino que son patrones propios de una sociedad que aun explota y oprime al ser humano.

Estos son algo más que tabúes que debemos superar para siempre.

La reunión privada entre Kissinger y Pinochet en Chile

Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...