Eramis Cruz
No sabemos a dónde vamos, ese es
nuestro problema, a los que veníamos hacienda mejor renunciamos, que era
organizar sindicatos para negociar contractos colectivos, que el Estado creara
empresas para ofrecer trabajo y mejor condición
de vida a quienes empleara, hacer oír la voz de los estudiantes, no permitir
que por nada del mundo se acallara la voz del cantor.
Organizábamos a los campesinos para que
reclamaran las tierras usurpadas con malicias y artimañas por sátrapas explotadores.
Hacíamos que el gobierno llamara a los líderes para negociar una huelga
nacional con un pliego demandas sobre la mesa. Miles de trabajadores fueron
educados sobre sus derechos y deberes laborales, la técnica para negociar los
contractos colectivos, y más que todo que ellos eran su única esperanza.
Llegamos tan lejos que hicimos una revolución
cuando dieron el último golpe de estado y lo hicimos tan bien que no se
atrevieron a repetirlo ¿Qué tenía de malo todo esto? Pero las iglesias nos
llamaron comunistas, terroristas y ateos. Desde el extranjero nos hicieron un
cuento raro y lo creímos, como aquel de Ronald Reagan: ”el gobierno es el
problema”, mucha gente no entendió el titulo del cuento y no trató de llegar
hasta su desenlace. Ahora lo entendemos mejor porque fue convertido en drama
sobre un escenario en el que el rico se hace más rico por ende los que siguen
(...)
No tenemos que dar marcha atrás,
pero tenemos que tomar en cuenta que los pueblos que olvidan su pasado se
condenan a repetirlo, de ahí pende la importancia de considerarnos un pueblo
con una historia, aun sean mal contada. Muy pronto hasta los niños retomaran la
jornada al saber que el modelo neoliberal es tan dañino como el calentamiento
global, ambos tienen origen parecido por el irrespeto contenido en la explotación
del hombre y de la naturaleza.
¿Recuerda usted aquella canción interpretada
por Leonardo Fabio?: Quiero la libertad, yo no quiero pelear, yo quiero volar
hacia la... ¿Recuerda usted aquella filosofía
de la no violencia activa? ¿Recuerda usted a aquel sociólogo que escribió y gritó
a medio mundo sobre el contenido y los métodos educativos, que escribió libros sobre
la “Teología de la liberación” y “Educación como práctica de la libertad? Tal
vez todo hubiera sido distinto si en ese entonces el para hubiese sido
Francisco y argentino.
Y tres última preguntad ¿Qué había de
malo en todo esto? ¿Qué hay de bueno en lo que la mayoría de la ciudadanía vive
ahora? ¿Están conscientes los jóvenes de lo que fue todo aquel antecedente o
viven arropados por la indiferencia?
Debemos despertar nuestro interés para
que la tierra sea un lugar donde todos los hombres y mujeres puedan vivir con
dignidad y no un nido en el que se acomodan los corruptos y mentiros que usando
engañifas y sofismas engañan a los pueblos.
"La libertad cuesta muy cara, y
es necesario o resignarse a vivir sin ella o decidirse a comprarla por su
precio."
MARTÍ, José