Eramis Cruz
En este contexto, tener un espejo es
contar con un lugar del interior para reflejarse. Existe una educación básica y
complementaria que todos necesitamos, en la escuela nos ayudan con el método para
conseguirla, pero realmente todos los seres humanos estamos preparados para
conocer, vivir y crecer. Sin embargo, solo aquellos interesados en las rezones
de su andar por los destinos del mundo y en descubrir por qué creen y por qué
dudan, pueden llegar a dominar la integridad y lograr la autorrealización personal.
Todo esto para que tanto el éxito como
el fracaso no sea determinante de la razón del vivir, sino experiencia de la
vida para mejorar el fondo, seleccionar el método y determinar la finalidad.
Todos tenemos expectativas que son el propósito para el esfuerzo, pero no
siempre se está preparado para ir más allá de lo simple u objetivo, la
subjetividad influye y muchas veces también determina.
La vida de cada ser humano es idéntica
a un libro de sí mismo, y siendo su autor, debería de estar interesado en escribir
con la mayor excelencia posible, ya que podemos descubrir que los demás pueden
leer esa historia inclusive mientras se escribe. Uno no puede escribir al menos
que sepa que va a plasmar sobre las páginas. Es una pena, pero solo los mejores
piensan en esto, la gran mayoría de gente hace honor al dicho del “Vicente que
va para donde va la gente”.
Uno tiene que buscarle sentido a su
propia vida en vez de tomarlo prestado de la vida de los demás. Los seres
humanos somos demasiado imperfectos para crear molde de nadie. Esto no quiere
decir que existan seres excepcionales, sean estos santos o diablos, pero casi
siempre lo excepcional esconde de detrás la exageración o el mito, cuando no, es como un arco que
apunto hacia un blanco utópico. Es por esto que las ideas originales en el
mundo artístico, literario, laboral o científico no son fáciles de ser
descubiertas.
Nuestras concepciones del mundo, son
erróneas en su mayor parte, simplemente porque las leyes físicas o naturales
que lo rigen no son visibles a nuestros ojos, ni fácilmente percibidas por
nuestros sentidos. De aquí se desprende que tanto nuestra manera de ver el
entorno que nos rodea, como la manera en que nos dejamos influir por lo demás puede
convertirse en una plataforma falsa para determinar quiénes somos o a donde
vamos.
Si partimos del criterio de que la
verdad absoluta no existe, nos vemos compelidos a aceptar que todas las cosas,
y todas las creencias deben ser cuestionadas críticamente. Es por esto que el
mundo está repleto de cristianos que hacen dañó o permiten que se haga dañó a
otro ante su propia indiferencia y no le importa un bledo.
Darse cuenta de su propio error no
es tarea fácil, ya que siempre nos percibimos amparados en concepciones
perfeccionista o personalidad ideal como imagen pública. Es por eso que muchas
empresas tienen que impartir talleres y seminarios para lograr sensibilidad en
su personal, para evitar conflictos entre ellos o con el público al prestan
servicios.
El primer error en este sentido es
creer que porque Dios todo lo puede y todo lo perdona se cuenta con una brecha
para ir al cielo, cuando es claro que existe una serie de mandamientos claros y
precisos que deben ser observados por cada cristianos, especialmente el más
grande de todos que dicta amas a tu prójimo como a ti mismo, una utopía que
muchos creen posibles pero no practican ni en sus sueños.
La mayoría de la gente vive en un
entorno determinada por grandes necesidades y esas necesidades determinan sus
grandes intereses. Por eso los demás no serán un espejo para ver mi propia
imagen. Esta tierra no es tan grande como cuando fue descubierta por quienes ya
la habitaban, pero aún sigue siendo suficientemente amplia como para perderse
como a la deriva sobre la corriente y no volver al punto de origen.
La persona exitosa no es la que más
trabaja, ni la que más duerme, ni la que con más sonoras carcajadas se ría,
sino aquella que ha logrado la estabilidad y el control de sí misma para
aceptar, rebatir, debatir y hasta prevenir los inconvenientes para no
permitirles convertirse en una bomba de tiempo.
Tanta gente no sale de la fracaso, por
no lograr el empleo que quiere, ni la pareja que desea, ni una economía que le
satisfaga, ni siquiera sabe si cuenta con el perdón del dios en el que cree, o
del hermano de sus tormentos. Una estrella diferente puede iluminar su mundo,
si aprende a vivir y a convivir sin dejarse arrastrar por la corriente que
otros surten.
La vivida comunitaria y la interacción
social son positivas en el ámbito personal, pero no siempre satisfacen lo
requerido para un crecimiento individual, ni soluciona una gama de cuestionamientos
en término del futuro que aguarda a todo ser humano. Esto tiende a hacer aún más
difícil en los países de un desarrollo económico limitado.
Los que resta tomar en cuenta es que para rechazar
el mundo del otro, primero hay que crear el suyo propio y esto no se logra sin
estar dispuesto a determinar los factores distorsionantes de la imagen de lo que
somos o que perturban el camino hacia lo que queremos.