domingo, 13 de noviembre de 2016

Aprecia que la vida no tiene precio

Eramis Cruz


Es un buen consejo bíblico el que dice que “lo que tu mano derecha haga que no lo sepa la izquierda”, pero yo agrego que por lo que haga tu mano izquierda o tu derecha, uno no sabe si se trata de un manco, pues no se espere nada a cambio al menos que se trate de un negocio. Tengo por experiencia confirmado que el hombre no tiene mejor parecido que el gato, no importa que su mejor amigo sea el perro, por eso hay quien diga que “no hay cosa más grande que deber obligaciones”.
Creo estar en lo cierto considerando que la gente dice que “por la plata baila el mono”. Sin embargo estoy completamente de acuerdo de que “al amigo hay que amarlo con su vicio”, inclusive a los familiares especialmente porque “nadie es profeta en su tierra”. He notado que en nuestro medio hay personas muy amistosas con tinte de ser muy sinceras pero al final resulta que hacen de la viveza su medio de vida. De manera que muchos sobrevivientes a tiempo aprenden las reglas del juego, otros nacen con la habilidad como instinto natural y viven dispuestos a venderle su alma al diablo. Son los que cambian de religión y de partido como si se tratara de vestirse de nuevos atuendos. A veces me pregunto como se puede ser tan patético por no decir tan hipócrita aunque no necesitan pasaporte porque el viajero se conoce por el equipaje.
En realidad no se trata de algo nuevo, el mundo siempre ha sido así, pero nuestra escala de valores no es siempre la misma, sino que ésta cambia según la influencia de los tiempos. Esto es tan real que la psicología enseña que todos cargamos con un segundo yo escondido para exhibirlo cuando la oportunidad sea apropiada. De modo que todo aquel que imita está condenado al fracaso, es preferible ser original, como quien dice, cabeza de ratón y no cola de león. La gente dice que lo primero que no debe tener un político es vergüenza, claro que es una alusión a la politiquería barata de los linderos de la miseria moral que vivimos en este medio siglo que apunto al siglo completo.
La libertad es muy buena pero se limita cuando perjudica al semejante. La estrategia de venta podrá ser muy efectiva pero no sirve para hacer de ella un estilo de vida, al final mucho supuestos prospectos no estarán interesados en comprar lo que el otro vende, mucho menos si no tiene la necesidad. Pero no importa para algunos, dicen que la necesidad hay que inventarla pendiendo del criterio de que el querer humano es infinito. 
Adyacente al camino del éxito para vendedores y libreros está el empeño de no descuidar la apariencia, la simulación del éxito, pretender un alto estatus y mentir siempre con el empeño de ser el primero a modo de desafiar la competencia. Pero quien está seguro de si mismo no necesita medir sus fuerzas ni probar sus habilidades.

A nadie le gusta que le canten la verdad en la cara como si se tratara de algo que pregonan las marchantas, pero mucho menos que le detecten sus debilidades, no importa si su lenguaje corporal lo anuncia a las cuatro esquinas, como dicen en ingles: mine your own business. Al final dejo como moraleja que es mil veces preferible ser auténtico y no andar dando tumbo con la mascara de otra cara, la gente se las inventa y siempre sabe quien realmente eres, especialmente si tienes que luchar como un toro para pagar las cuentas. El que se lleva de consejo muero de viejo, especialmente ahora que las perspectivas apuntan a vivir más tiempo.


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La reunión privada entre Kissinger y Pinochet en Chile

Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...