Felipe Ciprián
Periodista
Sobre mí
Es licenciado en Ciencias de la Comunicación Social y como periodista fue jefe de redacción de El Caribe, del diario Hoy y de Listín Diario, en los que además se desempeñó como editorialista y columnista. @FelipeCiprianP
Salvo que se produzcan acontecimientos totalmente
anormales en el plano político o una catástrofe natural, el calendario
dominicano llama a elecciones presidenciales, legislativas y municipales
en mayo de 2016 y esos comicios serán definitorios para los jefes del
Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y del Revolucionario
Dominicano (PRD).
Los probables escenarios y su desenlace, a mi juicio, son como sigue:
El PRD llegará dividido al año 2015 porque el señor Miguel
Vargas Maldonado no suelta la candidatura presidencial ni la
presidencia del partido blanco de ninguna forma: ni en un acuerdo
político con sus adversarios internos ni compitiendo en una convención
democrática contra un solo contestatario: Guido Gómez Mazara.
Y no lo hace porque cuenta con un seguro full para dirigir
las siglas PRD: la Junta Central Electoral (JCE) y el Tribunal Superior
Electoral creados como parte del blindaje que se dio Leonel Fernández
antes de salir de la Presidencia de la República, donde manejaba el
Presupuesto General del Estado (con su enorme déficit fiscal) al
servicio del clientelismo y sin importarle los mayores escándalos de
corrupción.
Todo ese poder lo pudo acumular Fernández por el apoyo que
logró de Vargas Maldonado para aprobar la modificación constitucional
que rehabilitó al entonces gobernante para las elecciones de 2016 y le
entregó el maletín para designar las Altas Cortes para evitar cualquier
persecución o sentencia judicial adversa.
Hay que reconocer que Fernández ha prestado parte de ese
poder a Vargas para que se consolide como jefe del PRD contra la opinión
mayoritaria de los perredeístas. Pero ese apoyo precisamente obrará
como un factor decisivo para que Medina apoye a un candidato propio para
la Presidencia de la República por el PLD.
He dicho y mantengo que Vargas Maldonado pierde su tiempo
dirigiendo el PRD porque carece de capacidad política y cordura para una
labor como esa, lo que a su vez le impide llegar algún día a la
Presidencia de la República, su máxima aspiración.
Cuando Leonel Fernández ridiculizó a Vargas Maldonado para
debatir con él antes de las elecciones de 2008 porque el entonces
candidato del PRD, que era su contendiente, “no sabía conceptualizar”,
dijo una verdad irrebatible aunque yo no entiendo por qué no fue al
debate en tan ventajosas condiciones.
Después de derrotar a Vargas, Fernández abusó de su
superioridad política para colocarlo como su subordinado al concertar el
Pacto de las Corbatas Azules que solo ha servido para afianzar el poder
y el porvenir de Fernández y arruinar principalmente al PRD y con él
las ambiciones del frustrado “líder institucional” de ese partido.
El único “ruido” que se pudiera registrar en el PRD es que
la candidatura de Gómez Mazara a la presidencia de esa organización
ganara tanto apoyo que cuestionara el “liderazgo” de Vargas Maldonado,
pero será acallado de múltiples formas y al final será derrotado por
“los votos o las botas” que en este caso no las calzarán los militares,
sino la JCE y las “Altas Cortes” que con sus ridículas sentencias emulan
a la Tremenda Corte de Leopoldo Fernández (Tres Patines) de mediados
del siglo pasado en Cuba y con gran audiencia en este país.
La quijotada de Gómez Mazara será un factor más de erosión
de la “figura política” de Vargas Maldonado y muy probablemente lo
colocará en mucho mejor posición para buscar una candidatura legislativa
en el Distrito Nacional por una eventual convergencia de fuerzas
opositoras que atraiga a la base del PRD que no puede movilizar
electoralmente la facción institucional.
Si las cosas sucedieran así, el hoy PRD no tiene
posibilidades de obtener senadores y alcaldes. Ni hablar de ganar la
Presidencia de la República.
¿Frente Opositor?
Tengo serias dudas de que pueda surgir un Frente Opositor
con fuerza suficiente para amenazar la supremacía del PLD en las
elecciones generales de 2016 porque no existe en ese litoral un “centro de pensamiento político”
–que puede ser una persona o un grupo de personas- con la sensibilidad,
la sagacidad y el desprendimiento necesario para colocar los intereses
del país y de la democracia por encima de sus personales (y quizás
grupales) aspiraciones.
La mejor prueba de esa carencia es que faltando solo dos
años para las elecciones, ese instrumento político no existe y tampoco
se destaca un liderazgo y acciones capaces de irrumpir como un torrente
para romper el viejo esquema caudillista-clientelista que ordeña la
voluntad popular en cada justa electoral.
En el caso de que se formara ese Frente Opositor en los
próximos meses, lo que constituiría un acto de madurez política, el
sistema electoral está preparado para cerrarle el paso porque el dinero
público expresado en cientos de millones de pesos cada año iría a manos
llenas al PRD de Vargas Maldonado, al PLD del gobierno y al Partido
Reformista Social Cristiano (PRSC). Los demás partidos tendrían que
hacer campaña con la “voluntad política” y la eterna vigilancia de la
JCE para “evitar que el narcotráfico” financie la política.
Si vamos bien hasta aquí puedo resumir diciendo que el PRD
llegará dividido y que será difícil crear un Frente Opositor por falta
de un liderazgo sagaz y que si se creara esa coalición ahí sale el
sistema electoral a cerrarle el paso para entregarle todos los recursos
al PRD, al PLD y al PRSC.
El escenario en el PLD
Sin un desafío externo capaz de disputarle la Presidencia
de la República, en el PLD se pueden desatar virulentas confrontaciones
para determinar el futuro Presidente de la República y el liderazgo al
interior del partido morado.
Al margen de las aspiraciones presidenciales manifiestas
al día de hoy: Temístocles Montás, Francisco Javier García, Reinaldo
Pared, el verdadero combate se registrará en torno a cuál será el
candidato de Danilo Medina, dueño del respaldo mayoritario de la
población en más de un 80% y la persona que administra los fondos
públicos en un país plagado de clientelismo e impunidad ante la
corrupción.
¿Existe alguna posibilidad de que Medina respalde a Leonel?
Con la debacle de la oposición, Medina no tiene necesidad
de rehabilitar a Fernández como Presidente de la República y reafirmarlo
como líder del PLD.
Fernández no tiene un solo elemento de poder capaz de
cuestionar el liderazgo de Medina aunque su esposa, Margarita Cedeño,
sea la vicepresidente sucesora del Jefe del Estado.
En esa situación, si Medina es un hombre con sentido de la
historia, auspiciará un candidato a la Presidencia de la República que
no responda, en absoluto, a Fernández, aunque acepte que tampoco sería
un títere del actual Presidente porque eso es imposible.
Si Fernández no cuenta con el apoyo (político y económico)
de Medina no gana la elección interna y mucho menos la Presidencia de
la República en primera vuelta, lo que abriría un abanico de opciones de
alianza (ahí algunos sectores más a la izquierda se vuelven más
sensatos) que pondría en peligro la supremacía del PLD.
Pienso que Medina –el factor decisivo en las elecciones de
2016- se inclinará por colocar todas sus fichas clave en las posiciones
ganables para senadores y diputados, y apoyará un candidato
presidencial más cercano a él que a Fernández para darse apoyo mutuo.
Si el resultado es un triunfo del PLD con un candidato
diferente a Fernández y una apabullante mayoría legislativa de Medina,
Leonel se puede resignar porque ahora sería Danilo quien determinaría la
composición de las Altas Cortes, la JCE, la Cámara de Cuentas y la
Corte Suprema de Justicia.
Como es imposible que Vargas Maldonado gane la Presidencia
de la República y algún importante número de legisladores, su futuro
político estaría más que liquidado y su tozudez solo tendría “interés
científico” en un hospital psiquiátrico.
Ese previsible resultado electoral del año 2016 arrojaría
un nuevo cuadro: Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado (los
corbatas azules) liquidados políticamente y Danilo Medina y el nuevo
Presidente de la República por el PLD rebosados de poder y futuro
político.
El pueblo dominicano seguiría hibernando, como ha estado
desde los años setenta del siglo pasado. Eso no quiere decir que no haya
futuro.
Fuente: http://www.acento.com.do/index.php/blog/13818/78/Triste-final-para-Leonel-y-Miguel.html?fb_action_ids=10152414349450856&fb_action_types=og.comments