viernes, 2 de mayo de 2014

Triste final para Leonel y Miguel




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Felipe Ciprián

Periodista

Sobre mí

Es licenciado en Ciencias de la Comunicación Social y como periodista fue jefe de redacción de El Caribe, del diario Hoy y de Listín Diario, en los que además se desempeñó como editorialista y columnista.  @FelipeCiprianP
Salvo que se produzcan acontecimientos totalmente anormales en el plano político o una catástrofe natural, el calendario dominicano llama a elecciones presidenciales, legislativas y municipales en mayo de 2016 y esos comicios serán definitorios para los jefes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y del Revolucionario Dominicano (PRD).
Los probables escenarios y su desenlace, a mi juicio, son como sigue:
El PRD llegará dividido al año 2015 porque el señor Miguel Vargas Maldonado no suelta la candidatura presidencial ni la presidencia del partido blanco de ninguna forma: ni en un acuerdo político con sus adversarios internos ni compitiendo en una convención democrática contra un solo contestatario: Guido Gómez Mazara.

Y no lo hace porque cuenta con un seguro full para dirigir las siglas PRD: la Junta Central Electoral (JCE) y el Tribunal Superior Electoral creados como parte del blindaje que se dio Leonel Fernández antes de salir de la Presidencia de la República, donde manejaba el Presupuesto General del Estado (con su enorme déficit fiscal) al servicio del clientelismo y sin importarle los mayores escándalos de corrupción.

Todo ese poder lo pudo acumular Fernández por el apoyo que logró de Vargas Maldonado para aprobar la modificación constitucional que rehabilitó al entonces gobernante para las elecciones de 2016 y le entregó el maletín para designar las Altas Cortes para evitar cualquier persecución o sentencia judicial adversa.

Hay que reconocer que Fernández ha prestado parte de ese poder a Vargas para que se consolide como jefe del PRD contra la opinión mayoritaria de los perredeístas. Pero ese apoyo precisamente obrará como un factor decisivo para que Medina apoye a un candidato propio para la Presidencia de la República por el PLD.

He dicho y mantengo que Vargas Maldonado pierde su tiempo dirigiendo el PRD porque carece de capacidad política y cordura para una labor como esa, lo que a su vez le impide llegar algún día a la Presidencia de la República, su máxima aspiración.
Cuando Leonel Fernández ridiculizó a Vargas Maldonado para debatir con él antes de las elecciones de 2008 porque el entonces candidato del PRD, que era su contendiente, “no sabía conceptualizar”, dijo una verdad irrebatible aunque yo no entiendo por qué no fue al debate en tan ventajosas condiciones.

Después de derrotar a Vargas, Fernández abusó de su superioridad política para colocarlo como su subordinado al concertar el Pacto de las Corbatas Azules que solo ha servido para afianzar el poder y el porvenir de Fernández y arruinar principalmente al PRD y con él las ambiciones del frustrado “líder institucional” de ese partido.

El único “ruido” que se pudiera registrar en el PRD es que la candidatura de Gómez Mazara a la presidencia de esa organización ganara tanto apoyo que cuestionara el “liderazgo” de Vargas Maldonado, pero será acallado de múltiples formas y al final será derrotado por “los votos o las botas” que en este caso no las calzarán los militares, sino la JCE y las “Altas Cortes” que con sus ridículas sentencias emulan a la Tremenda Corte de Leopoldo Fernández (Tres Patines) de mediados del siglo pasado en Cuba y con gran audiencia en este país.

La quijotada de Gómez Mazara será un factor más de erosión de la “figura política” de Vargas Maldonado y muy probablemente lo colocará en mucho mejor posición para buscar una candidatura legislativa en el Distrito Nacional por una eventual convergencia de fuerzas opositoras que atraiga a la base del PRD que no puede movilizar electoralmente la facción institucional.
Si las cosas sucedieran así, el hoy PRD no tiene posibilidades de obtener senadores y alcaldes. Ni hablar de ganar la Presidencia de la República.

¿Frente Opositor?
Tengo serias dudas de que pueda surgir un Frente Opositor con fuerza suficiente para amenazar la supremacía del PLD en las elecciones generales de 2016 porque no existe en ese litoral un “centro de pensamiento político” –que puede ser una persona o un grupo de personas- con la sensibilidad, la sagacidad y el desprendimiento necesario para colocar los intereses del país y de la democracia por encima de sus personales (y quizás grupales) aspiraciones.

La mejor prueba de esa carencia es que faltando solo dos años para las elecciones, ese instrumento político no existe y tampoco se destaca un liderazgo y acciones capaces de irrumpir como un torrente para romper el viejo esquema caudillista-clientelista que ordeña la voluntad popular en cada justa electoral.

En el caso de que se formara ese Frente Opositor en los próximos meses, lo que constituiría un acto de madurez política, el sistema electoral está preparado para cerrarle el paso porque el dinero público expresado en cientos de millones de pesos cada año iría a manos llenas al PRD de Vargas Maldonado, al PLD del gobierno y al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC). Los demás partidos tendrían que hacer campaña con la “voluntad política” y la eterna vigilancia de la JCE para “evitar que el narcotráfico” financie la política.

Si vamos bien hasta aquí puedo resumir diciendo que el PRD llegará dividido y que será difícil crear un Frente Opositor por falta de un liderazgo sagaz y que si se creara esa coalición ahí sale el sistema electoral a cerrarle el paso para entregarle todos los recursos al PRD, al PLD y al PRSC.

El escenario en el PLD
Sin un desafío externo capaz de disputarle la Presidencia de la República, en el PLD se pueden desatar virulentas confrontaciones para determinar el futuro Presidente de la República y el liderazgo al interior del partido morado.

Al margen de las aspiraciones presidenciales manifiestas al día de hoy: Temístocles Montás, Francisco Javier García, Reinaldo Pared, el verdadero combate se registrará en torno a cuál será el candidato de Danilo Medina, dueño del respaldo mayoritario de la población en más de un 80% y la persona que administra los fondos públicos en un país plagado de clientelismo e impunidad ante la corrupción.

¿Existe alguna posibilidad de que Medina respalde a Leonel?
Con la debacle de la oposición, Medina no tiene necesidad de rehabilitar a Fernández como Presidente de la República y reafirmarlo como líder del PLD.

Fernández no tiene un solo elemento de poder capaz de cuestionar el liderazgo de Medina aunque su esposa, Margarita Cedeño, sea la vicepresidente sucesora del Jefe del Estado.
En esa situación, si Medina es un hombre con sentido de la historia, auspiciará un candidato a la Presidencia de la República que no responda, en absoluto, a Fernández, aunque acepte que tampoco sería un títere del actual Presidente porque eso es imposible.
Si Fernández no cuenta con el apoyo (político y económico) de Medina no gana la elección interna y mucho menos la Presidencia de la República en primera vuelta, lo que abriría un abanico de opciones de alianza (ahí algunos sectores más a la izquierda se vuelven más sensatos) que pondría en peligro la supremacía del PLD.

Pienso que Medina –el factor decisivo en las elecciones de 2016- se inclinará por colocar todas sus fichas clave en las posiciones ganables para senadores y diputados, y apoyará un candidato presidencial más cercano a él que a Fernández para darse apoyo mutuo.
Si el resultado es un triunfo del PLD con un candidato diferente a Fernández y una apabullante mayoría legislativa de Medina, Leonel se puede resignar porque ahora sería Danilo quien determinaría la composición de las Altas Cortes, la JCE, la Cámara de Cuentas y la Corte Suprema de Justicia.

Como es imposible que Vargas Maldonado gane la Presidencia de la República y algún importante número de legisladores, su futuro político estaría más que liquidado y su tozudez solo tendría “interés científico” en un hospital psiquiátrico.
Ese previsible resultado electoral del año 2016 arrojaría un nuevo cuadro: Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado (los corbatas azules) liquidados políticamente y Danilo Medina y el nuevo Presidente de la República por el PLD rebosados de poder y futuro político.

El pueblo dominicano seguiría hibernando, como ha estado desde los años setenta del siglo pasado. Eso no quiere decir que no haya futuro.

Fuente:  http://www.acento.com.do/index.php/blog/13818/78/Triste-final-para-Leonel-y-Miguel.html?fb_action_ids=10152414349450856&fb_action_types=og.comments

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