Eramis Cruz
Cuando usted y yo nacimos, este mundo no era igual, pero era este mundo más o menos. Nuestro primer cometido consistió en aprender. El proceso de aprendizaje comienza inclusive antes de nacer. Nos desarrollamos a medida que modificamos la experiencia, todo un proceso dinámico que nos ocurre consciente o no de ello.
Mucho aprendemos de nosotros y bastante de la naturaleza, pero también existe una estructuración de métodos de enseñanza, o sea que hay cosas que se nos enseñan y a eso le llaman educación. Sin embargo la educación se puede convertir en domesticación y sucede cuando se desvincula del método y del propósito, que es la formación del ser humano, respetando su integración y libertad como persona, para convertirlo en objeto o robot de las superestructura social o dominio económico. La educación que recibimos de la sociedad en la que nacimos, tal vez no sea tan inocente como parece. La educación no es sólo desarrollo de habilidades y destrezas, también se imponen valores de la sociedad entre otros elementos idealistas.
Es muy importante pensar en esto por la simple razón de que ninguna persona debe ser sometida a la domesticación y a la imposición de conceptos o supuesta escala de valores considerados primordiales e indispensables para la convivencia en el ordenamiento social. Debemos estar conscientes que la idolología y toda una gama de conceptos en nuestra cabeza, se aprenden o se imponen, y la religión y el concepto de Dios no están fuera de esa consideración. Es cierto que muchas personas no quieren profundizar en esto porque les cuesta lectura y reflexión y tal vez les conlleva a un cambio de actitud y a una revaloración de lo que son y lo que hacen.
Hay una ley que es muy popular a la que muchos dan muestra de complacencia en cumplirla, se llama la ley del menor esfuerzo. Si seguimos esa ley no seremos capaces de llegar muy lejos en ninguna empresa o proyecto personal o colectivo.
De manera que ser un hombre o una mujer libre va mucho más lejos de la libertad que se le permite porque conviene. Si la libertad es permitida entonces no existe. La verdadera libertad está dentro de la persona. No es necesario un análisis profundo para darse cuenta que al religioso o al creyente prácticamente se le obliga a creer, se le impone la fe en Dios, sin permitirle cuestionar ese Dios. De lo contrario se le acusa de ateo o de términos que no le definen como ser humano. “Defíneme por lo que soy, no por lo que no soy”.
En este razonamiento es fácil pensar que la gente es libre de no creer en Dios o de rechazar la religión que le venga en gana. También los dictadores y los monarcas dicen que los ciudadanos de su país son libres. Para el tiempo que la persona viene a reclamar esa libertad ya se le han impuesto una serie de compromisos y manipulaciones que impiden esa libertad ideológica. Se trata de sofismas y mitos utilizados y relacionados a la ignorancia, el miedo y el fatalismo que tienden a implementar la superstición y el fanatismo.
Una persona fatal es aquella que cree que nació destinada a vivir y a morir de cierta manera porque fue el deseo de Dios. No hay nada más cruel y carente de sentido a la vez. Sucede cuando se dice que esto o aquello fue la voluntad de Dios, eso es fatalismo, y lo peor del caso que se dice sin importar la dimensión de lo que ocurre o lo injusto que pueda ser.
Un Dios bueno seguro que no quiere cosas malas para nadie y mucho menos para gente buena como él. ¿Por qué un hijo de Dios ha morir de cáncer y qué necesidad tiene de pasar la prueba? Tendría más resultado demostrando sus éxitos que haciendo evidentes sus fracasos, lo positivo es siempre mejor. El religioso dirá que es la voluntad de Dios o que está pagando sus pecados, sería la explicación de un fanático, fatalista y supersticioso. Los teólogos dicen que la biblia es la palabra de Dios y no aceptan ninguna otra aseveración. La ciencia sobra y la historia no prueba nada en contra. Es como decir cierra tus ojos y desconecta tus sentidos Santo Tomás. Este santo estaba humanamente correcto y en el orden divino eternamente equivocado. Claro, sin la fe de los ciegos todo el camarote se viene abajo, y esto esta prevenido por los teólogos en particular y los sínodos en general apoyado por la teocracia. El monoteísmo se impuso luego de la consolidación económica y el dominio político de los imperios.
Lo que hace difícil negar la imposición de Dios son las prácticas religiosas y las guerras desarrolladas contra los pueblos para imponer la religión del conquistador, para establecer sistemas teocráticos cuyos reductos no han desaparecido en los gobiernos modernos. La manifestación más diáfana de esa condición es el protocolo del gobierno y el clero. Las iglesias ayudan a los gobiernos con la gente y el gobierno garantiza a las iglesias sus privilegios. Es obvio que por eso no se registran conflictos de intereses entre gobiernos e iglesias.
Uno de los grandes objetivos que muchas personas queremos lograr es el de la realización personal, la felicidad interior, saber en qué punto estamos parado en la grafica del universo. Las metas trazadas, los medios para realizarla demandan urgencia. El tiempo perdido no se recupera al menos que se multipliquen los esfuerzos. Esto prueba la validez del dicho “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”.
Muchas pers onas toman como positivo el concepto del llamado libre albedrío, tanto que dicen que Dios respecta ese concepto en el hombre. Pero esto lo aceptan generalmente para justificar la tolerancia que Dios tiene frente a las maldades del hombre o la mujer y así deja impune o pospone el castigo del pecado o las correcciones correspondientes. Son millones de personas en todos los países que dicen que creen en Dios. Afirman que Dios es todo poderoso, que es el creador del universo y sobre todo dicen amarle y estar dispuestos a dar la vida por él. Cuando se trata de Dios estas personas, no aceptan razones naturales ni científicas, dicen que para Dios nada es imposible. De aquí deriva una conducta hacia la indiferencia y postergación de deberes.
Otras personas van más lejo, y dicen no seguir reglas ni principios, que ellas creen en algo grande que no saben definir y de manera imprecisa lo relacionan con lo desconocido, de la misma manera que la teología define como misterios aquello que no puede explicar.
¿Qué clase de Dios es éste que se deja conducir según los dictámenes de todo el mundo, Dios del silencio, de la tolerancia, con deseo de ser adorado, que promete un reino donde se terminará el sufrimiento a condición de que se tolere las consecuencias del pecado de los demás, principalmente los sociales y políticos? Si el mundo fue la creación de Dios y el es perfecto porque creo esa obra que luego el mismo descarta y ¿por qué no puede corregirlas? Simplemente porque Dios no está correctamente manifestado por los mentirosos históricos.
Se requiere sobreponerse a lo tradicional, al simplismo utilizado para dar explicaciones a las cosas fundamentales que determinan nuestro modo de vida y la relación de fuerzas sociales de las que resultan los dominios económicos y políticos que de manera directa afectan a la gran mayoría en países desarrollados o en vía de desarrollo. La teocracia, como gobierno dominado por la religión no es un fantasma del pasado, como muchos creen, si así fuera Roma no tendría el poder que representa, ni los judíos tuvieran el control con que cuentan en el Medio Oriente y en el mundo capitalista. ¡Piénselo otra vez! Esto puede ser peor si tomamos en consideración otras religiones con mayor influencia en el mundo asiático.
Si usted cree que está en lo correcto, o que practica la verdad, porque es fiel a su religión, o porque usted sigue lo que le dice su pastor !Piénselo otra vez! Creerse del lado de Dios y la justicia sin dejar de lado la complicidad con una superestructura que sostiene la impunidad y el engaño en beneficio de minorías dominantes, que utilizan los poderes de la humanidad en nombre de su ideología resulta simplemente devastador para la historia y un fracaso al sustento de su fe. ¡Tenga cuidado!
La existencia de tontos útiles, no es ficticia, es una realidad. Han sido siempre el mejor recurso utilizado por los oportunistas de la teocracia disfrazada de democracia. Mucha gente en diferentes épocas y logares prefieren estar del lado del poder, Dios, el gobierno, empresarios, porque creen tener más garantía a sus intereses materiales o espirituales, esto no necesariamente se traduce en estar del lado de la justicia o la verdad, también el diablo tiene sus poderes.
La mayoría de las iglesias se han opuesto a todo cambio político y social al menos que las transformaciones garanticen la continuación del capitalismo. Los cambios que precedieron al mundo contemporáneo, específicamente la imposición del capitalismo sobre el feudalismo, incluyendo los cambios avanzados en el pensamiento o la ideología, no necesariamente representó un desafío radical a los sofismas que nos sirven de referencia a esta reflexión.
No es reprochable que la gente crea en Dios. Lo que alertamos es el cuidado que hay que tener de creer sin tomar en cuenta las implicaciones que para usted y los demás pueda tener sustentar estructura sociales poderosas que históricamente se presentan del lado de lo absurdo, en beneficio de clases sociales explotadoras de las mayoría de los pueblos. Usted puede creer en Dios pero no en el que le han inventado.
La reunión privada entre Kissinger y Pinochet en Chile
Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...
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