Es ahí donde nos quieren llevar
Eramis Cruz
Salió en la prensa como una gran noticia que el senado dominicano reconfirmó a los cinco miembros que dirigirán la Junta Central Electoral y será presidida por el doctor Roberto Rosario Márquez hasta el 2016. Este hombre es un corrupto denunciado públicamente por sustraer millones en contratos fraudulentos usando su propia empresa y emitiéndose, él mismo, cheques millonarios en su propio beneficio, tomando ventaja de su posición en la Junta, algo que es condenado por la ley por caer bajo conflicto de intereses. Para algunos el país está podrido y nada se puede hacer.
Es ahí donde nos quieren llevar, pero no se va a poder, no se saldrán con las suyas, ni Leonel Fernández Reyna, Presidente de la República por el PLD, ni sus secuaces millonarios, ni su oposición en la cuerda floja. Es ahí donde nos quieren llevar, que pensemos que estamos jodidos, ese es el plan del neoliberalismo, que el patio de los Estados Unidos no salga del atolladero. Ya no le sirve el tráfico de esclavos desde África, ni la admisión de inmigrantes desde Méjico y América Central.
No seamos tontos y defendamos lo que es nuestro. Antes había que venir a producir para los americanos, ahora los americanos no sólo importan sus productos a la periferia, sino que los producen allí. El estado de un país es demasiado recurso para desperdiciarlo, es mejor comprar a unos cuantos. Primero a Leonel Fernández Reyna, hacerlo presidente, y Miguel Vargas que lo apoye, a los reformistas que lo apoyen, a los sindicatos que lo apoyen, a los influyentes de los cuerpos castrenses que lo apoyen, y a las iglesias que lo bendiga, después de todo, su reino no es de este mundo.
Es exactamente donde nos quieren llevar. Que todo el mundo generalice, que piensen que no tenemos salvación. Hacernos creer que para salvar a nuestro país del mal de la corrupción la fe no nos sirve, que no tenemos fuerza para protestar frente a la manera como se desangra a los dominicanos, cómo se hacen ejecuciones en plenas calles. Que no hay que preocuparse porque las victimas nos son más que unos pobres diablos. Cuando no, salen diciendo que en Méjico está peor, como dice el refrán “mal de otro consuelo de tontos.
Pero no se saldrán con las suyas, porque no lo hizo Acción Democrática en Venezuela, ni lo hicieron los Trujillo en Quisqueya, ni los Franco, ni los Somoza, ni los Batista, ni la cadena de sátrapas que no caben en la lista, todos apoyado por los Estados Unidos hasta que el esqueleto del poder le fuera útil.
Simplemente, queridos amigos, ahora le resulta más fácil, le basta el narcotráfico, deja mucho dinero que lavan sus propios bancos para invertirlos en rascacielos, empresas petroleras, área de la comunicación y la minería. Drogas para los imbéciles, que se matan compitiendo por la distribución y la competencia desleal, drogas para el consumo de los tontos útiles que las consuman para fomentar la idiotez. Es por eso que dejan que se fomente el crimen callejero, la inseguridad ciudadana le conviene, que le gente tenga miedo le conviene, así la mayoría se deprimen perdiendo el amor por la vida y la pasión por la verdad.
Mientras tanto que gocen sus millones, pero luego que no se lamenten cuando el pueblo decida sacarles la cuenta. “No hay mal que dure cien años”, pero para decirlo con las palabras del imperio, “no se puede engañar todo el pueblo todo el tiempo”, el resto búsquelo en el Internet.
Ahí nos quieren llevar, que pensemos que estamos jodidos, que nos conformemos con canciones y baile de Shakira, con las telenovelas de Univisión, con las mentiritas inocentes del rubito Jorge Ramos, con el premio Nobel de Vargas Llosa, con los cuentos de Chespirito y toda la basura que se lee en la prensa. Que nos olvidamos de nuestras hijas porque nadie evitará que pierdan la virginidad en cualquier lugar y con cualquier vanidoso que “no saca una gata a mear y si la saca no mea”.
Pero “que no se engañe nadie no” y muchos menos usted amigo mío, que mientras nosotros nos frustramos, mientras sufrimos con hijos encarcelados, mientras esas comunidades viven marginadas, los hijos de los privilegiados llenan las principales universidades del mundo. Las familias adineradas disfrutan de operas y teatros y viajes oceánicos en botes de lujos, después nos pasan las cuentas para que las paguemos con el salario mínimo como buenos consumidores.
Cuando no esperamos nada del país, cuando tenemos la corazonada de que la patria no nos sirve, es porque la patria se está perdiendo y nos llama para enderezar las cosas. No debemos perder la fe, el día que el pueblo se levante, no habrá lugar para las partidas de ladrones que asaltan el Estado Dominicano. La Junta Centran Electoral, dirigida por un corrupto electo por el Senado, no tiene moral para un veredicto y el gobierno que resulte de ella simplemente no tendrá base constitucional. Queda invalidada, los criminales no tienen derecho a ejercer puestos públicos o gubernamentales. Es ahí donde debemos llevarlos.