Tras el milagroso rescate, el Presidente de Chile anuncia medidas para mejorar las condiciones laborales en la industria de su país, especialmente la del sector minero
Tras el milagroso rescate, el Presidente de Chile anuncia medidas para mejorar las condiciones laborales en la industria de su país, especialmente la del sector mineroTras el milagroso rescate, el Presidente de Chile anuncia medidas para mejorar las condiciones laborales en la industria de su país, especialmente la del sector minero
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, tras conversar con los 33 mineros y explicarles las labores de rescate, se comprometió a garantizar que "nunca más" se trabaje "en condiciones tan inseguras e inhumanas" para evitar tragedias como la de Copiapó.
El Gobernante los invitó el 25 de octubre a La Moneda, residencia del Presidente chileno. Allí jugarán un partido de futbol contra los funcionarios del palacio.
En medio de las celebraciones y de la ola de orgullo nacional que recorre Chile tras el rescate, Piñera, ha recordado su compromiso de investigar a fondo lo ocurrido en la mina San José para evitar que vuelva a ocurrir un accidente semejante, anticipado por muchos de los trabajadores.
"Lo dijimos el primer día, esto no va a quedar impune. Los que tengan responsabilidad van a tener que asumir su responsabilidad", afirmó Piñera. Respondía así a la petición de Luis Urzúa, el último minero en volver a la luz, que al poco de salir dijo: "Que esto no vuelva a pasar".
La falta de seguridad en el yacimiento de oro y cobre, donde una explosión el 5 de agosto provocó el derrumbe que dejó atrapados a los trabajadores a 700 metros de profundidad, centró la conversación del Presidente con el minero que durante dos meses y medio ejerció el rol de líder. Piñera también dedicó gran parte de su alocución posterior al tema. "Ha sido una gran lección para todos los chilenos y para nuestro Gobierno", reconoció y, simbólicamente, tapó el ducto.
Muchos de los 33 mineros habían expresado a sus familiares miedo por las malas condiciones de la explotación, donde escaseaban las condiciones de seguridad. La mina San José ha registrado más de 80 accidentes y ya fue clausurada en 2007, después de un derrumbe que causó un muerto. Reabrió al año siguiente, pero sin haber instalado una escalera en el conducto de ventilación, que era el requisito para seguir funcionando que le impuso el Servicio Nacional de Geología y Minería, el órgano estatal que controla la seguridad en las minas en Chile, la primera productora mundial de cobre. La empresa propietaria, San Esteban, no ha participado en las labores de rescate y tardó en avisar del accidente, además de vulnerar normas de seguridad y no pagar el seguro social de los mineros, según las denuncias de los trabajadores.
"Debe haber un nunca más, San José ocurre porque no estábamos haciendo bien algunas cosas, entonces no tenemos que ser soberbios y en lo sucesivo preocuparnos mejor de nuestras organizaciones públicas que tienen que ver con el área minera y realizar las cosas bien", señaló Miguel Fort, uno de los ingenieros que asesoraron al Gobierno en el rescate.
La tragedia de los 33 trabajadores ha servido como una llamada de atención sobre un problema, el de la inseguridad laboral, que golpea muchos sectores en Chile, principalmente la minería. Una vez que se supo sobre los atrapados en el yacimiento, el Gobierno endureció la supervisión y cerró 18 minas en la región que carecían de refugios, chimeneas de ventilación y de al menos dos vías de evacuación.
El Presidente adelantó que en los próximos días anunciará medidas para aumentar la seguridad de los trabajadores, no sólo en el sector de la minería. Piñera señaló la necesidad de "mejorar nuestros sistemas, nuestras actitudes y procedimientos para resguardar la vida, la integridad y la dignidad de nuestros trabajadores".
Condiciones inhumanas en San José
Manuel González, el primer socorrista que descendió al yacimiento San José, para ayudar en el rescate de los 33 mineros, aseguró que las condiciones de trabajo en esa veta "eran inhumanas". "La temperatura era de 40 grados celsius y la humedad en el lugar hacía que los trabajadores anduvieran semidesnudos", señaló González, quien también fue el último en salir. EFE
El Presidente desafía a los 33
A las 11.45, Sebastián Piñera dejó el hospital de Copiapó en un minivan. Su chofer no aceleró y el presidente de Chile abrió la puerta para saludar a los periodistas y familiares. Tenía la misma sonrisa que lo acompañó toda la jornada.
No dio detalles sobre el entuerto legal relacionado al futuro de los 33 y prefirió dar a conocer la apuesta que hizo con los mineros rescatados: el equipo de Piñera enfrentará a los trabajadores del subsuelo en Santiago. “Vamos a jugar un partido de fútbol. La selección de los mineros contra la selección de La Moneda (la sede del Gobierno chileno); el equipo que gane se queda en La Moneda y el que pierda vuelve a la mina”, dijo en una demostración de su humor. Entre broma y broma se anunció que el ex jugador, Franklin Lobos, sería el DT de los mineros.
En la conferencia de prensa respondió a algunas preguntas y esquivó otras. Por ejemplo, no contestó cuando se le interrogó sobre su visita a Bolivia.Fuente: http://www.la-razon.com/version.php?ArticleId=119647&EditionId=2315