Sin razón para olvidarte Yvette
(Los padres a una niña que se fue)
Uno hace de la vida una rutina, se acostumbra a las imágenes de los seres que se aman, y de repente una se hace ángel y echa vuelo, dejando una triada de luces, el hilo de su voz y la sensación de su sonrisa. Nos quedamos con esa percepción de perderla para siempre. Y tenemos ganas de gritarle un susurro al oído para decirle un te quiero, un siempre te quise, y un te seguiré queriendo aun no te encuentres en ese espacio vacío que ocupara por cuarenta años de olor a ti.
Tal vez nunca lo pensaste, no tenía planes para verte muerta, todo padre y toda madre espera que sus hijos le lleven al cementerio. Es tan difícil ver desprenderse ese pétalo de aquella flor del alma. Me compele retroceder el tiempo y mirarte dando pasos inestables, buscando apoyo en mis manos fuertes. Seguirte suave, con la sutileza del arco iris, tornando la vida, creciendo con los jazmines y las dalias.
Nunca antes te vi tan patética, era tu primer día de escuela, del mismo modo todos los primeros días de tu vida fueron nuevas entregas del alma. Aquellos pequeños detalles, tu talento y la simplicidad de las palabras, el acento grave, las articulaciones espontaneas, la gardenia atada a tu pelo negro y los reflejos de luces de tus ojos, todo me habla de ti, el mundo está lleno de ti, nada parece tener sentido sin ti.
Nunca me sentí tan torpe como ahora, nadie me creería las cosas que ocupan mi mente, preguntándome si podría dar mi vida en cambio de que tengas la tuya. Para mí la muerte nunca tuvo sentido, por lo menos no tanto como la vida, es con vida que quiero pensarte fue con vida que me acostumbre a quererte.
Para un padre o una madre un hijo nunca muere, una hija nunca se va. No hay manera de acostumbrarme a tu ausencia, durante años quedaste estampada en mi existencia, era muy temprano cuanto llegó el momento de tu partida. Hay un eco en el espacio, hay un canto en el tiempo, y un camino largo que cruza la noche y me llama hacia ti.
Ya me acostumbré a quererte y nunca tendré razón para olvidarte.
