viernes, 1 de abril de 2011

Tu felicidad depende sólo de ti

Eramis Cruz

El camino hacia la felicidad no existe, la felicidad no se busca como
una moneda perdida, si así fuera entonces la perderías de la misma manera que llegaste
ella, depender de alguien para ser feliz es una manera errónea para obtenerla,
de ser así, el día que ese alguien te la niega regresarás a la infelicidad
porque no estaba bajo tu control sino de alguien con derecho a echar vuelo a
conveniencia. Tal vez sea necesario primero definir lo que se entiende por
felicidad y ese lugar muy especial en la que puede existir. Lo primero es que
no existe un procedimiento para llegar a ella, ni un banco donde se pueda
depositar con seguridad.


Cuando a uno le muestran en los medios a una persona feliz, se valen de
una imagen sonriente, o a alguien que se acaba de ganar un boleto de la
lotería, o tal vez una persona recién casada, el nacimiento de un bebé, o el
momento de la llegada de un ser querido que regresa de lejos. El mensaje es
claro, se trata de algo positivo que nos hace sentir gratificados o
correspondidos.


No existe la menor duda, podemos ser felices, esto es muy importante
para ser ignorado con facilidad. Podemos aprender a ser feliz en cualquier
parte, en todos los tiempos y en medio de toda la gente. Algo diferente ocurre
cuando la persona no sabe cómo, no sabe lidiar con los factores que interfieren
con la felicidad.

Creo que el error principal es creer que la felicidad se resume en el
alcance de un sueño, uno sabe que detrás de eso que la gente llamada “buscar un
sueño”, existen factores enajenantes que se comunican con predeterminados
objetivos o intereses escondidos. La vida no es una ilusión ni puede serlo. La
vida es simplemente maravillosa y esa maravilla no necesita de la creación de
duendes que solo existen en la imaginación ya que puede ser reconocida en los
aspectos simples y complejos que dan razón a nuestra existencia.

No podemos negar que en el proceso progresivo del universo somos parte
de una cadena de reacciones evolutivas que no conocen de retroceso. No importa
si nuestro aporte sea considerado un granito de arena, lo importante es que de
granito de arena se forman las grandes orillas de los océanos.

No podemos entender la felicidad y mucho menos ser feliz al menos que
uno se conozca como individuo existencial en un ámbito grandioso y con ello
reconocer y distinguir acciones, factores y fenómenos de los cuales controlamos
algunos mientras muchos escapan a ese control.

Una persona feliz es la única en capacidad de facilitar la felicidad a
otro. No podemos hacer feliz al otro, solo podemos ser facilitadores, la
felicidad es algo personal que está determina por cada cual según sus propios
conceptos y percepciones de la vida.
La felicidad existe en tu interior, en ese espacio que solo tu ocupas,
allí nadie puede entrar al menos que tu se lo permitas, depende de cuáles son
tus condiciones y restricciones, si tienes algunas. Se trata de la esencia de
tu ser. Tú no eres una separación entre cuerpo físico y alma espiritual, a
pesar de que muchas religiones y filosofías enfrascadas en la metafísica así lo
crean, no tienen manera de comprobarlo. Ser dueño de un alma que se condena,
nacer con la culpa del pecado original, vivir amenazado de ser echado el
infierno aun después de la muerte, no son buenas primicias para la felicidad.

Mucha gente acepta llamar a las personas pobres como infelices y se
crean miles de patrones teóricos que asocian la posesión de riqueza con la
felicidad. También se asocia a la felicidad el poder social, político o militar
y parece que entre más alto escalas en la pirámide de las sociedades
contemporáneas más feliz puedes ser. Todo parece a la vez conspirar para
distanciar la felicidad del ámbito o parámetro que está bajo nuestro control
como persona.

Con respecto a la facilidad estamos de acuerdo de que existe mucha gente
con buenas condiciones de salud y los medios necesarios para cubrir sus
necesidades básicas o elementales, pero que no se considera feliz. Y es que no
se puede ser feliz cuando la felicidad es pospuesta hasta la consecución de
determinados objetivos.
Si como una persona de grandes perspectivas te lanzas en la búsqueda de
lo que más quieres en la viada, será más fácil lograrlo si te esfuerzas como
una persona feliz. La persona feliz es más radiante, mas emprendedora, más
convincente, y con mayores potencialidades. Nadie quiere emplear en su empresa
a una persona que refleja el carácter de la infelicidad y la perturbación. La
gente cree que un colega o una colega feliz ofrecen mejores posibilidades de
éxitos en cualquiera iniciativa que una persona víctima del fracaso y sujeta a
la incertidumbre.
Jurídicamente está establecido que todos los hombres y las mujeres son
iguales, con los mismos derechos y deberes en el marco de la vida social, como
ciudadanos, como individuos en el mundo entero. Y a pesar de los desafueros y
las discriminaciones por razones raciales, políticas, y económicas entres
otros, ser feliz debería ser para nosotros una motivación en el esfuerzo para
combatir esos prejuicios.

Durante las fiestas religiosas en honor a la Virgen de Guadalupe,
patrona de la fe de los mejicanos, los medios exhiben imagines de mucha gente
pobre caminando de rodillas o martirizándose físicamente, muchos para lograr
ser perdonados, otros purgando una penitencia auto impuesta como una promesa y
el logro de algún favor obtenido con la intervención milagrosa de su patrona.

Estas dramáticas imágenes no son exclusivas de ese país sino que desde
el lejano oriente hasta muchos rincones de nuestra América se hacen
compartibles. Por encima del respeto que nos merecen hay que reconocer que
existe una concepción fatalista impuestas por las creencias religiosas
especialmente cuando con ellas se admite que la felicidad no es posible en esta
tierra.
Todas nuestras razones convergen para dejar claro que la felicidad no está
necesariamente sujeta a las condiciones externas que determinan el éxito o el
fracaso de nuestras empresas o proyectos personales. Al contrario, la felicidad
debe ser el motor de arranca para superar los fracasos y lanzarse en la
búsqueda de mayores logros.
La vida es corta pero es maravillosa, con ella avanzamos tras diferentes
etapas o escalones, estos se suben y se bajan, hay una razón para bajar tan
válida como subir, lo importante es saber y estar consiente porque sucede lo
uno o lo otro, sin dejar de ser feliz. La alegría, la tristeza, la melancolía,
el enojo, reír y llorar, ganar amigos, perder amigos, a veces se pierde hasta
la libertad, todo esto le sucede al humano como tú y como yo porque hay muchas
cosas que controlamos y otras que no, sin embargo podemos sobreponernos a todas
las condiciones si nos los proponemos con felicidad.

La reunión privada entre Kissinger y Pinochet en Chile

Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...