viernes, 18 de noviembre de 2022

Nueva hipótesis sobre la muerte de Bruce Lee

que estaría vinculada a una de sus frases más conocidas

Publicado:

18 nov 2022 20:29 GMT

La autopsia reveló que su cerebro se había hinchado y pesaba 1.575 gramos, muy por encima del promedio de 1.400 gramos de uno sano.

Nueva hipótesis sobre la muerte de Bruce Lee, que estaría vinculada a una de sus frases más conocidas

Bruce Lee.

Michael Ochs Archives / Gettyimages.ru

Un equipo de médicos del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD, UAM) de Madrid, España, propuso una nueva hipótesis sobre la causa de la muerte del mítico Bruce Lee. Considerado el artista marcial más influyente de todos los tiempos, murió repentinamente en Hong Kong, China, a la edad de 32 años. Según los investigadores, las causas de su deceso, que hasta ahora no se han esclarecido completamente, podrían estar relacionadas con algunos trastornos vinculados en cómo su cuerpo procesó el agua, publicaron recientemente en Clinical Kidney Journal.

Con base a un análisis de la información disponible públicamente sobre los resultados de su necropsia, su historia clínica, estilo de vida y antecedentes familiares, los científicos llegaron a la conclusión de que la causa de la muerte fue un edema cerebral debido a la hiponatremia. La incapacidad de sus riñones para excretar el exceso de agua provocó esta peligrosa disminución anormal de la concentración de sodio en la sangre que mató a Bruce Lee en 1973. Su autopsia reveló que su cerebro se había hinchado y pesaba 1.575 g, muy por encima del promedio de 1.400 g de un cerebro sano.

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Según los investigadores, Lee (nacido en California, EE.UU., como Lee Jun-fan) tenía múltiples factores de riesgo de hiponatremia. Destacan una alta ingesta crónica de líquidos y el consumo de marihuana, que aumentan de forma aguda la sed.


También relacionaron algunos factores que disminuyen la capacidad de los riñones para excretar agua al promover la secreción de hormona antidiurética (ADH) o interferir con los mecanismos de excreción de agua en los túbulos renales, como medicamentos recetados (diuréticos, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, opioides, medicamentos antiepilépticos), el consumo de alcohol, la ingesta crónica de alimentos bajos en solutos, antecedentes de lesión renal aguda y ejercicio.


"En otras palabras, proponemos que la incapacidad del riñón para excretar el exceso de agua mató a Bruce Lee", escribieron los investigadores. En las conclusiones de su estudio, los científicos comentan que, irónicamente, Lee hizo famosa la frase "sé agua, amigo mío", pero el exceso de agua parece haberlo matado en última instancia.

Fuente:

https://actualidad.rt.com/actualidad/448650-nueva-hipotesis-muerte-bruce-lee



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jueves, 17 de noviembre de 2022

Sembradío de la sutileza

Eramis Cruz


Encontrar terreno fértil se ha vuelto una misión magnánima, especialmente cuando se pretende sembrar letras para construir pensamientos. Éstas suelen parir ideas peligrosas para liberar almas atribuladas o encender discursos de entusiastas banales. Tuve suerte al encontrar espacio virtual, una mercancía novísima hasta para los maestros. Allí basta un clic y el mundo está a tus pies.

¿Por qué no un campo ficticio en el que puedan crecer las letras, echar raíces los poemarios como montones de bambú? Los gigantes tecnológicos tienen su Valle del Silicio, las compañías cinematográficas su Hollywood, y los monopolios del dinero su Wall Street. 

He sembrado en el campo fértil de un lugar poco conocido, algunos versos que compuse con palabras fulgurantes. Un tanto espigadas, regué a la vez, algunas prosas cantarinas. La parcela asemeja a un arrozal sin espantapájaros, donde el viento juega con las avecillas.

Ahora aguardo por ellos, y ellos esperan por mí. Vigilo que den frutos a corto plazo, tal vez les ayude el terreno limpio, las intenciones sanas de sus cuidadores, que crezcan al ritmo de la noche y produzcan poemas enteros. En la sutileza de mis inquietudes líricas he divagado sin rumbo cierto, viviendo una aventura agridulce, pero siempre alerta y determinado a sostener con firmeza el candelabro luminiscente.

Con ellos no intento denunciar las culpas, quiero cumplir el cometido de ofrecer, de echar al viento las semillas. Quiero darles una mano a las abejas, robar de su panal el dulzor que extrañan los servidores de Mar-a-Lago.

El amor me ofreció la guarida de las pasiones, y luego me cobró el cruce por senderos agrietados. Las aspiraciones no siempre trascienden de fuentes gratuitas o placenteras. Pero estoy decidido, esperaré por ellos, mis versos tímidos (nunca serán satánico sino mesiánicos), que echaron vuelo con mis prosas introvertidas, una complicidad de viejos amigos. Cuando regresen los haré prisioneros de mi pluma, los adornaré con nuevos matices, y sus vidas serán públicas; se verán rodeando los entornos de la realidad apuntalada y la ficción de lo imposible.

La literatura está acostumbrada al silencio de los cómplices, es una heroína de los tiempos, espera en los anales de las bibliotecas, en los rincones oscuros de los sótanos, y su expectativa nunca le falla, nadie se resiste al poder de su magia, ni al alcance de su benevolencia.

Qué me plagien los perversos, que mis versos y prosas dejarán de ser los míos, pero serán capaces de dar giros repentinos para describir puntos en medio del universo, que en el telescopio se transforman en drones, Galileos los vio sin dudar que se movían como los espermatozoides.

Muchos los criticarán, otros los verán con indiferencia, pero siempre tendrán la bienvenida de los sentimientos nobles de quien valora la ética, que se esconde detrás del conglomerado, y la estética que extiende sus alas en medio del salón. Entonces a su justa medida, con esa prestancia de primavera, querrán compensar las tríadas de la tristeza con el regocijo del inocente y juntos aprender a construir arco iris.


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Eramis Cruz, es charlista, promotor social, editor y escritor dominicano que reside en los Estados Unidos desde 1978. Ha publicado ocho obras literarias y múltiples artículos en periódicos y revistas, ha impartido clase de computadoras para la comunidad y fue secretarios general del Instituto Duartiano de los Estados Unidos. Ha ejercido diferentes funciones institucionales y trabajó como asistente   de viviendas para la Ciudad de Nueva York. Actualmente está retirado del servicio público, aunque trabaja independiente como administrador de la Editorial Pie de Amigo. Actualmente es secretario general de la Asociación de Dominicanos de New London, Inc., Connecticut. 

eramiscruz@gmail.com



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miércoles, 9 de noviembre de 2022

El señor Miedo

Eramis Cruz



El Diablo anda por aquí pretendiendo de buena gente, pero en el infierno es mejor conocido como señor Miedo. No se le llama con tal seudónimo porque provoque temor a los niños sino por las afinidades que tiene con ese calificativo.

En realidad, el señor Miedo es un demonio bastante solicitado, tanto, que no le falta empleo a pesar de su alta tarifa y exigencias. Cuando el Miedo se topa con una persona, especialmente si anda en malos pasos, la deja inhabilitada para actuar con normalidad, su mente se nubla impidiéndole pensar. Ser presa del señor Miedo provoca el instinto conocido como “fight or flight response” (reacción pelea o huye). 

Pero el señor Miedo no sólo es sádico con los culpables de actos pecaminosos, también se la pasa haciéndole la vida imposible a personas sanas e inocentes. Nadie sabe cómo el Miedo se las arregla para estar en tantos lugares al mismo tiempo.

Al señor Miedo se le encuentra en las iglesias, porque es un demonio que no le teme a Dios, ya que no es posible que se tenga miedo a sí mismo. Prácticamente vive en los hospitales porque sabe que el humano le tiene miedo a la muerte como el diablo a la cruz. El Miedo es aliado de los gobiernos, de todos los gobiernos, específicamente porque entiende que el miedo es un método eficiente para gobernar a los pueblos, específicamente bajo las observancias de El príncipe de Nicolás Maquiavelo.  

El señor Miedo es un demonio inteligente, un estratega más viejo que el conde Drácula, y aunque no cree en la leyenda escrita por Bram Stoker en 1897, sabe que la gente es tan tonta como estúpida y al final termina creyendo en cuentos de camino, si es que le hechiza el alma.

No hay lugares más favoritos para el señor Miedo que las escuelas y las universidades, también le gusta pasar tiempo en los talleres y dondequiera que la gente trata de tener éxitos. El Miedo sabe por experiencia propia que no hay peor miedo que el miedo al fracaso. Él es un maestro experimentado en el área, no le cabe la menor duda al respecto, aquel que no pierde el miedo a fracasar, fracasará en las mayoría de sus intentos. La ley de la probabilidad es un juego que le fascina tanto como la ruleta rusa.

Que nadie se pierda pesando que el señor Miedo es un fracasado, todo lo contrario, es muy exitoso por el logro de sus objetivos. Tan exitoso que le ganó al Diablo el día que Dios lo echó a patadas del reino del cielo. Para el señor Miedo fue su día más feliz, llevaba muchos siglos esperando que Lucifer fracasara para poder acreditarse ese evento que sólo ha ocurrido una vez entre dos gigantes del espacio y el tiempo. Desde entonces nadie ha logrado más suicidios en el mundo, incluyendo los cometidos por príncipes, presidentes, y hasta varios papas. Su fórmula es simple: primero espera con paciencia, sabe que nada desespera más al humano que la espera, especialmente si no tiene claro lo que busca.

Ahora, hablemos de una debilidad de este demonio, y fíjese que aunque parezca contraproducente, el señor Miedo es muy valiente a decir por las cosas en las que se inmiscuye. Sin embargo, no hay nada que lo aterre tanto como el abandono, dejarlo en la soledad para que pruebe su propia medicina.

Como humanos que somos, nos resulta traumático el abandono. Sabemos que es cierto y está demostrado que luego que el miedo es abandonado la vida le cambia a todo el mundo. Especialmente el miedo al fracaso. 

El antídoto de este demonio implacable, conocido en el infierno como el señor Miedo, es la valentía o el arrojo. Todo se transforma cuando se descubre que el miedo es un fantasma hecho de la penumbra, sobre todo, que el miedo es un fenómeno normal, que tiene como objetivo la advertencia, es una alarma que previene del riesgo o el peligro. 

Muchas personas tienen miedo a cosas que ni saben existen o a experiencias que nunca han tenido. Porque el miedo de otras personas puede ser transferido a la demás. Este fenómeno es conocido en psicología como “vicario”, una manera en la que el miedo que siente una persona pasa a la imaginación de la victima o sea vicariamente. Por ejemplo el miedo a una serpiente sin nunca haber sufrido daño o haber tenido contacto con una. Para vencer el miedo es un buen consejo hacer lo que da miedo, siempre usando el sentido común o sin poner en riesgo la integridad física o mental. Hay casos en los que el instinto aconseja huir no luchar. En otras circunstancias hay que buscar ayuda profesional para vencer este demonio. 

 


Eramis Cruz, es charlista, promotor social, editor y escritor dominicano que reside en los Estados Unidos desde 1978. Ha publicado siete obras literarias y múltiples artículos en periódicos y revistas, ha impartido clase de computadoras para la comunidad y fue secretarios general del Instituto Duartiano de los Estados Unidos. Ha ejercido diferentes funciones institucionales y trabajó como asistente   de viviendas para la Ciudad de Nueva York. Actualmente está retirado del servicio público, aunque trabaja independiente como administrador de la Editorial Pie de Amigo. Actualmente es secretario general de la Asociación de Dominicanos de New London, Inc., Connecticut. 

eramiscruz@gmail.com



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sábado, 5 de noviembre de 2022

No te distraigas

Eramis Cruz

 

Vivir distraído se ha constituido en una situación que merece una atención especial. Recordemos los famosos culebrones de los años maravillosos, unas novelas radiales y televisadas que solían llegar a las familias a determinadas horas del día, pero muy especialmente al medio día y de las siete de la noche en adelante.

Se criticó mucho esa tipología de programa porque eran considerados contrario a los valores culturales autóctonos, pero las novelas por televisión resultaron ser un hueso malo de roer. Sus efectos negativos son aun los mismos, inclusive peores, porque siguen siendo ventanas hacia un mundo de la verborrea y la repetición sin nada que ofrecer al cerebro.

Muchas veces uno cree que está ignorando si el futuro vendrá peor. En realidad, las distracciones se han convertido en un flagelo. Afecta la memoria y la capacidad de asimilación. El estrés nos hace adictos a la distracción. Los niños que viven encerrados en sus habitaciones, la madre que cocina en un espacio sin ventanas, el padre adherido a un deporte que de deporte no tiene nada, 

Uno puede ver el gato mirando tras el cristal de la ventana, y el perro tras su amo implorando por un paseo al parque.

En esto debemos pensar en relación al estilo de vida que nos afecta a todos. 

Los nutriólogos aconsejan observar atentamente el peso corporal, las horas de ejercicio físico a la semana de todos los miembros de la familia, y las horas de sueño que usamos.

Las peor de las distracciones son aquellas que nos hace indiferentes ante los demás seres humanos, a veces hasta de los familiares más cercanos. En el mismo grado, la distracción que nos convierte en compradores compulsivos de artículos y servicios que no necesitamos o no podemos pagar.

Toda esta situación crea una condición que la mayoría de la gente no puede ver, porque viven embebidos en una realidad enajenante. La solución puede variar de una persona a otra. Muchos casos de carácter depresivo pueden requerir ayuda profesional, pero cuando se trata de mejorar nuestras condiciones de vida basta el deseo de concentrarse en las cosas positivas que contribuyen con la valoración del individuo y del buen convivir. La lectura de crecimiento personal y la participación en actividades de calidad social.



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jueves, 3 de noviembre de 2022

Sobrevivencia


Eramis Cruz

 

Tuve la suerte de vivir en el campo con mis padres, a unas cinco cuadras de calle del mar, sé lo placentero que es oír el oleaje suave de la mañana y ver el sol subir con su morfología esférica, entonces de vez en cuando darse un baño completamente desnudo en sus aguas tibias, como acariciándote la piel.

Luego nos mudamos con él a las montañas, allí completamos otro ciclo de vida en contacto con la naturaleza y sin otro atuendo que la inocencia.

Fue una niñez de ciertas carencias urbanas, pero de sana compañía entre gente que lo compartía todo, incluyendo la alegría y la tristeza. En ese tiempo la muerte de un pariente no te dejaba en la ruina ni el pregonar de un nacimiento era motivo para gastos excesivos.

Todo eso pasó a ser memoria cuando regresamos al asfalto y al relajo de las piedras cayendo sobre los tejados cuando se producían los cortes de electricidad (se fue la luz). Uno tenía que dejar la clase escolar e irse a casa y luego en la mañana regresar al taller de ebanistería donde el dueño te explotaba a cambio de un oficio sin garantía ante un futuro que apresuradamente se nos venía encima.

Fue exactamente aquí que nos cayó, como una maldición, los 12 años y más de la dictadura de Joaquín Balaguer. A esto se le llama sobrevivencia, un proceso complejo que implica la ejecución de una serie de artimañas para torcer calles y enderezar esquinas. En literatura lo definen como “atar los cabos sueltos” o una manera de negociar los vericuetos.

Uno no se da cuenta sino con el transcurrir del tiempo, y un día razona que si puede hacer algo más que el intento. Crecemos, y casi hasta morimos para vencer la cultura del fracaso, del dicho y el capricho. Bajo tal presunción de que nadie servirá para nada. Son capaces de tal uso y abuso que hasta se atreven a demostrarlo científicamente. El único que terminará frustrado será aquel que pierda de vista que la vida es un poema de versos construidos de antemano, un teatro y nosotros somos los espectadores, como dijera Shakespeare. Pero un día te das cuenta que las cuentas no son de tal compromiso, te despabilas y mandas a todos al carajo.

¡Comprobado! Un milagro de los alquimistas (Paulo Coelho), los que luego aparecen pregonando por las praderas, enseñando en las escuelas, inventando antídotos para las secuelas de los inconvenientes que inducen a muchos a nadar contra la corriente.


Eramis Cruz, es charlista, promotor social, editor y escritor dominicano que reside en los Estados Unidos desde 1978. Ha publicado seis obras literarias y múltiples artículos en periódicos y revistas, ha impartido clase de computadoras para la comunidad y fue secretarios general del Instituto Duartiano de los Estados Unidos. Ha ejercido diferentes funciones institucionales y trabajó como asistente   de viviendas para la Ciudad de Nueva York. Actualmente está retirado del servicio público, aunque trabaja independiente como administrador de la Editorial Pie de Amigo. Actualmente es secretario general de la Asociación de Dominicanos de New London, Inc., Connecticut. 

eramiscruz@gmail.com


La reunión privada entre Kissinger y Pinochet en Chile

Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...