lunes, 2 de noviembre de 2020

Montes Arache Revolución de Abril 1965

Montes Arache afirma abundan héroes ficticios de Revolución Abril 1965

Por Claudia Fernández

Entrevistas con la historia reciente del país

[Continuando con la serie sobre la Revolución de Abril de 1965, RELÁMPAGO INFORMATIVO publica la serie de entrevistas realizadas a algunos de los principales protagonistas de este acontecimiento, tanto del lado constitucionalista como del lado conservador. Casi todos han fallecido, por lo que es necesario que se conozca el pensamiento de estos hombres, que en su momento incidieron en el devenir histórico de esta nación.]

Montes Arache:

(29 de noviembre de 1927 – 23 de diciembre de 2009. Entrevista realizada en 1997)

Comandante de los hombres que se constituyeron en leyenda, casi superhéroes para la población en una época de grandes convulsiones y problemas políticos que mantenían en virtual estado de sitio al país. Nervudo, de baja estatura, a primera vista no parece ser el gigante que fue hace ya más de cinco décadas, cuando el estallido armado que dio lugar a la Revolución de Abril de 1965.

Este hombre-leyenda, que habla hasta por los codos y refiere episodios inéditos de aquellos tiempos, no tiene pelos en la lengua para externar su manera de pensar y sentir de los acontecimientos en los que luchó al lado del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, con quien tuvo serias divergencias, como él mismo lo señala, pero cuya amistad se mantuvo por encima de todo.

Su nombre es ya parte de la historia reciente, y lo que más le duele de toda la situación, es el ostracismo en que han mantenido al grupo de combatientes excepcionales que tuvo el honor de comandar, así como el olvido “involuntario” de toda una sociedad y los gobiernos que le siguieron, incluyendo los de los partidos Revolucionario Dominicano y el de la Liberación Dominicana.

Conversar con Manuel Ramón Montes Arache, hombre orgulloso que no se doblega ante la adversidad porque ha vivido con ella como si de una compañera fiel se tratara, constituye toda una experiencia. Es como dice: “Claudia, no me siento frustrado sino decepcionado”, ya que nunca se ha reconocido la obra de cientos de dominicanos que se lanzaron a las calles fusil en mano a defender la Constitución, enfrentar la corrupción imperante y poner en alto la soberanía nacional en medio de una odiosa intervención, de la que dice, “fue hecha unilateralmente por los Estados Unidos”.

Un hombre que se atreve a enfrentar a grupos que inciden en la sociedad, emplazándolos a decir cuál fue su papel en la Guerra de Abril, pues si ese grupo que ahora se quiere atribuir la gloria explicara a las nuevas generaciones su participación, entonces, añade, “yo no estuve en la revolución”.

Este mismo personaje que enfrenta con valentía al doctor Joaquín Balaguer, al que reconoce su nacionalismo pero le echa en cara el que por temor haya creado los antagonismos en los altos mandos militares, quien también se atreve a decir que ya la institución a la que perteneciera –Marina de Guerra– no tiene la capacidad logística y de personal para tener en su seno un grupo élite como los hombres rana, ya que actualmente en ésta “no hay ni un renacuajo”.

Al cabo de los años, reconoce que el episodio del hotel Matum en diciembre de 1965 fue un “soberano disparate, una estupidez de Francis”, que arriesgó la vida de sus hombres para cumplir el sagrado deber de asistir a una misa.

En la acogedora salita de su apartamento de la urbanización El Millón, en donde vive modestamente rodeado de sus recuerdos, la conversación se interrumpe de vez en cuando por la irrupción de Flappy y Sophie, sus dos perros. Así se inicia una retrospectiva hacia el pasado, cuando el Gran Zulú, como le decía a Caamaño Deñó, fue a reclutarlo para la conspiración, petición a la que accedió sin pensarlo dos veces, ya que el móvil que le diera el coronel de Abril bastó para que se decidiera.

Este protagonista de primera línea de la Revolución de Abril de 1965, cuyo arrojo, temeridad y valor no se los escatima nadie, siempre al frente de sus tropas, le creó dentro de sus subordinados la aureola que aún hoy parece relumbrar en su blanca cabeza.

Recuerda con dolor y pena al héroe nacional de mil batallas Manuel Urbano Gilbert, quien ya anciano se sumó a las fuerzas rebeldes “y murió en la indigencia”, cuyo valor nunca ha sido reconocido, así como al italiano Illio Capocci, legionario, hombre de increíble valor que decidió su suerte sin pensarlo dos veces, negándose a acogerse en la Embajada de su país porque este lo había adoptado, así como a todos aquellos que ofrendaron sus vidas por la patria, para ver al final de sus días cómo esos héroes han sido sepultados por falsos ídolos que han usurpado la gloria de los verdaderos.

Su cara se transforma al hablar de esos momentos en que la existencia de la nación como tal peligraba, al intervenir las fuerzas militares norteamericanas en el conflicto “de manera inconsulta”, según afirma y asegura, y habla de los mitos que se crearon en torno a la guerra civil, así como de la supuesta participación de muchos que han vivido a costa de una pantalla ficticia.

El contralmirante (r) Manuel Ramón Montes Arache responde todas y cada una de las preguntas sin pensarlo dos veces, en medio de gestos que le son característicos y que repite sin cesar, dependiendo de cómo le caiga la pregunta y el tipo de respuesta que ofrece.

Realmente, más que una entrevista, fue un intercambio de impresiones, muy agradable por cierto, porque detrás del super entrenado militar que fue, subyace el hombre galante, bien educado, que se desvive porque una se sienta bien en su presencia, cuyo trato fino y cordial contrasta con la imagen de hombre duro y con “arrestos” de la Revolución.

Pero pasemos a la entrevista con este nativo de San Pedro de Macorís, hijo de un inmigrante español y una campesina del Este, criado con todos los rigores, la severidad y la disciplina de aquellos tiempos. Este hombre que todavía conserva el fusil del primer norteamericano que cayó abatido por las balas del no menos famoso italiano Illio Capocci, se muestra sencillo, afable, sin dobleces, y así, en ese estado de ánimo empiezan a surgir sus recuerdos.

P.- General, ¿cuándo, cómo, por qué y en qué tiempo empiezan los preparativos que dieron por resultado la Revolución de Abril?

R.- El inicio, la gestación de lo que se llamó el Movimiento Constitucionalista de 1965, no puedo decirte cómo empezó porque yo estaba fuera del país desde junio de 1961, luego de la muerte del Jefe, tuve un accidente con unos explosivos y durante un año y 8 meses estuve en Barcelona por las heridas que recibí, y de ahí me trasladaron a Washington, en donde estuve interno en el hospital naval de Bethesda hasta el año 1963, cuando vine al país de licencia médica, siendo ya Juan Bosch, Presidente de la República.

Estando en el país, se derroca a Bosch y le hago saber al jefe de Estado Mayor de la Marina en ese tiempo, que era un compañero de academia, Julio Alberto Rib Santamaría, mi inconformidad con los sucesos, porque creía que era una estupidez la que habían cometido y él me dijo que ese hombre era un comunista. Yo le dije que eso era un error, y el tiempo me ha dado la razón a mí. Fue un error y quizás por la aseveración que hice, fue que me llamaron de nuevo desde el hospital y volví a salir del país y entonces retorno el 14 de abril de 1965, cuando todo el proceso se estaba gestando. Había inconformidad del pueblo y de los partidos y los políticos en torno a los gobiernos de ipso. Se hablaba de conspiración, pero a mí, el primero que se me acerca para hablarme de eso fue también un compañero de academia, Giovanny Manuel Gutiérrez y me dice que quería ponerme en conocimiento de lo que se estaba preparando. El no me dejó ver nada de lo que se tramaba, quien me puso en evidencia fue Francis Caamaño, él fue y me dijo que en el seno de las Fuerzas Armadas se gestaba un movimiento para terminar con el Triunvirato, que lo presidía el doctor Donald Reid Cabral.

Una sola pregunta le hice. Francis, ¿para qué se van a meter en problemas políticos, qué tú pretendes y ese sector de las Fuerzas Armadas para comprometerse en ese hecho político? Me contestó, una sola cosa Montes, que cese la corrupción y la politiquería en las Fuerzas Armadas. Y no hubo más nada, yo le dije, cuenta conmigo. El plan original estaba preparado para el 26 de abril, se anticipó como ya es de dominio público, por el apresamiento de varios oficiales y eso es lo que produce el estallido dos días antes de lo esperado.

Naturalmente, yo me incorporé a lo que se llamó en esa época “los rebeldes”, a quienes se les conminó a que entregaran la posición, a lo que se negaron. Eso estuvo muy bien hecho, y a partir del domingo 25, fue que me integré a los rebeldes. De ahí en adelante, lo demás es una historia más que comentada.

P.- Hay muchos mitos, comandante, de lo que fue la Revolución y de quiénes participaron en ella, ¿qué tiene usted que decir a esto?

R.- Claudia, esto me da un poco de risa, porque tienes mucha razón con esto que está aconteciendo hoy sin que la historia se encargue de definir los hechos. Si algún día alguien me pregunta si yo estuve en la Revolución de Abril de 1965, que fue en Santo Domingo, si estos personajes que están diciendo que fueron comandantes, directivos, que estuvieron en ciertas posiciones, estaban ahí, entonces yo no estuve en la Revolución de 1965. con esto te contesto la pregunta. Es que han aparecido tantos atorrantes, tantos vagabundos, esos mitos que tú has dicho, que se han abrogado posiciones, cuando hay hombres que merecen mucho, que jamás han abierto la boca, nunca se ha hecho mención de ellos la lista de estos hombres es larga, y nunca se han mencionado y están inéditos en la Revolución.

P.- ¿Esto significa que no son todos los que están, ni están todos los que son?

R.- Eso fue así realmente, y fue un detalle que lo tomé muy en cuenta y me marcó porque siempre mantengo mis posiciones, no me gusta saltar de un carril a otro, por eso tuve mis divergencias con Francis Caamaño, porque creo decididamente que yo elegí como hombre, con mi conciencia, con mi personalidad y con mi manera de ser, elegí, digo, mi camino desde muy temprana edad. Respecto a tu pregunta, en la Revolución de 1965, aquellos partidos que decían defendían al pueblo a ultranza durante la lucha armada y cayendo hombres muertos, muchísimos, no sacaron la cabeza, ya que invocaban que la lucha no era de ellos. Pero, ¿cuál era la lucha de ellos, lo podrán explicar alguna vez y decirle a esa juventud ansiosa por saber y que le contesten? Me gustaría que hoy por hoy, contestaran después de décadas de haber emitido esos juicios, cuál era la lucha de ellos…

P.- Usted se refiere a…?

R.- Algunos partidos de izquierda, el PCD y el MPD específicamente, no sacaron la cabeza, yo no vi a ninguno combatiendo en ningún sitio. De seudo comandos escondidos, dizque combatiendo. Y si alguno de ellos dice que combatió, entonces yo no combatí en la guerra y no estuve en el país en esos momentos.

P.- En la separación del CEFA, ¿qué sucedió realmente, y después de la Revolución, cómo se logró integrar de nuevo a los militares disidentes y rebeldes?

R.- Bueno, la integración real y efectiva después de la guerra y el inicio del gobierno de Reconstrucción, no se produjo nunca. Lo que me preguntas en principio, a raíz de haberse proclamado el movimiento constitucionalista puedo decirte sin lugar a equívocos, que la totalidad de las Fuerzas Armadas y casi de la nación, salvo sectores interesados, estaban todos apoyando el movimiento. A partir de ese momento, naturalmente hay un sector militar que apoya al Triunvirato, que era el CEFA, la máquina bélica más poderosa de ese tiempo, y amparados en esa contingencia y esa posición sólida militar, el doctor Donald Reid Cabral dio un ultimátum, que no fue escuchado, claro está, y dio precisamente por resultado el enfrentamiento de los sectores.

Todavía creo que se contaba con el apoyo de todas las guarniciones militares fuera de Santo Domingo, pero se produce un hecho que es la batalla del puente Duarte, que define el status militar. ¿Quién tiene el control? El bando constitucionalista, definitivamente, era dueño del teatro de operaciones en este lugar, a partir del lunes 26 en la noche, en la madrugada del 27 somos dueños del terreno, eso es lo que da al traste con la Revolución. Porque quizás con la dolorosa espina que tenían los norteamericanos con el presidente de Cuba, pensaron que iba a haber una nueva Cuba e inconsultamente se produce la invasión norteamericana.

P.- ¿Inconsultamente?

R.- Sí. La invasión norteamericana fue una decisión inconsulta, porque si teníamos un organismo, que era la OEA, que regía y tenía sus delimitaciones en cuanto a sus cláusulas, una de las cuales establecía la no intervención –hace un aparte para una disquisición y dice—fíjate que se dice que hemos sido en América los primeros en todo, en descubrimiento, la primera catedral, hasta los primeros sinvergüenzas, pero creo que somos los primeros que llevamos a la OEA y le ponemos un epitafio, hay que hacer una serie de modificaciones al acta constitutiva de ellos y darle visos de legalidad a esa invasión que fue inconsulta, trayendo tropas de aquí y de allá.

P.- Esa invasión, ¿entonces no fue solicitada por la gente de aquel lado, es decir, por los militares no constitucionalistas?

R.- Ese es otro de los mitos, porque posteriormente, hablando con elementos que estuvieron y formaron parte de la Junta de Reconstrucción Nacional, entre ellos Enrique Casado Saladín, me dijo a mí que a él le llevaron un memorando para firmarlo cuando estaba en el baño y le dijeron fírmalo de orden y llévatelo, pero él no lo firmó, por eso yo te digo que los otros que firmaron el documento no creo que estuvieran de acuerdo, eso fue una decisión unilateral de los Estados Unidos, esa es la verdadera verdad. Afirma de manera tajante y cortante.

P.- Comandante, en el caso de que ustedes, el Movimiento Constitucionalista hubiera triunfado, ¿qué pretendían hacer?

R.- Bueeeeeeeno, objetivamente en funciones políticas, eso era competencia de los políticos, a ellos les tocaba establecer las pautas a seguir.

P.- ¿A cuáles políticos, específicamente?

R.- Los políticos que estaban en ese mundo, yo no conocía a ninguno. Yo venía hecho en la escuela de Trujillo, y lo político para nosotros era terreno vedado, entonces, como te dije, yo salí del país a raíz de la muerte de Trujillo y llegué sin conocer a nadie en ese ambiente. Por eso digo que eran los políticos los que debían hacerse cargo de todo, pero siempre ajustándose a los principios de la legalidad, la democracia y los derechos del pueblo.

P.- Siguiendo con algunos aspectos de la Revolución, ¿de dónde consiguieron las armas para abastecer a los de la resistencia?

R.- Las primeras resultaron del bombardeo de la Aviación Dominicana al campamento donde estaba Hernando Ramírez, en el kilómetro 9 de la carretera Duarte, y respecto de los hombres míos, tenían sus armas con ellos pero no eran muchos los hombres rana.

P.- ¿Cuántos hombres componían realmente el cuerpo de los hombres rana?

R.- Efectivamente eran tres escuadras, 36 hombres, más un grupo que estaba en entrenamiento, eran ciento y pico de hombres, no más de ahí. No todos graduados, pero hombres verdaderamente entrenados eran 36, que formaban la Escuela de Comando, los demás estaban en proceso medio y no tenían la categoría de los graduados. Con esas armas fue que iniciamos, las otras, además de las del campamento del 9, si se me permite decirlo así, fueron donadas gentilmente por las fuerzas de ocupación. Después que se las quitamos peleando, naturalmente. Y se echa a reír recordando algunos episodios.

P.- ¿A qué se debió, en su opinión, la desaparición de los hombres rana después de la Revolución?

R.- Hay una cosa, cuando un jefe ve que uno de los que está cerca de él, le falta aparentemente el respeto, le toma ojeriza. Quizás por el hecho de haber intervenido los Estados Unidos a nuestra nación, se crean esas situaciones, que deben ser analizadas en el futuro en cuanto a groserías políticas, yo digo que se tomó la decisión de desaparecer ese cuerpo, que era necesario en la Marina de Guerra, por haber cometido el irrespeto de haber estado contra esas tropas, fue eliminado totalmente, hoy por hoy no hay ni un renacuajo en Marina de Guerra, es una organización muy necesaria por los trabajos de la institución.

P.- Entonces, ¿usted cree que se necesitaría de nuevo un cuerpo élite como los hombres rana?

R.- Creo que ya no para la Marina de Guerra porque ha reducido mucho sus fuerzas.

P.- ¿En qué sentido?

R.- Es que no tiene el personal ni la capacidad de antes. Cuando yo estaba en la institución, era una verdadera Marina de Guerra. Tenía más de 50 unidades navales, tenía aviación, tenía infantería, blindados, hoy por hoy, apenas quedan unas unidades a flote que cumplen precariamente con sus obligaciones, cuando realmente nuestra fuerza mayor debería ser la Marina de Guerra por la cantidad de costas que tenemos, y ahí mandar. Una fuerza élite sí la deberíamos tener como en todas partes del mundo, para cualquier contingencia, una fuerza especializada porque el mundo vive sujeto a las expectativas.

El Siglo: Jueves, 24 de abril de 1997.

RELÁMPAGO INFORMATIVO: Lunes,20 de mayo de 2019.


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sábado, 26 de septiembre de 2020

Prosopagnosia

 Fuente: hipertextual.com

Acudes a una fiesta y te presentan a una persona cuyo nombre, te dicen, es Pedro. Hablas un rato con él y tienes que presentárselo a otro amigo. Este es... ¿Cómo se llamaba? Apenas hace quince minutos que te han dicho su nombre pero no lo recuerdas. Pasan 6 meses y te lo vuelves a encontrar. Reconoces perfectamente su cara y recuerdas donde lo conociste. Hola... ¿Cómo se llamaba? Él, que es hombre de mundo, te lo dice: "Soy Pedro". Puede que lo recuerdes o puede que te des cuenta de que nunca lo retuviste y temes que te vuelva a pasar.

Es un hecho común que recordamos mucho mejor las caras que los nombres. Hay varias razones para ello. La primera es el esfuerzo cognitivo. Cuando tienes delante una cara debes decidir si la reconoces o no. Cuando quieres recordar un nombre debes buscarlo en el almacén de la memoria. No es un simple sí o no, debes traer a la memoria un nombre concreto. La primera tarea tiene una respuesta sencilla sí o no mientras que en la segunda debes buscar un nombre concreto: Pedro.

Además, todas las caras son distintas, pero muchas personas comparten el nombre. Aunque en realidad es una ventaja. Si cada persona tuviera un nombre distinto, nuestro almacén de nombres sería mucho mayor del que es. Simplemente nuestro cerebro no puede almacenar tantos nombres.

Pero la razón principal es de índole computacional y evolutivo. La capacidad para recordar caras es mucho más poderosa y antigua que la facultad para recordar nombres.

El lenguaje humano es una característica evolutiva muy reciente. No sabemos si los neandertales hablaban. En todo caso la antigüedad del lenguaje puede cifrarse en unos pocos cientos de miles de años. Digamos cien mil años. Y las áreas cerebrales involucradas en el lenguaje, aún siendo un prodigio, no son muy grandes.

Reconocimiento de caras

Por el contrario, las áreas visuales del cerebro son enormes. Y evolutivamente son muy antiguas. Los monos Rhesus Macacus y los humanos procesamos las caras de una forma muy similar. Las investigaciones indican que es una habilidad que evolucionó hace 30 millones de años en un antepasado común que compartimos con los macacos (como comparación, recuerda que los dinosaurios se extinguieron hace 60 millones de años).

Reconocer caras es algo muy difícil en lo que los humanos somos expertos. No se trata de algo que hacemos usando áreas inespecíficas del cerebro como calcular, jugar al ajedrez, razonar... Disponemos de un área concreta de reconocimiento de caras, un área congénita, precableada. Esto es debido a que debemos reconocer caras con exactitud y premura sin que ello dificulte el resto de operaciones mentales. Es decir, en paralelo. Reconocemos caras pese a que hayan cambiado con los años, con el maquillaje, con las gafas, con la barba, en distintas condiciones de iluminación, en distintos ángulos y en movimiento. Lo hacemos muy bien. Puedes probar tu destreza en esta página.

El efecto Thatcher


Se llama así porque se probó por primera vez con el rostro de la Primera Dama británica. Se consigue cogiendo la foto de una cara, cortando los ojos y la boca y pegándolos boca arriba. Si tomamos a su vez la cara resultante y la ponemos cabeza abajo (de modo que los ojos y la boca están en posición correcta pero el resto de la cabeza está girada), es difícil encontrar algo erróneo. Si por el contrario colocamos la cabeza en posición correcta ( y entonces los ojos y la boca están girados), la imagen resulta chocante. Algo está mal.

Los humanos percibimos esto claramente en los rostros humanos pero no en los de los monos. De la misma forma, los monos lo detectan en los rostros de sus congéneres pero no en los de los humanos.

Ambas especies percibimos las caras de nuestros semejantes inmediatamente mientras que las de otras especies las procesamos de forma distinta.

Aun cuando el reconocimiento de caras conespecificas se realiza por medios holísticos, las partes individuales tales como boca, la nariz y los ojos así como las proporciones faciales siguen siendo importantes.

Desde una edad temprana estamos acostumbrados a las caras de otros seres humanos: una nariz larga, la curva de los labios o las espesas cejas. Aprendemos reconocer las pequeñas diferencias que contribuyen al aspecto individual

Prosopagnosia

La prosopagnosia es la incapacidad de reconocer caras familiares o conocidas.
No es un fenómeno unitario. Puede ser congénita o resultado de lesiones cerebrales. Puede ser perceptiva o asociativa. En algunos casos pueden reconocerse personas que tengan un rasgo sumamente llamativo. En ocasiones sólo se reconocen personas de un sexo y no del otro.

Los casos de prosopagnosia congénita son muy curiosos con pacientes que tardaron años en descubrir que había algo raro en ellos. Un abogado dejó la profesión porque no podía convencer a sus clientes de su competencia: cuando llegaba al juicio, no reconocía quien era su cliente. Una modelo descubrió que era muy guapa cuando sus amigos la animaron a que se presentara a un concurso de belleza. Un pintor de retratos con bonitos fondos pero sin cara. Un judío que no podía reconocer a sus semejantes porque en su comunidad todos vestían igual.

Fuente https://hipertextual.com/2012/03/por-que-reconocemos-las-caras-y-no-los-nombres#:~:text=Simplemente%20nuestro%20cerebro%20no%20puede,una%20característica%20evolutiva%20muy%20reciente


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jueves, 21 de mayo de 2020

Aún es necesario

Aún es necesario que la gente entienda que Dios no hizo a todos iguales, con la posibilidad de nacer, crecer, reproducirnos y morir. Que las palabras son ellas y nada más, que el destino está determinado por los parámetros de tus sueños, y que lo que tú pones en tu cabeza es una radiografía de la realidad. Si tomas alcohol te embriagas, si ingieres veneno te intoxicas, y si eres traficante o gánster, tu promedio de vida sería bastante bajo. Un milagro es una acción mágica, la ficción vive en la imaginación, ni uno ni la otra constituye una fórmula algebraica para resolver la vida, ¿qué importa si a alguien le da buen resultado, como engañifa o sofisma?, la realidad es que todos somos sobrevivientes, de lo que hoy nos afecta o de lo que está pendiente. Dios no puede ser una entidad ambivalente que se debate y se combate así mismo, eternamente selectivo entre el bien y el mal. Tampoco el hueco por donde se escapan los opresores con la excusa de que poco les importa el infierno. El Coronavirus nos puede matar, pero nunca con la eficacia con que lo hace la ignorancia.

jueves, 14 de mayo de 2020

Atención dominicanos residentes ultramar:

En mi condición de miembro suplente de la Junta Central electoral/OCLEE -Oficina de Coordinación de Logística Electoral, circunscripción 1, Estados Unidos, tengo a bien comunicarles a la ciudadanía y a sus organizaciones comunitarias y políticas (dominicanos residentes en el exterior) que ese organismo, (OCLEE), confronta una crisis interna, motivada por intereses sectoriales que imposibilitará la realización de las elecciones de los dominicanos en el exterior, al menos que las circunstancias cambien, producto de una casualidad imprevisible.
El factor número uno es la falta de interés del oficialismo de la República Dominicana, debido a que no es favorecido por el voto del dominicano residente de Nueva York y (otras localidades).
El factor número dos es el estado de emergencia en que se encuentra los Estados Unidos, pero específicamente la Ciudad de Nueva York, por ser el epicentro de la pandemia Covid-19 (Coronavirus).
El factor número tres fue una visita realizada por una comisión de la Junta Central Electoral de la Republica Dominicana, encabezada por el doctor Roberto Saladín para designar la dirección de la OCLEE en la que se consideró la renuncia del presidente (saliente) de la Oclee, Rafael Tavares el 16 de enero, 2020. En esta reunión se hizo evidente una agenda escondida detrás del telón, en contra de las sugerencias de la mayoría de los delegados de los partidos políticos en favor del oficialismo. ( https://listinusa.net/juez-jce-se-reune-en-ny-con-delegados-partidos-politicos-rd/ ), ( Renuncia de la OCLEE-JCE por etica y moral )
El factor número 4 fue la intervención de los oficiales electos dominicanos, encabezada por el congresista Adriano Espaillat, el concejal Ydanis Rodríguez, asambleísta Carmen de la Rosa, doctor Rafael Lantigua, más el apoyo de delegados de los partidos políticos, mediante una videoconferencia vía Zoom y la subsiguiente publicidad, solicitando permiso al alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, y respectivamente al gobernador del Estado, Andrew Cuomo, para que las elecciones se llevaran a cabo, a pesar del estado de emergencia de la Ciudad. Esta situación provocó reacciones, en favor y en contra, entre los miembros de la Oclee. ( Adriano Espaillat pide a JCE respetar derechos de votantes en el exterior ), sobre todo debido a la desinformación en los medios.
La presente situación demanda la atención de la ciudadanía interesada en que su privilegio o derecho al voto sea tomado en cuenta en esta oportunidad o por el contrario, de aquellos que no ven en este proceso electoral resultados positivos para los dominicanos en el exterior debido a la ineficacia de los congresistas de ultramar en los últimos y ocho años y/o desde el último certamen electoral.



Eramis Cruz
Miembro suplente de la Oclee/ circunscripción 1                        14 de mayo, 2020
ceramis@hotmail.com

sábado, 25 de abril de 2020

La pandemia del siglo 21

Eramis Cruz


Estaba con mi esposa en la sala, absorto mirando la película india Taare Zameen Par, tomamos un receso para no llorar y me moví a la cocina. De repente algo vino a mi mente, que me impactó como la mayor desgracia del mundo y exclamé “Jesús Santísimo Dios mío”. Regresé a mi estado consciente, como quien despierta de la peor de las pesadillas.
Cualquiera hubiese dicho que me había arrepentido de algún pecado. Lo que en verdad me hizo sentir levantado por un tornado o succionado por la explosión de un volcán, fue sentir que no era libre, no era libre como antes, estaba prisionero en una cárcel domiciliaria sin ser culpable, no solo yo, sino todas las familias del mundo.
De repente, nadie estaba supuesto a caminar por calles ni caminos, todos los edificios comerciales, los estadios, los centros de diversión, las playas, los ríos y los parques fueron cerrados. A nadie se le permitía viajar a ningún otro país, los centros de trabajos cerraron sus puertas y los trabajadores fueron despedidos. Los niños fueron los primeros puestos en cuarentena por temor a que murieran. Debieron tomar sus clases por las redes de internet.
En todos los países la gente comenzó a morir, muchos en los hospitales y otros en sus propias casas mientras eran mantenidos en cuarentena. Las ciudades publicaron ordenanzas de que las víctimas inconscientes por ataques al miocardio no fueran resucitadas. Los cadáveres eran tantos que tuvieron que incinerarlos en las funerarias y en los cementerios. Los más vulnerables fueron las personas de la tercera edad, especialmente los que tenían algún problema de salud.

Fue un virus nuevo que casi nadie conocía. Dijeron que el virus asesino apareció en Wuhan, China, y que de ahí se extendió al resto del planeta como un tsunami, pero los chinos dijeron que no, que el virus lo habían traído a su tierra los extranjeros que vinieron a sus ciudades. Fue una época muy difícil, porque existía un sistema económico que producía riquezas para los más ricos. La gente no tenía dinero, y lo tomaba prestado de los grandes bancos pagando altos intereses para comprar comida y pagar medicina y la educación.
La vida fue tan difícil en la tierra que mientras los países más poderosos vivían en la opulencia, muchos pueblos grandes y pequeños eran pobres y desnutridos.
El país más poderos se llamaba Usa, y sus habitantes se hacían llamar americanos, aunque ellos no eran los únicos que habitaban ese continente. Ellos no querían que la gente pobre viniera a vivir ni a trabajar a su nación. Entonces su presidente, que era unos de los hombres más ricos del mundo, los tildaba de bárbaros, traficantes de drogas y terroristas.
El presidente se llamaba Donald Trump, y convenció al congreso de su país para que dispusiera de billones de dólares para construir una torre tan alta que los inmigrantes no pudieran zarparla, para impedir que los pobres cruzan la frontera. ¡Ahora además de ser pobres vienen contagiados! −decía.

Trump no reconocía que todo había cambiado de repente. El planeta se estaba muriendo, venía muriendo antes a causa de la contaminación de la ecología debido a los gases tóxicos que destruyen la capa de ozono de la estratosfera. Por la misma razón se hablaba del calentamiento global, un fenómeno que calentaba los océanos haciendo que los hielos de las zonas árticas se derritieran, provocando la elevación de los océanos e inundando las ciudades, provocando terribles tormentas, sequías, enfermedades, y hambrunas a la humanidad.
Sin embargo, la gente había despertado sin saber qué hacer, no había una vacuna para detener el terrible desconocido virus. Todas las instituciones y sus actividades se detuvieron, los políticos se callaron porque si habrían la boca, se contagiarían, y los ricos comenzaron a hacer donaciones para la elaboración de una vacuna que detuviera el contagio. Se preguntaban para qué le serviría su dinero si podían morir igual que los pobres, algo en lo que no habían pensando en la época moderna del capitalismo.
El asesino invisible, invasor de los cuerpos vivos, fue conocido como Coronavirus, pero con fines científicos su nombre era Covid-19. Dijeron los expertos que el virus podía ser controlado, pero con la condición de que cada persona permaneciera alejada una de las otras (distancia social). Deberían cubrirse la cara, especialmente la boca, la nariz y los ojos porque estas eran las aberturas corporales por la que entraba el Coronavirus para invadir los pulmones de sus víctimas e impedirles respirar hasta que su sistema colapsaba, muriendo sin remedios. No todos morían, pero el que sobrevivía pendía de la invisible zona de acecho del virus. 

 Surgieron las especulaciones, las teorías conspirativas de quienes afirmaban que el virus había sido inventado en laboratorios como arma biológica para matar millones de seres humanos con el pretexto de los conservadores, opinaban que ya eran demasiados los humanos para los limitados recursos disponibles, especialmente las personas mayores, que ya no producen y les queda menos tiempo de vida, no así los niños que son una garantía para tener más esclavos civilizados al servicio del capital.
Desde hace mucho tiempo el planeta había parecido el mismo, pero estaba muriendo lentamente, solo unos cuantos habían sobrevivido y estban siendo protegidos en espacios herméticamente cerrados, de modo que no salían a la atmosfera sin usar carísimos trajes, similares a los que en los años felices usaban los astronautas. La vida no volvió a ser igual, y Dios los miró a todos, como siempre, y se dijo: no sé qué hacer con esas alocadas hormiguitas de ese nanoplaneta calentado por sol.



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lunes, 20 de abril de 2020

Nuevo orden internacional


Eramis Cruz


Diantre, yo creo que este virus tiene un problema serio con los gobiernos de derecha. Sucede que los países con tendencia socialista o con menos inclinación al neo liberalismo han manejado con mayor eficiencia la crisis del Coronavirus. Así citamos a China, Rusia, México, Cuba, Zelandia, Alemania, y otros. Al contrario, los Estados Unidos, España, Italia, Ecuador, para solo mencionar cuatro, son consistentes en un manejo fallido de la catástrofe mundial. Además, es innegable que el virus es extremadamente racista, ha sido inmisericorde y fulminante contra la gente de color y los sectores de la economía informal. Sí el 40% de las muertes suceden en los asilos de ancianos, el 70% son negros y latinos, entonces no están muriendo gente blanca.
Esa característica de guerra mundial al estilo Hitler derribará en la caída, por necesidad, de la época de gloria de los Estados Unidos como imperio occidental. Definitivamente, como una baja directa, no colateral de la alianza del triángulo China - Rusia - Japón. Donald Trump al frente de un gobierno populista, tal cual Hitler, ha fracasado en su intento por controlar el mundo mediante aranceles y amenazas, tal como lo intentó Adolfo Hitler. La historia no retrocede. El desprecio de Donald Trump a los medios de comunicación es una falsa cara para disimular la serpiente tratando de cambiar la piel. Así lo vimos despreciar a un periodista de ultra derecha, Jorge Ramos, de la cadena Univisión, cuando todo el mundo sabe que ellos son cáscara del mismo palo. 

Los Estados Unidos ha tomado la sartén por lo caliente, en contra de toda lógica al apoyar de manera absurda a un pelagatos llamado Juan Guaidó, autoproclamado presidente de Venezuela, como un monarca, con el apoyo de unos 50 países, violando todas las normas internacionales, y un conjunto de falsos positivos por derrotar a un gobierno del hemisferio. Y no es que esa práctica sea extraña, sino que Trump la ejerce sin discreción alguna y con la más asquerosa vulgaridad.
No hay que tener dos dedos de frente para comprender que Trump en la dirección del imperio más poderoso del mundo, como si fuera Hitler, es un peligro para la humanidad. Un desafío a los designios de Dios. Todo esto arriba a la incógnita de la ecuación: R+C+J-E=X (Rusia más China, más Japón, menos Estados Unidos, es igual un nuevo orden internacional.

Todo aquel, salpicado por la inquietud de la erudición, sabe que las cosas no suceden como nadie quiere, sino como tienen que suceder, es un principio dialectico muy importante. A los Estados Unidos le llegó su tiempo, porque la humanidad no tiene otra opción que buscar su pervivencia, y ésta no será posible con 80% de los recursos del planeta en mano del 1% de la población. Hoy mucha gente muere y las administraciones con impotencia no tiene ni siquiera mascarillas para cubrir la boca de la gente. 


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viernes, 10 de abril de 2020

Aquel montón de pelos negros

Eramis Cruz

La amistad de Fernando y Luis López fue intensa desde que se conocieron. Tenían en común una soledad ancestral que compartían como un referente a un pasado más largo que la incertidumbre del futuro. Para ellos no había nada más cierto que el día presente, ambos estaban convencidos de que el tiempo había que vivirlo como un privilegio, no como un derecho. Luís López admiraba de Fernando su paciencia, a él nada lo alteraba ni lo obligaba a acelerar sus pasos. Fernando, en cambio, admiraba de Luis López su sapiencia, no había pregunta para la cual no tuviera una respuesta.
Fernando vivió un tiempo con nosotros, luego se mudó a un rancho que construyó con mucho esfuerzo en la cima de una montaña en la que también hizo su conuco que sembró de yuca y batatas. Llevaba un tiempo solo, en la compañía de su perra llamada Bocanegra. En una velada conoció a una mujer mucho más joven que él. Anita era de piel clara, pelo largo, era de una contextura mediana y tenía ojos vivarachos. Siempre la veíamos pasar por el frente de nuestro racho a buscar agua allá abajo, donde había un manantial de agua diáfana en la orilla de la quebrada. De las mujeres de Fernando Anita fue la que mejor se llevó conmigo y mis hermanos. De vez en cuando se detenía a hablar de cosas cotidianas y de rumores sociales de aquella comunidad de poca gente.
Fernando nos hizo una de sus acostumbradas visitas, todavía el sol brillaba en el horizonte. Mi padre y este amigo gustaban sentarse para divertirse contándose historias de su pasado.

Las mujeres de Fernando le duraban poco tiempo, pero tan pronto se le iba una buscaba la manera para conseguir la próxima. Ahora recién iniciaba una nueva relación con Anita.
Fernando me pidió que acompañara a Anita mientras él se entretenía conversando con mi padre. Yo todavía no había cumplido los catorce años. Mientras ella caminaba delante de mí, me hizo algunas preguntas íntimas, tratando de indagar si tenía la capacidad para lograr una eyaculación. Mi curiosidad me motivó a preguntarle a Anita la razón por la que las mujeres de Fernando lo dejaban tan pronto. Ella me dijo que Fernando, a pesar de su edad, era un hombre sexualmente vigoro, que noche tras noche no quería bajársele de encima. Yo sostenía esta conversación con ella mientras caminábamos cuesta abajo hacia el lugar donde estaba el manantial.
Al llegar a la quebrada Anita comenzó a sacar agua del manantial, era la manera de obtener agua más limpia para llenar la vasija. Ella continuaba hablando sin parar, de cosas que me eran algo extrañas. En un momento me dijo que tenía algo muy bonito para mostrarme. Esto me llamó la atención de inmediato.

¿Qué podría mostrarme esta mujer si no tenía nada más que la ropa que llevaba encima y el recipiente para llevar el agua? Pero no bien terminé de hacerme la pregunta cuando ella se levantó su falda ancha, dejando al descubierto un montón de pelos negros muy parecidos a los que cubrían su cabeza. El espanto por poco me mata, caí de espaldas sobre los matorrales, sin poder despegar los ojos de aquel montón de pelos negros, creo que la expresión de mi cara logró que Anita se cubriera la vulva.
El inesperado evento no me dejó dormir esa noche, era la primera vez que una mujer me provocaba, y aunque sabía que eso era natural, no lo espera de la mujer del mejor amigo de mi padre. Fue cierto que me sentí tentado a visitarla al rancho, pero algo más fuerte que yo me advertía de lo arriesgado que era tal intento.

Por los próximos dos días no volvimos a ver a Anita, El tercer día Fernando vino el mismo a buscar el agua al manantial. Me preguntaba que había sido de la mujer. Por la cara de preocupación del viejo me di cuenta que algo no andaba bien con él. Al instante le anuncio a mi padre que la mujer se había marchado sin despedirse. Se fue mientras él labraba su tierra. Al medio día vino al rancho por la comida y se quedó absorto cuando vio los fogones apagados.



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martes, 7 de abril de 2020

Jesús con su coronavirus

Eramis Cruz


Cuando yo era un adolescente y mucho después, la imagen de Jesús ensangrentado me llenaba de tristeza, me hacía sentir miembro de una raza cruel para la que el infierno estaba al cruzar la esquina. Con el tiempo la misma imagen dejó de provocarme ese sentimiento de culpabilidad. Ese hombre blanco de ojos azules, dicen que existió hace más de dos mil años, que dijo que él era el enviado o el mesías. Según la leyenda, convenció a muchos de los de abajo, pero a nadie de los de arriba. Para aquel gobierno, a pesar de que lo buscaba desde que era un niño, no tenía entonces ninguna importancia, pero ahora era un problema para un grupo de judío sin credibilidad.

Estos conspiradores y mentirosos, habían hecho lo mismo contra todo aquel que viniera con ese cuento de que era el enviado, además, un hijo del mismo Dios. A Jesús no le creyeron, y los de abajo lo hicieron, del mismo modo que lo hace la gente de hoy, si le ofrece algo a cambio, como un “pequeño milagro”, que ayude con algo bueno o un “gran milagro” que libere del infierno. Tiempo después la salvación fue vendida carísima durante la Santa Inquisición.

Ni siquiera Poncio Pilato le creyó a aquella turba de fanáticos del judaísmo. Jesús era un hombre muy extraño, una persona que si vuelve ahora con ese cuento de que el se pasó 40 días sin comer y que fue tentado por el diablo tres veces, ¡Eso estuvo tremendo!, pues terminaría en el departamento de psiquiatría de cualquier hospital, digo si tiene un seguro médico al día bajo el amparo de Obamacare.

Está bien que el hombre hiciera milagros por ahí, que inclusive, resucitara muertos, como curan los pastores de hoy que hasta pueden hablar idiomas ancestrales delante de todo el mundo, la vaina es que nadie los entiendes sino sus cuentas bancarias. Para Roma lo que se pregonaba de Jesús era cuentos de barrios, si fue que alguien con poder se informó. Al hombre nadie lo conocía, nadie sabía quién era su maestro, algo muy importante entonces, tampoco nadie sabía o recordaba de quién era hijo.
Parece que se había olvidado la historia de un niño que nació en Belén, a quien unos extraños reyes, que no habían estado en guerra contra nadie, vinieron a adorarle siguiendo una estrella en el cielo; pero es que todo lo de Jesús era muy raro, hasta que nació por la vagina de una mujer y el himen permaneció intacto. Fue como una película de Hollywood, el hombre era un fantasma, después que lo mataron a la edad de 33 años, dijo el grupito de hombres que desgaritó después de su muerte, que lo vieron subir al cielo.

Un problema muy serio de Jesús es que no le gustaba escribir, no sabemos porqué, entonces todo respecto a él quedó como un hecho que pasó de boca a boca por mucho tiempo. Usted puede hacer la prueba, si a un grupo de 30 personas, usted pasa un mensaje a la primera, cuando el mensaje llegue al último, termina completamente distorsionado.
El hecho de que Jesús no escribió su proyecto obligó a su personaje a ser parte de la investigación a través de los tiempos, pero también de la especulación. Volviendo al principio, me llamó la atención la imagen de Jesús ensangrentado, con una corona de espina en su cabeza, publicada en Facebook por mi amigo Ronnie Cabrera, a propósito de la Semana Santa. Su mensaje es un llamado a la gente con motivo de la pandemia que afecta al mundo este año 2020, y que está matando a miles de personas rápidamente. Esta Semana Santa los Caballeros Templarios no fueron a Roma, están huyendo del Coronavirus ¡Hombres de poca fe!

Es normal que, frente a una tragedia de tal magnitud, la gente acuda a lo único que le queda, a Dios. Nadie mejor que este hombre llamado Jesús para que le ayude. Personalmente yo dudo que esto sucede, porque casi todos los milagros que hizo Jesús no fueron en beneficio de grandes grupos, a excepción de la multiplicación de los panes, no lo hizo a un pueblo entero, sino a individuo para demostrar su poder, porque parece que este asunto de la fe, es individual, o sea sálvese quien pueda antes que llegue el diluvio otra vez.
Después de esta reflexión pregunto: ¿dónde estaba este hombre, cuando la peste negra por la que murieron millones de personas, dónde estaba durante la primera y la segunda guerra mundial cuando murió tanta gente, dónde ha estado durante los desastres naturales, las hambrunas, dónde estaba mientras tantos fueron quemados por la Santa Inquisición, y dónde estaba cuando los indios de América fueron exterminados por los hombres europeos? Jesús dijo que volvería, pero no dijo cuando, otro groso error, igual que el hecho de no escribir, lo dejó todo bajo el control de los especuladores e interpretes de la profecía.

Esta manera de ver a Jesús, no es una falta de respeto al creyente, sino que es una visión completamente humana, sin embargo, eso es lo que somos, y es como humanos que tenemos que comportarnos y ver el mundo, porque no somos ángeles, inclusive, no sabemos verdaderamente si en verdad tenemos un alma capaz de vagar después de la muerte. No basta con que Santo Tomas de Aquino, con su pluma poderosa y protegido por Roma, escribiera toda una enciclopedia de principios y reglas a seguir, porque para él la Biblia no era suficiente para someter a los humildes al poder de la realeza.

Por tanto, a Jesús lo sacrifican cada año en nombre de Dios, como un mensaje para que el hombre oprimido se resigne a su suerte. Por eso, esa imagen de Jesús ensangrentado no es la de un liberador, más bien es la imagen de otra víctima, con su corona, tal cual el Coronavirus.
Las iglesias no cambian el mensaje, al contrario, para ellas el mundo ha sido el mismo, y si cambia será para lo peor, no para ser mejor, hasta que solo quede piedras sobre piedras. Son palabras escritas por hombre, tan humano como usted y como yo. Nuestro problema ha sido que nos crearon un Dios a nuestra imagen y semejanza y ahora no podemos crear otro distinto porque Dios ha de ser uno y para siempre. ¡Estamos cogío!  

La reunión privada entre Kissinger y Pinochet en Chile

Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...