viernes, 10 de abril de 2020

Aquel montón de pelos negros

Eramis Cruz

La amistad de Fernando y Luis López fue intensa desde que se conocieron. Tenían en común una soledad ancestral que compartían como un referente a un pasado más largo que la incertidumbre del futuro. Para ellos no había nada más cierto que el día presente, ambos estaban convencidos de que el tiempo había que vivirlo como un privilegio, no como un derecho. Luís López admiraba de Fernando su paciencia, a él nada lo alteraba ni lo obligaba a acelerar sus pasos. Fernando, en cambio, admiraba de Luis López su sapiencia, no había pregunta para la cual no tuviera una respuesta.
Fernando vivió un tiempo con nosotros, luego se mudó a un rancho que construyó con mucho esfuerzo en la cima de una montaña en la que también hizo su conuco que sembró de yuca y batatas. Llevaba un tiempo solo, en la compañía de su perra llamada Bocanegra. En una velada conoció a una mujer mucho más joven que él. Anita era de piel clara, pelo largo, era de una contextura mediana y tenía ojos vivarachos. Siempre la veíamos pasar por el frente de nuestro racho a buscar agua allá abajo, donde había un manantial de agua diáfana en la orilla de la quebrada. De las mujeres de Fernando Anita fue la que mejor se llevó conmigo y mis hermanos. De vez en cuando se detenía a hablar de cosas cotidianas y de rumores sociales de aquella comunidad de poca gente.
Fernando nos hizo una de sus acostumbradas visitas, todavía el sol brillaba en el horizonte. Mi padre y este amigo gustaban sentarse para divertirse contándose historias de su pasado.

Las mujeres de Fernando le duraban poco tiempo, pero tan pronto se le iba una buscaba la manera para conseguir la próxima. Ahora recién iniciaba una nueva relación con Anita.
Fernando me pidió que acompañara a Anita mientras él se entretenía conversando con mi padre. Yo todavía no había cumplido los catorce años. Mientras ella caminaba delante de mí, me hizo algunas preguntas íntimas, tratando de indagar si tenía la capacidad para lograr una eyaculación. Mi curiosidad me motivó a preguntarle a Anita la razón por la que las mujeres de Fernando lo dejaban tan pronto. Ella me dijo que Fernando, a pesar de su edad, era un hombre sexualmente vigoro, que noche tras noche no quería bajársele de encima. Yo sostenía esta conversación con ella mientras caminábamos cuesta abajo hacia el lugar donde estaba el manantial.
Al llegar a la quebrada Anita comenzó a sacar agua del manantial, era la manera de obtener agua más limpia para llenar la vasija. Ella continuaba hablando sin parar, de cosas que me eran algo extrañas. En un momento me dijo que tenía algo muy bonito para mostrarme. Esto me llamó la atención de inmediato.

¿Qué podría mostrarme esta mujer si no tenía nada más que la ropa que llevaba encima y el recipiente para llevar el agua? Pero no bien terminé de hacerme la pregunta cuando ella se levantó su falda ancha, dejando al descubierto un montón de pelos negros muy parecidos a los que cubrían su cabeza. El espanto por poco me mata, caí de espaldas sobre los matorrales, sin poder despegar los ojos de aquel montón de pelos negros, creo que la expresión de mi cara logró que Anita se cubriera la vulva.
El inesperado evento no me dejó dormir esa noche, era la primera vez que una mujer me provocaba, y aunque sabía que eso era natural, no lo espera de la mujer del mejor amigo de mi padre. Fue cierto que me sentí tentado a visitarla al rancho, pero algo más fuerte que yo me advertía de lo arriesgado que era tal intento.

Por los próximos dos días no volvimos a ver a Anita, El tercer día Fernando vino el mismo a buscar el agua al manantial. Me preguntaba que había sido de la mujer. Por la cara de preocupación del viejo me di cuenta que algo no andaba bien con él. Al instante le anuncio a mi padre que la mujer se había marchado sin despedirse. Se fue mientras él labraba su tierra. Al medio día vino al rancho por la comida y se quedó absorto cuando vio los fogones apagados.



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La reunión privada entre Kissinger y Pinochet en Chile

Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...