domingo, 3 de septiembre de 2017

Pensar no está permitido por el miedo y la ignorancia


Eramis Cruz

No todo el mundo sabe pensar, la mayoría de la gente sueña despierta o sea el pensamiento es una secuencia de imágenes determinadas por los hechos propios y ajenos. Tenemos una parte de nuestro cerebro que es como un manual de conducta y a la vez un un programa bajo el cual actuamos automáticamente. Esta facultad es magnifica porque nos permite ser más eficientes, podemos pensar en cosas cotidianas o extraordinarias mientras nos bañamos, una actividad que nos puede tomar unos quince minutos, pero también lo podemos hacer mientras ejecutamos una actividad de mayor envergadura, como preparar una comida aún nos tome una hora o más. Me fascina el tema sobre el pensamiento y sobre todo cuestiono si la gente algunas vez se detiene a pensar exactamente lo que piensa.

Recordemos los populares retiros, casi siempre era una actividad practicada por las iglesias para que sus fieles se alejaran de la rutina a un lugar tranquilo, donde la soledad les permitiera un encuentro con su interior. También recordemos esas imágenes de monjes en pose de meditación.

Hoy la vida nos tiene acorralados, no hay lugar para estar solos, los medios de comunicación se han convertido en sustitutos de nuestro cerebro. Aún no sabemos cuáles serán las consecuencias de estas manipulaciones tecnológicas dentro de diez o quince años pero las predicciones no indican nada positiva, especialmente para los jóvenes cuando asuman el control de su vida adulta.

Todo los seres vivos tenemos algo en común, todos queremos vivir, y los medios que nos lo permiten adquieren un elevado valor. Los artículos de primera necesidad, la educación, la vivienda, la diversión la velocidad para llevar la vida. No hay dudas que los medios de transporte apuntan a ser más eficientes para llegar más lejos en menos tiempo. 
Sin embargo parece un sinsentido invertir para ir más rápido cuando no se tiene claro a dónde se quiere llegar y el propósito del viaje. El problema tal vez se complica porque no somos capaces de definir nuestros propósitos permitiendo que sean otros quieres determinen nuestro destino. El ser humano es un recurso en sí mismo, y siempre alguien tratará de usarlo, no importa si se trata de esclavos o de hombres libres, el sentido de la libertad también es relativo a lo permisible dentro de la sociedad.

Es de vital importancia definir lo que significa la vida, pero hay que hacerlo partiendo, inclusive, de lo que concebimos como valores antes de nacer. Es lógico que todo tiene un antes y un después  y que esos dos puntos determinan el espacio que parte del nacer y termina con la muerte. Todo nacemos de la misma manera, crecemos respirando el mimo aire e iluminado por el mismo sol, en conclusión, todos somos iguales y vivimos determinados por los mismos factores. Si algo nos hace diferentes, no pasa de ser miniaturas, productos del oportunismo y la política parasitaria de quienes viven de los más vulnerables. 

No podemos negar que las creencias religiosas relacionadas a todo lo que se asume existe después de la muerte es determinante de las expectativas de millones de seres humanos. La realidad es que todo lo que tiende a condenar la vida para ensalzar la muerte es malo para nosotros y es un absurdo que no merece atención por carecer de lógica, pero especialmente, por ser contradictora con la naturaleza o sea la realidad del universo y por no superar la duda razonable. 

Nuestro primer error es ver la vida en tres factores relacionado al tiempo: el pasado, el presente y el futuro. Se presentan como si estuvieran marcados en un cinta de medir que utilizamos para determinar todo cuando nos rodea y todo cuando fluye a nuestro derredor. Es cierto que hay cosas que son parte del pasado, pero hay otras que son parte de un presente que tal vez nunca veremos pasar ni siquiera con la muerte. Para ser felices debemos extender el presente, porque las cosas que pasan al pasado pierden su valor, excepto para los museos y para los historiadores. Es iluso vivir determinado por un pasado irreversible o en la espera de un futuro que nadie sabe lo que aguarda. 


El mundo no fue creado en siete días ni el sol fue hecho para iluminar exclusivamente la tierra. Al fin, tampoco importa lo que usted piensa de Dios, una cosa es lo que se piensa y otra cosa diferente es la realidad de la existencia. Usted no quiere admitir que su Dios es un absurdo, pero solo su Dios lo es,  y no solo que no lo quiere admitir sino que no se atreve a desafiar esos conceptos aprendidos. No existe ningún dios que no se fundamente en el miedo y la ignorancia. Aquí no se trata de una verdad o de una mentira, aquí nos referimos a su calidad de vida y la calidad de vida de los suyos, nadie puede ser libre al menos que tenga un concepto del significado de esa libertad, para que desperdiciar la vida por la incertidumbre de la muerte.

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La reunión privada entre Kissinger y Pinochet en Chile

Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...