Eramis Cruz
La gente quiere un mundo mejor, la
gente quiere ser feliz y es natural que todos queremos ofrecer lo mejor posible,
especialmente a los hijos, los familiares, y no hay dudas, de los buenos deseos
por nuestros amigos y hasta por todo ser humano. ¿Y qué pasa luego que tenemos una
casa, algún dinero, y salud relativamente aceptable? Descubrimos que aún nos falta
algo. Es el sentido de la realización, el aspecto de la integridad y del
control de lo que somos en relación con el mundo que nos rodea. Admitamos que
somos seres políticos, es decir persona.
A mucha gente le han enseñado que
esa realización integral y ese control de la línea que nos relaciona con el
entorno o lo que llamamos realidad, hay que buscarla en el mundo de lo
espiritual, o sea en la religión o como prefieren llamarle, lo metafísico.
Para el fanático creyente, para el
religioso empedernido, no hay cosas ni razonamiento aceptables, si ha de
negociar a los dogmas de su creencia. Cuando se trata de religión y la fe la
gente es capaz de ir a la guerra, hostigar y hasta matar en defesa de sus
creencias. Ya sabemos sobre las guerras religiosas en diferente etapa de la evolución
de la humanidad, ejemplo: los templarios y Guerras Santas.
Pero mirando este asunto desde una óptica
más personal, no parece que exista un razonamiento lógico del porque las cosas
del pensamiento humano no puedan ser cuestionadas. ¿Ha oído usted la expresión de
que el que hizo la ley, hizo la trampa? Pues esto sucede con las creencias en
los dioses y con las religiones, han previsto los mecanismos psicológicos que
imponen graves penalidades
morales o intimidaciones a las personas que se convierten y aceptan sus principios y reglas.
Pero lo que usted ni yo no podemos ni debemos
olvidar es que esto fue lo que nos enseñaron y que esto fue lo que aprendimos.
Y debemos cuestionar en qué medida somos víctimas, y dejamos pasar la vida en
medio del sufrimiento y la miseria cuando en realidad deberíamos ser libres de
obra y pensamiento. ¿En qué medida el perfeccionamiento de este mundo, el
progreso y su estabilidad, inclusive concebirlo como el verdadero jardín en el
que nacemos, vivimos y morimos, en qué medida entra en contradicción con el
mito de si hay una gloria o no? Nada, eso es un conflicto creado por la
necesidad de dominar ha quienes producen algún tipo de riqueza, es decir, somos
siervos al servicio incondicional del amo. Al final se sabe que ese proyecto teocrático
solo funcionará para unos pocos, según sus propios dogmas, “serán pocos los
escogidos”. Nada tan humanamente caótico.
morales o intimidaciones a las personas que se convierten y aceptan sus principios y reglas.
¿Por qué la Iglesia Católica Romana tiempo
atrás tenía prohibido leer la Biblia? Porque en su contexto no quería que sus seguidores
más ingenuos conocieran la verdad, no quería que fueran libres, por los menos
para pensar. ¿Por qué fue que sucedió la Reforma de Martín Lutero y al mismo
tiempo fue endemoniada? No es un mito sino una realidad que las religiones pregonan
a los gobiernos del mundo como manipulados por el diablo, pero el clero no se
despega del poder de los Estados. Inclusive el Vaticano fue convertido en un
Estado para facilitar estas relaciones diplomáticas de tipo imperial.
Pero las creencias dogmáticas
religiosas son solamente un aspecto, aunque el más importante, que nos impide
vivir en una relación más armónica con el mundo que nos rodea. Si hay algo a lo
que no debemos tener miedo es a la liberta de pensamiento. La persona puede
pensar lo que quiera, y es necesario que así lo sienta, de lo contrario esa
persona no es libre, y por tal razón es una esclava. Estamos frente a los
efectos acondicionadores de un fenómeno que explora en el mundo de la
virtualidad. Aparente no tener una conexión directa que lo que somos sino con
lo que queremos.
Lo primero que debemos tomar en
cuenta es que todo lo que tenemos en el pensamiento, en la memoria, es
aprendido. ¿Quién está en contra de que desde antes de nacer lo primero que el
ser humano hace es aprender? ¿Y qué significa aprender? ¿Quién no aceptará algo
aprendido de sus padres como sano y bueno? Del mismo modo, a uno lo mandan a
una escuela y especialmente en los primeros años, le enseñan muchas cosas que
aprende como buenas y válidas y como eternamente verdaderas, ya que el maestro
no enseña lo que sabe sino lo que aprendió y que enseña según el programa para
el cual trabaja.
Que acepte como verdad eterna cualquier
concepto aprendido es el factor número uno para convertirse en esclavo de quien
enseña lo que es correcto o lo que es erróneos o falso. Es por esta razón que
el ser humano tiene la imperiosa necesidad de vivir en un constante
cuestionamiento entre lo que piensa
porque lo aprendió y cuál es el efecto real de lo que aprendió o se le ensenó
en el mundo real. Desde que la enseñanza y el aprendizaje coexisten administrado
por las instituciones se revisten de forma y contenido puramente ideológico.
Aquí entra el problema de la
ignorancia, es prácticamente imposible para un pueblo ser libre realmente si la
mayoría de sus habitantes son ignorantes. La educación no debe enseñar la
verdad, sino la menara o método para descubrirla, de llegar a ella, de cuestionarla,
a esto es lo que se llama ciencia, pero se concibe como un aspecto muy específico
de la educación, cuando en realidad debería ser la educación en sí. En este
sentido se enseña la historia, como eventos aislados por el tiempo o el especio.
Cada evento nace y muere, sin interrelaciones ni trascendencia en el presente.
¿Es cierto que este mundo está perdido?
¿Es verdad que existe una gloria, o un cielo donde la gente va después de la
muerte? Usted no quiere hablar de eso. Hace tiempo que viene evitando pensar en
ello, a veces le llega al pensamiento, pero en un momento le llaga el terror.
Usted no está supuesto a desafiar su fe. Un solo pecado contra Dios podría ser
suficiente para mandarle directamente al infierno. Y usted sabe mejor que nadie
que según los preceptos que se le enseñaron, ya usted era un pecador antes de
nacer, y ese pecado es tan viejo y hereditario, que proviene desde el tiempos de
la creación del hombre. Y le dijeron que usted puede cometer blasfemia, pero si
la comete contra el Espíritu Santo, definitivamente no será personado. Esta intimidación
es una de la más grave de la humanidad, esta es la Santa Inquisición institucionalizada
en el cerebro del creyente. Pero los teólogos lo resuelven todo de la manara más
fácil cuando enseñan que Dios la y la naturaleza son la misma cosa, y peor aún,
que dios es lo desconocido. Dejamos de lado los derechos del apóstol Tomás, que
quería ver, por lo menos.
Acabamos de salir del abismo del
infierno, yo por escribirlo y usted por leerlo, pero ya aprendimos que para
Dios nada es imposible, de manera que usted no se condenará, no importa lo que
lea, ni lo que diga, Dios está por encima de todas las cosas, su poder es infinito e imperecedero.
¿Pero por qué no aclaramos mejor las
cosas? Nadie ha dicho que se no pueda creer en lo que venga en gana, claro que
si, exactamente de esos se trata. Lo que si estamos planteando es que la mayoría
de las personas son víctimas de mitos que les convierten en esclavas de
terminados intereses.
Los mitos y los absurdos, no importa
cómo se hayan generado, no puede ni deben servir como, principios, preceptos o
dogmas para guiar el modo de vida de generaciones. De manera que entre uno de los
derechos naturales e inalienables, está el derecho al libre pensamiento, sin intimidación
ni terror.
Los imperios económicos y las clases
opresoras de la humanidad, por medio de las relaciones económicas, se han
valido de la ignorancia de la gente para imponer como ciencia, principio y preceptos
mitos y absurdos que esclavizan a las personas. No crea usted que es cierto que
la Biblia nunca se ha modificado, ni tampoco crea que existen evidencias lógicas
ni científicas para demostrar que los hombres que la escribieron estuvieron directamente
inspirados por el mismo Dios. Pudo ser pero no tenemos manera para demostrarlo,
lo intentan usando la misma fuente que se objeta. Usted puede creer si quiere,
pero debe ser su propia determinación, no bajo amenaza de ser mandado al infierno.
¿Cómo un Dios perfecto puede crear y
sostener cosas imperfecta? ¿Cómo un Dios justo tolera la injusticia? ¿Cómo un
Dios tan grandioso que todo lo tiene necesita que le adoren y le pidan perdón, él
que mandó a perdonar? Por qué un Dios tan grande no se deja ver? ¿Por qué un
Dios tan preciso tiene tantas imprecisiones? Usted dirá que solo Dios lo sabe.
O también puede adoptar por una posición gnóstica y decir que es imposible
conocer a Dios.