martes, 29 de marzo de 2011

Kadafi ¿POR QUÉ OCCIDENTE QUIERE DERROCAR Y ASESINAR A GADDAFI?

EL LEÓN DEL DESIERTO
Julio César Centeno

El coronel Gaddafi nació en una tienda tribal beduina un 3 de septiembre en 1942. Se graduó de abogado a los 21 años de edad. Luego estudio en la Real Academia Militar de Sandhurst, Inglaterra, y en la Academia Militar Helénica de Grecia.

En 1969, a los 27 años de edad, derrocó al rey Idris, un tirano impuesto por Inglaterra y Francia. Declaró querer ser "el Che Guevara del oriente medio". Al año siguiente ordenó la expulsión de las bases militares extranjeras de territorio libio. Estableció el llamado "socialismo islámico" por medio del cual se buscaba una democracia directa: el gobierno de las masas a través de consejos populares y comunas. Se creó así la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista.

La Yamahiriya: estado de las masas, es un híbrido de Islam, socialismo y democracia directa, ideología que proclama en su Libro Verde. Se estableció un Congreso General del Pueblo, con Gaddafi como su Secretario General.
Nacionalizó las empresas petroleras y expulsó a los funcionarios norteamericanos, británicos e italianos que habían dominado y vejado al país durante décadas. Libia era la sede de la base militar aérea más grande de los Estados Unidos en el norte de África: Wheelus Air Base. El pentágono mantenía una base para el lanzamiento de misiles a sólo 25 kilómetros de Trípoli.

Nunca se lo perdonaron. Fue inmediatamente catalogado como enemigo de los Estados Unidos. Libia fue señalado como un estado paria por defender su derecho a la autodeterminación y la autonomía. Las cosas empeoraron aun más por el papel protagónico de Gaddafi en el embargo petrolero de 1973 contra los Estados Unidos y por su cooperación con la Unión Soviética.
Fue un ferviente seguidor del destacado dirigente egipcio Gamal Abdel Nasser, especialmente en su lucha por la unión de los pueblos árabes en una gran Nación Árabe. Defendió la nacionalización del Canal de Suez por parte de Egipto. Firmó con Nasser la llamada Carta de Trípoli, donde se concretan acuerdos de cooperación militar, estratégica y económica entre Egipto y Libia.

Con la muerte por envenenamiento de Nasser en 1970, Gaddafi tomó el liderazgo del pan-arabismo. Dos años después se anuncia la creación de la Federación de Repúblicas Árabes, integrada entonces por Siria, Egipto, Irak y Libia. Fue también uno de los más destacados líderes de la Organización de Países No-Alineados.

Gaddafi ha apoyado sin vacilación la causa Palestina durante décadas. En 1972 anunció que Libia apoyaría, entrenaría y financiaría a cualquier árabe dispuesto a defender la causa Palestina. Fue inmediatamente catalogado como "terrorista".

A partir de entonces llovieron acusaciones sobre su participación o apoyo en numerosos atentados terroristas en Roma, Viena, Berlín, Chad, Filipinas, Egipto. Se le acusó de ser el principal punto de apoyo de uno de los terroristas más connotados de la época: el venezolano Carlos Illich Ramírez, "El Chacal". Carlos fue capturado en 1994 y cumple desde entonces una condena a cadena perpetua en la prisión La Santé de Paris.

Como es costumbre contra cualquier jefe de estado que se rebele contra el orden internacional impuesto a los países en desarrollo después de la segunda guerra mundial, se le acusó de participación en el narcotráfico, de fomentar el terrorismo, de desarrollar armas de destrucción masiva, de apoyar a las FARC en Colombia, al IRA (Ejército Republicano Irlandés), a la ETA en España, a Hizbolla en Líbano, a Hamas y otros "terroristas" palestinos. El presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, se refería a él como "el perro rabioso del desierto".

El gobierno norteamericano trató varias veces de derrocarlo. En agosto de 1981 la revista Newsweek dio a conocer un plan presentado por el director de la CIA al gobierno norteamericano para asesinar a Gaddafi. Días después dos aviones de guerra norteamericanos atacaron dos aviones Sukhoi libios en espacio aéreo libio. Los aviones norteamericanos habían despegado del portaviones John Kennedy, estacionado frente a las costas libias de mar mediterráneo.

En 1986 Ronald Reagan ordenó el bombardeo de las principales bases militares y edificios gubernamentales en las ciudades de Trípoli y Benghazi, en un intento por asesinar a Gaddafi e incitar la sublevación popular. Los aviones despegaron desde bases norteamericanas en Inglaterra. En el bombardeo murió una de sus hijas menores, Jana, y docenas de oficiales de su entorno mas cercano. El crimen quedó impune.

Libia fue rápidamente convertido en un estado paria. Durante los siguientes 10 años el coronel Gaddafi se convirtió en el Osama Bin Laden de la época. Libia fue cercada. Se le impuso un embargo comercial para forzar el derrocamiento de Gaddafi, similar al que ha padecido Cuba por más de 50 años.

Fue acusado de ordenar la colocación de una bomba en un avión comercial Boeing 747 de la principal línea aérea de los Estados Unidos para entonces: Pan American. El avión explotó en el aire en diciembre de 1988 sobre la población de Lockerbie, Escocia. Murieron 259 personas que viajaban en el avión y 11 ciudadanos de Lockerbie. Luego de un largo proceso de negociación, en 1999 Gaddafi entregó a la justicia escocesa a los dos ciudadanos libios acusados de haber colocado los explosivos.

En 1997 Nelson Mandela tuvo la valentía de visitar a Gaddafi en Trípoli, para denunciar la injusticia que se cometía contra ese pueblo por su rebeldía y su intento de decidir su propio destino. Mandela sabía por experiencia propia lo que era ser acusado de crímenes sin que existieran pruebas sobre ellos y sin derecho a la defensa. Había sido liberado de la cárcel 7 años antes, después de 27 años de prisión por su rebeldía ante el régimen discriminatorio de la población negra de Sur África por parte de una minoría blanca de origen europeo. Visitó a Gaddafi siendo el primer presidente de raza negra y el primer presidente electo democráticamente en Sur África.

Su visita fue seguida por la del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, de origen Africano. Libia aceptó cancelar 2.700 millones de dólares en compensación a familiares de víctimas de atentados terroristas de los que se acusaba a ciudadanos libios, aunque sin reconocer culpabilidad de la nación Libia. Se levantaron las sanciones internacionales que pesaban sobre el país.

En el 2008 el presidente Bush deja sin efecto las sanciones unilaterales que había impuesto Estados Unidos contra Libia, retirándola de la lista de "estados que apoyan el terrorismo".

Las transnacionales petroleras se abalanzaron sobre Libia en busca del control de los gigantescos yacimientos de su codiciado petróleo liviano. Lo mismo hicieron los perros de la guerra, ofreciendo armas, desde sofisticados aviones de combate hasta fusiles, ametralladoras y municiones. Muchos se jactaron de haber finalmente obligado a Gaddafi a ceder en sus posiciones radicales.

Ese mismo año Gaddafi recibió la visita de Condoleezza Rice, secretaria de Estado del gobierno norteamericano. Luego desfilaron por Trípoli los jefes de estado de los países que se proclaman dueños del planeta: el primer ministro británico, Tony Blair, seguido por su remplazo Gordon Bown, el presidente de Francia, Sarkozy, el presidente de Rusia, Vladimir Putin. El rey Juan Carlos de España, y Rodríguez Zapatero se humillaron ante él en el 2009 para venderle 3.500 millones de euros en armas.

Gaddafi se convirtió en una especie de vedette política en círculos internacionales. Fue invitado a participar por primera vez en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde fue recibido por el presidente Barak Obama. Fue invitado a visitar Francia, Italia y España, siempre recibido como el "Rey de Reyes" y “el León del Sahara".

En el 2009 fue electo Secretario General de la Unión Africana. Allí proclamó su determinación a seguir luchando por el establecimiento de la integración de los países africanos y la conformación de los Estados Unidos de África. Su discurso en este foro dejaba en evidencia que sus concepciones radicales y socialista se mantenían intactas. Los analistas internacionales de las principales empresas de comunicación concluyeron sin embargo que se trataba solo de "retórica populista".

En su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2009, Gaddafi dejó claramente definida su posición. Acusó a Israel del asesinato de John Kennedy; abogó por la solución del conflicto Israelí-Palestino a través de un estado único. Se refirió al Consejo de Seguridad como "el Consejo del Terror"; criticó la validez de la Asamblea General de la ONU por permitir que sus decisiones sean ignoradas por los países mas poderosos y rompió la Carta de las Naciones Unidas en el podio de los oradores.

En marzo del 2010 uno de sus ocho hijos, Hanibal, fue detenido en Suiza acusado de maltrato a dos empleadas domésticas. Gaddafi suspendió la venta de petróleo y adoptó represalias económicas y comerciales adicionales contra Suiza, llamó a la guerra santa contra ese país y declaró que anhelaba que fuera "barrido del mapa".

La Unión Europea no se apresuró a denunciar semejante amenaza, asumiendo una posición diametralmente opuesta a la tomada contra Irán por presumiblemente aspirar lo mismo sobre el estado de Israel. Por el contrario, la UE se disculpó públicamente por haber prohibido a unos ciudadanos libios la entrada a Europa a raíz del conflicto entre Suiza y Libia.

El comportamiento de Gaddafi ha sido frecuentemente considerado excéntrico. Cuando visitó la ciudad de Nueva York para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas solicitó autorización para colocar su gigantesca carpa beduina en un parque. Así se hizo. Armó su carpa en los jardines de la mansión del millonario Donald Trump. Allí conducía sus negocios y recibía visitas. Llevó además camellos, para tomar leche fresca al levantarse. Como es su costumbre, viajó acompañado de docenas de jóvenes mujeres guardaespaldas, quienes no sólo lo protegen, sino que se encargan de su cuidado y su alimentación: nunca falta ni el queso de cabra ni los dátiles.

En una reunión cumbre de la Liga Árabe, Gaddafi se puso un guante blanco en su mano derecha. Explicó que trataba de evitar infecciones al estrechar la mano de otros jefes de estado que pudieran haber tenido contacto con funcionarios israelíes.

Algo similar ocurrió cuando visitó Paris, por invitación de Nicolás Sarkozy. Fue recibido como un rey. La visita concluyó con negociaciones para la venta de armas de guerra y la inversión de empresas francesas en el negocio petrolero libio.

Cuando viajó a Roma, como invitado de honor de Silvio Berlusconi, colocó su carpa en un parque en el centro de la ciudad. No llevó los camellos, sino 200 mujeres guardaespaldas que conforman varios anillos de seguridad, armadas con Kalashnikovs.

Las mujeres que custodian a Gaddafi son expertas en artes marciales, en el uso de armas de fuego y de armas blancas, en pilotear aviones, helicópteros y barcazas; son entrenadas como francotiradoras, en el manejo de explosivos y en actividades de espionaje. Berlusconi lo honró con una cena de lujo para 800 personas, apropiada para un Rey.

A pesar de las atenciones y los halagos de Berlusconi, Gaddafi fue particularmente severo con sus anfitriones italianos. Fueron demasiados los crímenes y vejaciones cometidos por Italia durante su ocupación y colonización de Libia desde 1911 hasta 1943. Cuando Berlusconi menos se lo esperaba, Gaddafi se despojó de su ropaje beduino y se vistió de militar. Junto a sus condecoraciones castrenses, se colgó del pecho una fotografía en blanco y negro de 1931.

En la fotografía se encuentra, humillado y encadenado, el héroe libio Omar Al-Mukhtar, rodeado de sus captores italianos. Al-Mukhtar liderizó durante veinte años la lucha de los beduinos contra la brutal ocupación italiana. Fue para él que se acuñó el apodo de "el León del Desierto". Su figura es venerada en Libia. Los fascistas italianos lo ahorcaron en público a los pocos día después de haber tomado y divulgado aquella humillante fotografía. Justo antes de morir exclamó: "Sobreviviré a mis verdugos". Para entonces Italia se encontraba bajo el dominio de Benito Mussolini.
Cuando le preguntaron porque llevaba esa fotografía en su pecho, Gaddafi, consciente de que el catolicismo es la fe predominante en Italia, proclamó en presencia de Berlusconi: "Para nosotros la imagen de Al-Makhtar es tan sagrada como el crucifijo que llevan algunos de ustedes en el pecho"

En la lucha por el control del mar de petróleo liviano bajo el suelo libio, durante la segunda guerra mundial el país se convirtió en el campo de batalla entre las fuerzas nazis bajo el mando de Rommel y las fuerzas británicas bajo el mando de Montgomery. Con la derrota de Italia en la segunda guerra mundial, Libia fue repartida cual trofeo de guerra entre Inglaterra y Francia.

Las continuas luchas de los beduinos por su independencia condujeron a que en 1951 se declarara una monarquía bajo el rey Idris, una marioneta al servicio de los europeos. Para el momento de su independencia Libia no tenia escuelas y contaba con sólo 16 graduados universitarios, formados en el extranjero. La administración continuó así en manos de ingleses, franceses e italianos. Todo cambió con la llegada de Gaddafi al poder en 1969.

Los honores y halagos de que era objeto Gaddafi por parte de los jefes de estado de Europa hasta finales del 2010 cambiaron súbitamente. Sanguinario, loco, tirano, demente, autócrata, asesino, corrupto, psicópata, perro rabioso. Estos y muchos otros adjetivos son usados hoy contra Gaddafi. Los medios de comunicación de todo el mundo, salvo algunas excepciones, se han ensañado contra su figura. El objetivo parece ser destruirlo ante la opinión pública internacional. Algo similar le ocurrió a Saddam Hussein justo ante de la invasión de Irak por parte de fuerzas militares norteamericanas y británicas en el 2003.

Al mimo tiempo, se teje una red de "legalidad" para invadir Libia y deponer al déspota. En la ONU se toma la decisión de expulsar a Libia del Consejo de Derechos Humanos, mientras que la Corte Penal Internacional declara que actuará con agilidad para condenarlo.

En paralelo s estimula y apoya a movimientos opositores a Gaddafi para incitar a la rebelión interna, con el propósito de generar un estado de violencia y caos que contribuya a justificar la intervención de las grandes potencias para “pacificar al país y proteger los derechos humanos de sus ciudadanos”.

El objetivo es claro: invadir Libia, deponer a Gaddafi, tomar control de su codiciada riqueza de petróleo liviano, tal y como ocurrió con Irak y como trató infructuosamente de hacerse en Venezuela en el 20o2. Tal y como trata de hacerse con Irán y como años atrás se concretó en Arabia Saudita, Kuwait, Katar y los Emiratos Árabes. Las siguientes presas serán Algeria, Venezuela e Irán.

El Gadafi que hoy todos condenan fue recibido y halagado como un gran estadista en la Cumbre del G8 en Italia, invitado por el presidente Barack Obama. Hace sólo unos meses se abrazaba con Sarkozy en Paris, con Tony Blair en Trípoli y con Berlusconi en Roma.

Que ocurrió para justificar este cambio tan radical contra Gaddafi?

El despertar del pueblo árabe

Protestas populares por el aumento en el precio de los alimentos y la pobreza generalizada derrocó en pocos días a Ben Alí en Túnez. Irónicamente, sólo semanas antes Túnez había sido señalado por Hillary Clinton como el modelo de democracia a seguir en el medio oriente.

Las protestas se extendieron de inmediato a Egipto, concluyendo con la remoción del poder de Hosni Mubarak, un dictador apoyado por Estados Unidos durante 30 años. Mubarak recibía de Estados Unidos mas de 3.000 millones de dólares anuales, la cooperación más alta proveniente de Washington después de la otorgada a su principal aliado de la región: Israel.

Las protestas en Egipto fueron también inicialmente motivadas por aumentos en los precios de los alimentos, los insoportables niveles de pobreza en que se encuentra la mayor parte de la población, la creciente indignación ante la descarada confabulación de Mubarak con el gobierno de Israel en su criminal opresión al pueblo palestino, la falta de libertades fundamentales y los grotescos niveles de corrupción. La fortuna de Hosni Mubarak se estima en 70.000 millones de dólares. Mientras el 40% de los 80 millones de egipcios viven con menos de dos dólares al día. Egipto mantuvo una suspensión de los derechos fundamentales de la población durante todo el período de dominación de Mubarak, a través de una Ley de Emergencia, con el consentimiento y apoyo de Estados Unidos.

Las analogías que se han querido trazar entre las revueltas en Libia con las de Túnez y Egipto lucen ficticias. En Libia se canalizaron enormes inversiones petroleras para financiar servicios públicos y gratuitos de salud, educación y vivienda. Se ha promovido el desarrollo económico y se han reducido sustancialmente las desigualdades sociales. El índice de desarrollo humano es el más alto de África. Los índices de desempleo son tan bajos que se ha tenido que facilitar la entrada de cientos de miles de trabajadores de otros países: Egipto, Túnez, China, Pakistán.

El consejo ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) elogió recientemente a Libia por su “ambicioso programa de reformas” y su “fuerte rendimiento macroeconómico y el progreso en el realce del papel del sector privado”.

En marzo del 2007 Anthony Gidden, asesor de Tony Blair, publicó un artículo en The Guardian en el que afirma: “Gadafi parece ser genuinamente popular. Libia será en dos o tres décadas una Noruega del norte de África: próspera, igualitaria y progresista”

A diferencia de Túnez o Egipto, Libia es una potencia petrolera. Produce 2 millones de barriles de petróleo liviano cada día, y su producción puede al menos duplicarse. Sin embargo, una buena parte de sus 6 millones de habitantes aún se mantiene en la pobreza.

Gaddafi ha sido criticado por haber fomentado el regreso de empresas petroleras europeas y su creciente participación el la actividad petrolera y gasífera. La mayoría de estas empresas operan desde Benghazi desde donde, coincidentalmente, se formó el núcleo de la rebelión contra Gaddafi.
También se le ha criticado por haber contribuido, desde su posición como secretario general de la Unión Africana, a la consolidación de un acuerdo con la NATO para ampliar sus operaciones militares en Sudan, Somalia y Etiopía. Ha venido promoviendo también una tratado de cooperación militar entre la NATO y la Unión Africana. Organizaciones radicales dentro y fuera de Libia consideran tales actitudes como traición.

A la cabeza de la insurrección se encuentra el Frente Nacional para la Salvación de Libia (NFSL por sus siglas en inglés). Sus líderes son sistemáticamente presentados como los chicos buenos, en una lucha desigual contra la opresión y la barbarie. Poco se destaca que el FNSL se creo en 1981 en Sudan, bajo la protección del coronel Nimieri, un déspota apoyado por Estados Unidos que gobernó ese desdichado país desde el 77 hasta el 85.

El FNSL realizó su "congreso nacional" en los Estados Unidos en el 2007, con el patrocinio de la NED. A la cabeza se encuentra Ibrahim Sahad, quien realiza acusaciones de toda índole contra el "régimen despótico" de Gaddafi, casi siempre sin ofrecer prueba alguna al respecto y sin que los entrevistadores o editores se las soliciten. Sin embargo, sus planteamientos son transmitidos por las principales agencias de información de todo el mundo como si fueses ciertas. La misma realidad virtual se divulga como cierta por internet, facebook, twitter.

Significativo es también que los rebeldes de Benghazi hayan bajado la bandera verde de la república de Libia y elevado en su lugar la bandera de tres franjas, roja, blanca y negra, que se usaba durante la monarquía del rey Idris, impuesta por Europa en 1951. También ha surgido de la nada un presunto Príncipe Senussi, "heredero de la corona".

Fue el rey Idris quien entregó la soberanía nacional al permitir el uso irrestricto de aire, mar y tierra por parte de fuerzas militares británicas. Fue el rey Idris quien firmó el acuerdo para que los Estados Unidos establecieran y administraran sin restricciones la base militar mas grande de África: Wheelus Air Base, cerca de Trípoli. El rey Idris firmó además un convenio para exonerar a Italia de todos los daños que pudieran imputársele como consecuencia de los 30 años de brutal colonización, permitiendo además que la comunidad italiana en Trípoli conservara todos sus propiedades, negocios y privilegios.

Pero la legitimidad o veracidad de los señalamientos contra Gaddafi parecen irrelevantes. Sirven sólo de fachada para alcanzar el objetivo estratégico deseado: la ocupación de Libia.

Paul Wolfowitz, quien sirviera como subsecretario de defensa de los Estados Unidos y como presidente del Banco Mundial, arquitecto de la guerra de Irak, publicó una carta abierta al presidente Obama incitándole a convertir a Libia en "un protectorado bajo el control de la OTAN", en nombre de la "comunidad internacional".
En su editorial del 23 de Febrero 2011, el Wall Street Journal, vocero de los intereses comerciales de los Estados Unidos, sentencia: "Estados Unidos y Europa deben ayudar a los libios a derrocar el régimen de Gaddafi"
Simultáneamente, se moviliza al mar territorial libio una flota de guerra norteamericana, mientras en Naciones Unidas y en la Corte Penal Internacional se concreta apresuradamente el marco legal que justifique la invasión.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el 25 de Febrero del 2011 una resolución para que se investiguen los posibles crímenes contra la humanidad que pudiera haber cometido Muammar Gaddafi. Pero, sin que tal investigación haya comenzado, ya Gaddafi ha sido condenado.

Es no sólo irónico, sino hipócrita, que haya sido justamente los Estados Unidos quienes hayan promovido la moción para que la ONU eleve el caso de Libia ante la Corte Penal Internacional. Estados Unidos nunca ha reconocido la jurisdicción de dicha corte. Se opuso además a su creación en 1998, junto con Israel, Irak y Libia. Tales contradicciones parecen pasar desapercibidas para los medios transnacionales de la información.

El comandante supremo de la OTAN, Wesley Clark, ya había señalado hace un par de años que Libia estaba en la lista oficial del pentágono para ser dominada después de Irak, junto con Siria y la joya de la corona: Irán.
Si se concreta lo que Fidel Castro ha llamado "La guerra inevitable de la OTAN", se desatará un movimiento de resistencia por todo el mundo Árabe que haga realidad las últimas palabras del León del Desierto: "Sobreviviré a mis verdugos".

"Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad... Haga circular esta información".
Rodolfo Walsh

lunes, 28 de marzo de 2011

El Zarpazo del León

Por Guillermo Moreno

Apenas faltando unos días para que se cumpla el 50 aniversario del ajusticiamiento del tirano Trujillo somos testigos de un acto deprimente, propio de esa era tenebrosa de nuestra historia, en la que un Presidente, utilizando los recursos del Estado, humilla a las personas, obligándolas a firmar para que le muestren su lealtad, y propicia la sumisión de los poderes públicos a su voluntad continuista.

El león se ha hecho adicto al poder. El acto del pasado domingo 27 hizo evidente su propósito de reelegirse. El se declaró ser el único “garante” de las supuestas dos millones de firmas. Lo nuevo que se añade ahora es que la decisión de su reelección la tiene que adoptar el partido. Y todos sabemos cual será la decisión del partido. No se olvide que son funcionarios de su gobierno la mayoría de los miembros del Comité Político y del Comité Central; que el controla la casi totalidad de senadores, diputados y alcaldes.

El león esta acorralado. La constitución le prohíbe reelegirse y él no dispone en número suficiente de legisladores para reformar la Constitución. Al dejar en manos del partido la reelección lo que busca es que el Partido de la Liberación Dominicana avale lo que el león se dispone hacer para desbrozar el camino de su reelección.

El león perdió todo su atractivo. Primero fue un prolongado buuuuuuuuu al mencionar su nombre en el concierto de Silvio Rodríguez en Santiago. Luego las encuestas lo colocan entre los presidentes más impopulares de América Latina. Para la gente sus discursos carecen de credibilidad y son muy pocos los que se molestan en escucharlos. Su gobierno se perfila como uno de los más corruptos de nuestra historia republicana. El empresariado y voces desde las iglesias llaman su atención sobre cualquier aventura contra la institucionalidad. Intelectuales, artistas, periodistas le dirigen cartas contra la reelección. En esta situación, el León necesita que sea el partido quien reclame la reelección, ante lo cual, él, como simple soldado, procederá a ejecutar el mandato.

El león se prepara para dar su zarpazo constitucional y desbrozar el camino de la reelección. La vía es una decisión del Tribunal Constitucional que “legitime” la reelección. Por ello necesita del control absoluto en ese tribunal. Absoluto significa en este caso, un tribunal de leales, eliminando a su interior toda posibilidad de votos disidentes o razonados. Por eso todo el empeño en aprobar la ley orgánica del Consejo Nacional de la Magistratura, en la forma que se hizo, aún en violación del procedimiento constitucional, y luego la observación de la ley del Tribunal Constitucional para hacerlo un traje a la medida de los jueces escogidos para que den la sentencia que significará la ruptura del orden constitucional dominicano.

Ya conocemos el libreto de la próxima actuación del León. Todas las condiciones están dadas para que se produzca una rebelión en el circo. (27 de marzo de 2011).

martes, 8 de marzo de 2011

Eva Ekvall: Una reina fuera de foco

La Miss que venció el cáncer

Dice Eva Ekvall –28 años, Miss Venezuela 2000, tercera
finalista en el Miss Universo 2001- que su figura le preocupa poco. Su cuerpo le resultó siempre muy grande, algo torpe. Los pies, enormes. Sus brazos procura taparlos y nunca se sintió orgullosa de sus piernas. Pero sí ha creído siempre que tiene buena cabeza, y no se queja. “Prefiero tener una buena cabeza que unas piernas bonitas”, escribe. “Buena cabeza y buenos senos”, vuelve a
escribir y corrige: “Por lo menos de eso estuve convencida durante mucho tiempo”. El viernes 12 de febrero de 2010, a Eva le diagnosticaronun cáncer de mama que, luego supo, ya había alcanzado la fase II de evolución. Cinco meses más tarde, fue sometida a una mastectomía doble radical: significa que le
amputaron ambos senos. También le extrajeron 25 ganglios de la axila izquierda que, de tan inflamados, no la habían dejado dormir durante los dos meses anteriores a la cirugía. Su cabeza, por lo que le leo y le escucho, sigue intacta.


Cuando en septiembre 2000 le anunciaron que pondrían allí –sobre su cabeza– la corona de Miss Venezuela, Eva Ekvall dio medio paso atrás y se llevó una mano al pecho como si acabara de encontrar un bicho en el suelo, un bicho pequeño.
Tenía 17 años entonces. No lloró. No dio lecos. A Eva le pasa que, justamente, donde todas tendrían razones para llorar, ella no llora. Ella escribe. Eso fue lo que comenzó a hacer apenas supo que tenía cáncer.


“Yo escribo para entender, para darle estructura a lo que pienso”, dice Eva
Ekvall de sí misma, once años después de su coronación y cuatro meses después
de haber superado el tratamiento contra la enfermedad. Ahora lleva la cabeza
poblada de un cabello muy corto, apenas más largo de lo que lo tenía cuando
Roberto Mata le hizo la foto de portada de “Fuera de foco”, su primer libro.


Fuera de foco de Eva Ekvall “Fuera de foco” llegó a las librerías de Venezuela
en diciembre de 2010. Es una obra armada con textos sueltos, correspondencia
con familiares y amigos, tweets y fotografías que datan de esa vivencia amarga
de las quimioterapias, de la operación, de las radioterapias, que ocurría
mientras seguía adelante con su vida: con su familia, con su trabajo como
presentadora de noticias en un canal de televisión. “No es ni de casualidad un
texto de autoayuda”, me cuenta Eva y dice la verdad. No hay en esas páginas
consejos contra el dolor, ni recetas para la superación personal. Está su
historia defebrero a octubre de 2010, bien entendida, bien puesta en una ciudad
como Caracas, como sigue: Viernes 12 de febrero de 2010, día del diagnóstico:

“Le dije al doctor que lo que tuviera que decirme a mí lo dijera en frente de
mi familia. Y así fue. Me explicó que tenía que pasar por un número incierto de
sesiones de quimioterapia y una mastectomía bilateral, seguida de

radioterapia. Sí, se me iba a caer el pelo. Sí, me iban a amputar las lolas
(los senos). (…) Yo estaba dispuesta a todo, pero tenía la certeza de que me
iba a morir (…) Nos despedimos del doctor y nos montamos en el ascensor. Mis
padres disimulaban su horror con sonrisas y palabras de aliento. Mi esposo,
para no desmoronarse, les seguía la corriente, y yo, ya montándome en la
camioneta (…) jugaba el juego de las sonrisas y en el fondo pedía que se
acercara un malandro (ladrón) y me pegara un tiro de una buena vez”. 8 de mayo,
cuatro días después de la cuarta sesión de quimioterapia:

“Justo antes de comenzar el tratamiento el doctor Palacios me examinó y con un
gesto de incredulidad calculó que estoy 90 por ciento mejor. (…) Tantas cifras

que se escuchan a diario, el dólar, el precio del kilo de aguacate, los secuestros,
 las víctimas mortales de cáncer (…) Y ¡por fin! ¡Una cifra a mi favor! (…) Luego
de mi minicelebración le pregunté al doctor si eso significa que no me tengo que
 operar y básicamente me dijo que no abuse. La operación va, y va con todo, y la
 radioterapia también.

Eso sí me ha costado digerirlo. Se me han caído hasta las pestañas, como dice
Tania Sarabia: ¡tengo la cara como una nalga!”. Tania Sarabia es una actriz
venezolana, dedicada a la comedia. Otra mujer del mundo del espectáculo local
que ha sobrevivido al cáncer de seno y que, como Eva Ekvall, forma parte de la
asociación civil Senosayuda dedicada a la prevención de esta enfermedad.

En Venezuela, este tipo de cáncer es la segunda causa oncológica de muerte entre
las mujeres mayores de 45 años; cada año mueren unas 1.400 por esta patología y
diariamente se reportan alrededor de 9 nuevos casos. Muchos hombres y mujeres
del “showbiz” caraqueño –actrices de telenovelas, locutores, periodistas…Carolina Herrera— están preocupados por esa cifra y se ocupan dereducirla con campañas de información. Sí, en este país tan preocupado también por la belleza, donde la banca privada otorga créditos a las mujeres
que quieren “hacerse las tetas”. ¿y qué tanto tienen que ver este furor por las
prótesis mamarias con que haya tantos casos de cáncer de seno? -La verdad es
que a mí las prótesis me salvaron la vida –responde. Ellas impidieron que el
cáncer se extendiera, actuaron como un muro de contención. Además, se supone
que las mujeres que las tienen deben hacerse al menos un examen anual, para detectar
tempranamente cualquier problema. Pero lo cierto es que no todas lo hacen, en
parte porque los médicos no insisten en recomendarlo.

Eva Ekvall no dejó de trabajar mientras recibía tratamiento oncológico, con excepción de los días que le tomó recuperarse de la operación. Usaba pelucas para salir en pantalla a narrar la sección internacional del noticiario del mediodía. “Sentía que salir calva a la calle causaba cierto dolor o incomodidad en mi entorno y yo prefería ahorrarle ese malestar a la gente. Suficiente con las noticias que me tocaba darles”.

En el mes más duro de su relato, agosto, el cáncer fue para Eva la enfermedad
que la convirtió en “caricatura”, en “estadística”, que le dejó “las cicatrices
enormes” que evidenciaban lo que le había costado ganarse “muchos años de una
larga e inatractiva vida”. Pero de septiembre de 2010 a esta parte, comenzó a
creer que el cáncer ha cobrado fuerza en la misma medida en que los seres humanos
se han hecho esclavos de los objetos. “Tal vez por eso -cree ahora- es que el
tratamiento más común nos deja desplumados y a la intemperie, para saber de qué
estamos hechos y qué es lo que realmente importa”.


¿Ella? Ella parece hecha de roble y lo que le importa
es no perder nunca más el tiempo.



Fuente: Diario El País de

España | www.elpais.com




lunes, 7 de marzo de 2011

Un país acorralado por las maquinarias

Eramis Cruz

Es apropiada una reflexión con motivo de la convención del Partido Revolucionario Dominicano de este año 2011 en la que los principales contendientes fueron los ingenieros Hipólito Mejía y Miguel Vargas Maldonado, quedó confirmado que la Republica Dominicana es un país políticamente
acorralado. Se trata de un partido mayoritario del país que complementa una trilogía de maquinarias poderosas que pretenden compartirse el poder aprovechando una coyuntura económica y política internacional de la fase capitalistas de este momento histórico. La manera como se manejan estos asuntos desde el interior de los partidos políticos puede resultar incompresible al agente externo.


Las tres principales organizaciones políticas o maquinarias de poder, Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), parecen tener como misión dos objetivos únicos, campaña electoral y conquista del poder. No bien pasan las elecciones y los partidos en la oposición, que no hacen oposición real,
resumen la campaña electoral interna y externa, lo mismo hace el partido que alcanza el poder ejecutivo del gobierno.


En otro orden de ideas, el Partido Reformista no reforma, el PLD no libera y el PRD no está hablando de revolución alguna, de manera que aunque el hábito no hace el monje, no está demás sugerir que se supriman esas palabras de sus siglas, porque si después de la dictadura tuvieron sentido ya no parecen definitoria ni de sus metas ni de sus plataformas.

Pero no se trata solamente de palabras y términos, se trata de campañas huecas, en las que no se dan discusiones sobre programas ejecutables ni de metodología ni de inversión de recursos para resolver los principales problemas del país. Por ejemplo, en la pasada campaña electoral de los Estados Unidos los temas principales fueron las actuales guerras en Irak y Afganistán, el programa de
Salud y la problemática inmigratoria. Durante esa campaña electoral desarrollada en los medios de comunicación, la gente tuvo la oportunidad de discutir y ver discusiones. Pero también esa campaña electoral sirvió para informar el pueblo de los Estados Unidos y para formarle sobre temáticas
relativas a los intereses y funciones gubernamentales.


En el caso dominicano, uno se pregunta cuál es el programa de gobierno de estos partidos. Desde el interior del PRD seguro que gritaran que para eso son las convenciones. No se puede ser convincente cuando la práctica es elemento ausente en una ecuación tan simple. Existe un problema dominicano que se llama Haití, existe un desafío dominicano que se llama delincuencia, tráfico de influencia y debilidad institucional, existe un problema gravísimo que se llama deuda externa e interna y existe un problema dominicano que se llama 4% para la educación. Estos sin mencionar el problema de salud y la seguridad social ni el alto precio de la canasta familiar. ¿Cuáles son los planes concretos y factibles de desarrollo económico para la generación de empleo y el aumento adquisitivo del salario de los trabajadores?

En el ámbito histórico dominicano, la política y el militarismo, siempre han sido medio de ascenso
para personas oportunistas por un lado, para otros que no contemplan otra manera para lograr una posición de respecto y prestigio en la sociedad y tratan de lograrlo cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Pero lo peor de todo es la cantidad de recursos económicos, humanos y materiales que se invierten una campaña electoral. Si estos recursos fueran parte o aporte de la gente a su organización política podrían ser concebido como una medio aleccionador y reflexivo con carácter de democracia participativa de la ciudadanía, pero no, se trata de inversiones de los candidatos ricos y del uso debido e indebido de los recursos del Estado.


Sin prestar atención al carácter narcisista de las campañas electorales con el despliegue de imágenes editadas para enfatizar en la llamada “buena presencia”, un requisito vigente para conseguir empleo con tinte discriminatoria en un país donde la mayoría es gente de color. Resultaría más positivo hacer enfoque en los asuntos que afectan directamente los sectores demográficos de la nación con grandes necesidades, aumentar la producción para el consumo interno y las exportaciones y sus mecanismos de control como medio para generar empleo.

El sistema presidencialista del estilo de gobierno dominicano es un cáncer terrible, mortal, porque primero no tiene asidero legal en la estructura constitucional del país, segundo es el ejercicio arbitrario del poder ejecutivo en la imagen del presidente sobre los demás poderes del Estado y sobre las instituciones imprescindibles para el funcionamiento del aparato estatal que supuestamente presta servicios y canaliza la distribución los recursos proveniente del patrimonio público.

Dependiendo de los desaciertos económicos de la pasada administración de Hipólito Mejía, especialmente el mayor escándalo bancario Baninter, este ingeniero agrónomo no hubiese tenido la menor posibilidad de ganar la convención perredista, sino fuera por el poder de la maquinaria que le promueve, el aval de sus recursos económicos y los compromisos contraídos con sus patrocinadores. 

Esta es la manera como se trabaja una candidatura en el día de hoy en tierra dominicana. Existen tres maquinarias políticas, cada una montada sobre alianzas con otras organizaciones de menor cuantía, que tienen el país acorralado y sujeto al patrón tradicional de campañas electorales que no
enfatizan en programas de gobierno ni en plataforma definitoria de principios.


Al contrario de todo esto, un proyecto político como “Alianza País” camina con gran esfuerzo haciendo un intento de concientización por un cambio efectivo protagonizado por los ciudadanos dispuestos a tomarse con seriedad un plan de trabajo común para sacar el país del atolladero en que se encuentra.

El “reformismo” quiso adoptar el “socialcristianismo” como un medio de subsistencia pero fracasó asfixiado por carecer del espacio que no le permitió su caudillo con la imposición de su dictadura ilustrada. La revolución del partido blanco no pasó de ser un sueño carente de la pasión que no le ofrecen los elementos que se conjugan en el contexto de una socialdemocracia que se presta al juego de los grandes intereses de los monopolios imperialistas. La “liberación dominicana” fue un gran anhelo del fundador del PLD, un proyecto político y social a la deriva que terminará por los mismos senderos abismales de la “Dictadura con Respaldo Popular” que el partido blanco nunca adoptó como suya. Los colores en este panorama parecen ser mucho más que metáforas pintadas de rojo, blanco y morado y reflejan el destino de un país acorralado.

La única manera de romper el círculo caudillista, el narcisismo, y el clientelismo dependerá del reclamo consciente de la gente que en el presente solo cuenta para que le cuenten los votos.

domingo, 6 de marzo de 2011

Fidel denuncia campaña de confusión promovida por EEUU sobre conflicto en Libia


Por: Cubadebate- TeleSUR
Fecha de publicación: 03/03/11

La Habana, marzo 3 - El líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, denunció en su más reciente reflexión que una campaña de mentiras, impulsada por medios masivos de comunicación, generaron un alto índice de confusión sobre los hechos que desde hace dos semanas se desarrollan en Libia.

En su artículo titulado La Guerra inevitable de la OTAN, Fidel expuso que Estados Unidos, con su aliados, empleó un aparato mediático para la divulgación de información sesgada sobre la situación en el país del norte de África, en el que desde el pasado 17 de febrero se desarrollan protestas a favor y en contra el líder libio, Muammar Al Gaddafi.

“El imperio y sus principales aliados emplearon los medios más sofisticados para divulgar informaciones deformadas sobre los acontecimientos, entre las cuales había que inferir los rasgos de la verdad”, precisó Fidel.

En ese sentido, el líder cubano resaltó que “emisoras serias y prestigiosas, como teleSUR, se veían obligadas a enviar reporteros y camarógrafos a las actividades de un grupo y a las del lado opuesto, para informar lo que realmente ocurría”.

Fidel, sin embargo, destacó que la campaña de confusión que, a través de los medios de comunicación, promovió Estados Unidos sobre la situación en Libia no logró que China y Rusia aprobaran, en el Consejo de Seguridad dela Organización de las Naciones Unidas (ONU), una intervención militar sobre el país árabe.

“Pese al diluvio de mentiras y la confusión creada, Estados Unidos no pudo arrastrar a China y la Federación Rusa a la aprobación por el Consejo de Seguridad de una intervención militar en Libia, aunque logró en cambio obtener, en el Consejo de Derechos Humanos, la aprobación de los objetivos que buscaba en ese momento”, enfatizó.

Consideró que, al ser el norte de África una región en la que se produce gran parte del petróleo que sostiene la economía de países ricos, Estados Unidos y la OTAN no pueden mantenerse al margen del conflicto interno surgido en Libia para promover la intervención militar.

“El imperialismo y la OTAN ─seriamente preocupados por la ola revolucionaria desatada en el mundo árabe, donde se genera gran parte del petróleo que sostiene la economía de consumo de los países desarrollados y ricos─ no podían dejar de aprovechar el conflicto interno surgido en Libia para promover la intervención militar”, escribió el líder de la Revolución Cubana.

Entre las líneas de su artículo, Fidel también criticó a la ONU y a su secretario general, Ban Ki-Moon, ante el papel asumido por el organismo multilateral ante el conflicto en Libia, país sobre el que dijo ya se encuentra inmerso en una guerra civil.

“El hecho real es que Libia está ya envuelta en una guerra civil, como habíamos previsto, y nada pudo hacer Naciones Unidas para evitarlo, excepto que su propio Secretario General regara una buena dosis de combustible en el fuego”, sentenció.

Fidel anunció para este jueves la segunda entrega de La Guerra inevitable de la OTAN.

A continuación las Reflexiones de Fidel:


La Guerra inevitable de la OTAN


A diferencia de lo que ocurre en Egipto y Túnez, Libia ocupa el primer lugar en el Índice de Desarrollo Humano de África y tiene la más alta esperanza de vida del Continente. La educación y la salud reciben especial atención del Estado. El nivel cultural de su población es sin dudas más alto. Sus problemas son de otro carácter. La población no carecía de alimentos y servicios sociales indispensables. El país requería abundante fuerza de trabajo extranjera para llevar a cabo ambiciosos planes de producción y desarrollo social.

Por ello suministraba empleo a cientos de miles de trabajadores egipcios, tunecinos, chinos y de otras nacionalidades. Disponía de enormes ingresos y reservas en divisas convertibles depositadas en los bancos de los países ricos, con las cuales adquirían bienes de consumo e incluso, armas sofisticadas que precisamente le suministraban los mismos países que hoy quieren invadirla en nombre de los derechos humanos.

La colosal campaña de mentiras, desatada por los medios masivos de información, dio lugar a una gran confusión en la opinión pública mundial. Pasará tiempo antes de que pueda reconstruirse lo que realmente ha ocurrido en Libia, y separar los hechos reales de los falsos que se han divulgado.

Emisoras serias y prestigiosas, como Telesur, se veían obligadas a enviar reporteros y camarógrafos a las actividades de un grupo y a las del lado opuesto, para informar lo que realmente ocurría.

Las comunicaciones estaban bloqueadas, los funcionarios diplomáticos honestos se jugaban la vida recorriendo barrios y observando actividades, de día o de noche, para informar lo que estaba ocurriendo. El imperio y sus principales aliados emplearon los medios más sofisticados para divulgar informaciones deformadas sobre los acontecimientos, entre las cuales había que inferir los rasgos de la verdad.

Sin duda alguna, los rostros de los jóvenes que protestaban en Bengasi, hombres, y mujeres con velo o sin velo, expresaban indignación real.

Se puede apreciar la influencia que todavía ejerce el componente tribal en ese país árabe, a pesar de la fe musulmana que comparte sinceramente el 95% de su población.

El imperialismo y la OTAN ─seriamente preocupados por la ola revolucionaria desatada en el mundo árabe, donde se genera gran parte del petróleo que sostiene la economía de consumo de los países desarrollados y ricos─ no podían dejar de aprovechar el conflicto interno surgido en Libia para promover la intervención militar. Las declaraciones formuladas por la administración de Estados Unidos desde el primer instante fueron categóricas en ese sentido.

Las circunstancias no podían ser más propicias. En las elecciones de noviembre la derecha republicana propinó un golpe contundente al Presidente Obama, experto en retórica.

El grupo fascista de “misión cumplida”, apoyado ahora ideológicamente por los extremistas del Tea Party, redujo las posibilidades del actual Presidente a un papel meramente decorativo, en el que peligraba incluso su programa de salud y la dudosa recuperación de la economía, a causa del déficit presupuestario y el incontrolable crecimiento de la deuda pública, que batían ya todos los records históricos.

Pese al diluvio de mentiras y la confusión creada, Estados Unidos no pudo arrastrar a China y la Federación Rusa a la aprobación por el Consejo de Seguridad de una intervención militar en Libia, aunque logró en cambio obtener, en el Consejo de Derechos Humanos, la aprobación de los objetivos que buscaba en ese momento. Con relación a una intervención militar, la Secretaria de Estado declaró con palabras que no admiten la menor duda: “ninguna opción está descartada”.

El hecho real es que Libia está ya envuelta en una guerra civil, como habíamos previsto, y nada pudo hacer Naciones Unidas para evitarlo, excepto que su propio Secretario General regara una buena dosis de combustible en el fuego.

El problema que tal vez no imaginaban los actores es que los propios líderes de la rebelión irrumpieran en el complicado tema declarando que rechazaban toda intervención militar extranjera.

Diversas agencias de noticias informaron que Abdelhafiz Ghoga, portavoz del Comité de la Revolución declaró el lunes 28 que “‘El resto de Libia será liberado por el pueblo libio’”.

“Contamos con el ejército para liberar Trípoli’ aseguró Ghoga durante el anuncio de la formación de un ‘Consejo Nacional’ para representar a las ciudades del país en manos de la insurrección.”

“‘Lo que queremos es informaciones de inteligencia, pero en ningún caso que se afecte nuestra soberanía aérea, terrestre o marítima’, agregó, durante un encuentro con periodistas en esta ciudad situada 1.000 km al este de Trípoli.”

“La intransigencia de los responsables de la oposición sobre la soberanía nacional reflejaba la opinión manifestada en forma espontánea por muchos ciudadanos libios a la prensa internacional en Bengasi”, informó un despacho de la agencia AFP el pasado lunes.

Ese mismo día, una profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Bengasi, Abeir Imneina, declaró:

“Hay un sentimiento nacional muy fuerte en Libia.”

“‘Además, el ejemplo de Irak da miedo al conjunto del mundo árabe’, subraya, en referencia a la invasión norteamericana de 2003 que debía llevar la democracia a ese país y luego, por contagio, al conjunto de la región, una hipótesis totalmente desmentida por los hechos.”

Prosigue la profesora:

“‘Sabemos lo que pasó en Irak, es que se encuentra en plena inestabilidad, y verdaderamente no deseamos seguir el mismo camino. No queremos que los norteamericanos vengan para tener que terminar lamentando a Gadafi’, continuó esta experta.”

“Pero según Abeir Imneina, ‘también existe el sentimiento de que es nuestra revolución, y que nos corresponde a nosotros hacerla’.”

A las pocas horas de publicarse este despacho, dos de los principales órganos de prensa de Estados Unidos, The New York Times y The Washington Post, se apresuraron en ofrecer nuevas versiones sobre el tema, de lo cual informa la agencia DPA al día siguiente 1º de marzo: “La oposición libia podría solicitar que Occidente bombardee desde el aire posiciones estratégicas de las fuerzas fieles al presidente Muamar al Gadafi, informa hoy la prensa estadounidense.”

“El tema está siendo discutido dentro del Consejo Revolucionario libio, precisan ‘The New York Times’ y ‘The Washington Post’ en sus versiones online.”

“‘The New York Times’ acota que estas discusiones ponen de manifiesto la creciente frustración de los líderes rebeldes ante la posibilidad de que Gadafi retome el poder”.

“En el caso de que las acciones aéreas se realicen en el marco de las Naciones Unidas, éstas no implicarían intervención internacional, explicó el portavoz del consejo, citado por ‘The New York Times’.”

“El consejo está conformado por abogados, académicos, jueces y prominentes miembros de la sociedad Libia.”

Afirma el despacho:

“‘The Washington Post’ citó a rebeldes reconociendo que, sin el apoyo de Occidente, los combates con las fuerzas leales a Gadafi podrían durar mucho y costar gran cantidad de vidas humanas.”

Llama la atención que en esa relación no se mencione un solo obrero, campesino, constructor, alguien relacionado con la producción material o a un joven estudiante o combatiente de los que aparecen en las manifestaciones. ¿Por qué el empeño en presentar a los rebeldes como miembros prominentes de la sociedad reclamando bombardeos de Estados Unidos y la OTAN para matar libios?

Algún día se conocerá la verdad, a través de personas como la profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Bengasi, que con tanta elocuencia narra la terrible experiencia que mató, destruyó los hogares, dejó sin empleo o hizo emigrar a millones de personas en Iraq.

Hoy miércoles dos de marzo, la Agencia EFE presenta al conocido vocero rebelde haciendo declaraciones que, a mi juicio, afirman y a la vez contradicen las del lunes: “Bengasi (Libia), 2 de marzo. La dirección rebelde libia pidió hoy al Consejo de Seguridad de la ONU que lance un ataque aéreo ‘contra los mercenarios’ del régimen de Muamar el Gadafi.”

“‘Nuestro Ejército no puede lanzar ataques contra los mercenarios, por su papel defensivo’, afirmó el portavoz rebelde Abdelhafiz Ghoga en una conferencia de prensa en Bengasi.”

“‘Es diferente un ataque aéreo estratégico que una intervención extranjera, que rechazamos’, recalcó el portavoz de las fuerzas de oposición, que en todo momento se han mostrado en contra de una intervención militar extranjera en el conflicto libio”.

¿A cuál de las muchas guerras imperialistas se parecería esta?

¿La de España en 1936, la de Mussolini contra Etiopía en 1935, la de George W. Bush contra Iraq en el año 2003 o a cualquiera de las decenas de guerras promovidas por Estados Unidos contra los pueblos de América, desde la invasión de México en 1846, hasta la de Las Malvinas en 1982?

Sin excluir, desde luego, la invasión mercenaria de Girón, la guerra sucia y el bloqueo a nuestra Patria a lo largo de 50 años, que se cumplirán el próximo 16 de abril.

En todas esas guerras, como la de Vietnam que costó millones de vidas, imperaron las justificaciones y las medidas más cínicas.

Para los que alberguen alguna duda, sobre la inevitable intervención militar que se producirá en Libia, la agencia de noticias AP, a la que considero bien informada, encabezó un cable publicado hoy, en el que se afirma: “Los países de la Organización del Tratado del Atlántico (OTAN) elaboran un plan de contingencia tomando como modelo las zonas de exclusión de vuelos establecidas sobre los Balcanes en la década de 1990, en caso de que la comunidad internacional decida imponer un embargo aéreo sobre Libia, dijeron diplomáticos”.

Más adelante concluye: “Los funcionarios, que no podían dar sus nombres debido a lo delicado del asunto, indicaron que las opciones que se observan tienen punto de partida en la zona de exclusión de vuelos que impuso la alianza militar occidental sobre Bosnia en 1993 que contó con el mandato del Consejo de Seguridad, y en los bombardeos de la OTAN por Kosovo en 1999, QUE NO LO TUVO”.

sábado, 5 de marzo de 2011

Crisis institucional dominicana es análoga a la desidia a Juan Pablo Duarte

Eramis Cruz

Estados Unidos tiene a Abraham Lincoln, Cuba a José Martí, y Venezuela a Simón Bolívar. La lista de países que sostienen sus banderas y razón de existir en la elevada figura de hombres que entregaron sus vidas en función de la filosofía y principios fundamentales de libertad y justicia es amplia y justificada.
Estados Unidos puede servir de ejemplo en el mundo de como a través del tiempo ha respetado estas primicias lo mismo que la constitución, las leyes y las instituciones que forman puentes y estructuras de una gran nación.

En el caso de la Republica Dominicana hay que detenerse y analizar lo que sucede en la actualidad, debido a que se dan fenómenos contradictorios en relación con los principios y los legados de sus fundadores. No tenemos un padre de la patria sino tres, entre nuestras grandes figuras históricas, no solo hay hombres sino también mujeres. La diversidad de nuestra población permite la congruencia de una población representante de las principales etnias del mundo.

República Dominicana es una isla en el medio del mundo con facilidad de transportación, un pueblo trabajador, unas tierras cultivables, minería, ganadería, mucha agua, costas marinas para el turismo, y amplios espacios para viviendas e industrias. Tenemos recursos académicos necesarios para el desarrollo moderno, no pueden justificarse razones para no ser la envidia del mundo y no la vergüenza de su propia gente. Es imperdonable que estemos aun en la lista de los países subdesarrollados. Históricamente el accionar de la clase dominante de la República Dominicana, primero la oligarquía ganadera y terrateniente y después un sector de la alta burguesía, vende patria y alienada, ha sido incapaz de poner la patria primero, como hizo Juan Pablo Duarte y Diez.

Los expertos en materia de sociología y hombres y mujeres experimentados en materia del proceso político del país coinciden en señalar que en el presente, bajo la administración del presidente Leonel Fernández y el Partido de la Liberación Dominicana, el país aborda a una crisis institucional debido a los desaciertos de este gobierno. El problema radica en el descaro de los funcionarios públicos carentes de moral y principios con respecto a la administración del patrimonio del estado. Juan Pablo Duarte y los demás padres de la Patria, son en la actualidad una decoración en las paredes de las oficinas públicas, incluyendo el palacio nacional.

Todo el mundo sabe que el PLD se apartó de los postulados de su líder y fundador, Profesor Juan Bosch, para convertirse de heredero del Partidos Reformista y la continuación de la manera de gobernar del Doctor Joaquín Balaguer Ricardo. Los partidos políticos tradicionales, principalmente los tres que se han compartido la administración del patrimonio de estado, han fracasado en consecuencia, respecto a la transformación del país en pro de la consecución del proyecto de nación con el cual sonó Juan Pablo Duarte. Es obvio que el presidente Fernández no sabe decir esta boca es mía cuando se trata de posiciones e interés de los Estados Unidos, su partido se ha convertido en un instrumento servil a los grandes intereses de los Estados Unidos a través de proyectos, inversiones y distribución de sus manufacturas. No hay razón justificada para hacer lo que todo el mundo hace si todo el mundo no está teniendo buenos resultados (concepto de globalización y neoliberalismo).

No se puede concebir, sin ser desmoralizado, que los partidos políticos existan solamente en función de darse turno en el gobierno para favorecer su clientelismo. Eso es una traición a la filosofía y el pensamiento de Juan Pablo Duarte. No existe la más mínima posibilidad de crecimiento positivo y la elevación de la moral ciudadana, cuando la justicia no funciona igual para todos ni el patrimonio del estado no es el mismo para todos, (supuesto principio de la democracia).

En mano de quien queda el combate a la criminalidad, la discriminación, el desempleo y el bajo nivel y calidad de la educación (negativa del 4% del presupuesto). En mano de quien y con cual conciencia se organiza a los trabajadores, para crear organizaciones sindicales nacionales fuertes, y sin ellas donde quedan las negociones de buenos contratos colectivos para mejorar las condiciones de trabajo, el aumento de los salarios, y la seguridad de empleo. Pues claro que cuando se habla de fortalecimiento institucional no solo se habla de las instituciones gubernamentales sino también de la infraestructura de la sociedad en el marco de su existencia real y objetiva.

Contar con personas honestas, sean estas funcionarios o simples trabajadores, es de suma importancia en la manera de conducirse un país, pero también a falta de una actitud que así lo exponga, los mecanismos del estado y la instituciones públicas y privadas deben ser el mejor medio para hacer cumplir lo que conviene al país como un conjunto de ciudadanos que tiene una historia y un futuro en sus hombros.

En una situación tan caótica como la presente, la crisis institucional es análoga al abandono de los postulados del pensamiento duartiano. Científicamente no puede terminar en resultados diferentes, tierras baldías, tráfico de drogas, desempleo, partidos políticos sin programas, funcionarios sin escrúpulo, el tráfico de influencia y el endeudamiento externo e interno no puede ser más patético.

El pueblo aguanta, aguante y aguanta, nunca ha sido diferente en países bajo esas condiciones, porque no existen correctivos de rutina bajo el orden institucional, entonces se dan las explosiones sociales, las crisis de mayores envergaduras. La moral de la gente baja, baja y baja, entonces se produce el fenómeno del congelamiento a consecuencia de las bajas temperaturas. Ya sabemos lo que sucede cuando se produce el calentamiento global y se descongelan los grandes bloques frisados. Viene la estampida y luego la corredera (familia Trujillo, Batista, Somoza y Duvalier).

Parece ser verdad que la memoria colectiva no existe, y a veces nos vemos tentados a pensar si tampoco la individual. Y uno se pregunta por qué hace campaña el ex presidente Hipólito Mejía, me imagino que debe ser que entiende que el pueblo olvidó los desaciertos económicos de su administración, los que le siguen no carecen de memoria, carecen de responsabilidad. Es posible que ahora se justifique preguntando con cual cara lo hace Jean-Claude “Baby Doc” Duvalier que regresa a Haití no solo sin palabras sino también sin vergüenza. En síntesis hay gente que cree que en este país todo es posible si se tiene el dinero y la influencia, pero más bien la indiferencia y la aparente tolerancia de que quienes no tiene más que el voto bajo la democracia o la sublevación en tiempo de reclamo de conciencia, es un síntoma que no da otro diagnostico que un orden del desorden institucional.

Si fuéramos como Duarte, si pensáramos como Duarte, si actuáramos como Duarte, podríamos estar seguros que otra canción se escucharía de los labios de nuestros hombres y mujeres. A un lado deben quedar hombres como Rafael Leónidas Trujillo, y Pedro Santana Familia, pero también debemos de poner bajo la mira duartiana a muchos que actúan alejados de los principios del fundador de la republica, la lista es larga e innecesaria porque son tan conocidos que sus nombres son pegados en las paginas de los medios de prensa para no tener que escribirlos tantas veces.

Estamos convencidos de que la Republica Dominicana es un país que se merece mejor suerte y está plasmada bajo la pluma de Juan Pablo Duarte y contenida en las razones para los sacrificios de tantos nobles héroes que decoran el altar de la patria dominicana. Pero no basta con esa simbología de escudo, bandera e historia, tenemos que darle vida y convertirla en praxis para enderezar de una vez el camino errático de las corrientes administrativas de los gobiernos que desde 1965 han violentado los estamentos constitucionales de la Republica Dominicana como proyecto de nación concebida por Juan Pablo Duarte y sus seguidores.

Para aquellos que toman estas referencias como prosas metafóricas, echando al olvido el derecho de los demás a tener acceso al patrimonio de estado y las riquezas del país, les recuerdo que la misión del oprimido, como lo fue Juan Pablo Duarte, es liberar al opresor de su estado inerte y carencia de humanidad, para adherible a los canales de la historia. Grandes problemas demandan grandes soluciones o se hunde la isla, ¡carajo!

viernes, 4 de marzo de 2011

Crisis institucional dominicana es análoga a la desidia a Juan Pablo Duarte


Eramis Cruz
Estados Unidos tiene a Abraham Lincoln, Cuba a José Martí, y Venezuela a Simona Bolívar. La lista de países que sostienen sus banderas y razón de existir en la elevada figura de hombres que entregaron sus vidas en función de la filosofía y principios fundamentales de libertad y justicia es amplia y justificada.
Estados Unidos puede servir de ejemplo en el mundo de como a través del tiempo ha respetado estas primicias lo mismo que la constitución, las leyes y las instituciones que forman puentes y estructuras de una gran nación.

En el caso de la Republica Dominicana hay que detenerse y analizar lo que sucede en la actualidad, debido a que se dan fenómenos contradictorios en relación con los principios y los legados de sus fundadores. No tenemos un padre de la patria sino tres, entre nuestras grandes figuras históricas, no solo hay hombres sino también mujeres. La diversidad de nuestra población permite la congruencia de una población representante de las principales etnias del mundo.

República Dominicana es una isla en el medio del mundo con facilidad de transportación, un pueblo trabajador, unas tierras cultivables, minería, ganadería, mucha agua, costas marinas para el turismo, y amplios espacios para viviendas e industrias. Tenemos recursos académicos necesarios para el desarrollo moderno, no pueden justificarse razones para no ser la envidia del mundo y no la vergüenza de su propia gente. Es imperdonable que estemos aun en la lista de los países subdesarrollados. Históricamente el accionar de la clase dominante de la República Dominicana, primero la oligarquía ganadera y terrateniente y después un sector de la alta burguesía, vende patria y alienada, ha sido incapaz de poner la patria primero, como hizo Juan Pablo Duarte y Diez.

Los expertos en materia de sociología y hombres y mujeres experimentados en materia del proceso político del país coinciden en señalar que en el presente, bajo la administración del presidente Leonel Fernández y el Partido de la Liberación Dominicana, el país aborda a una crisis institucional debido a los desaciertos de este gobierno. El problema radica en el descaro de los funcionarios públicos carentes de moral y principios con respecto a la administración del patrimonio del estado. Juan Pablo Duarte y los demás padres de la Patria, son en la actualidad una decoración en las paredes de las oficinas públicas, incluyendo el palacio nacional.

Todo el mundo sabe que el PLD se apartó de los postulados de su líder y fundador, Profesor Juan Bosch, para convertirse de heredero del Partidos Reformista y la continuación de la manera de gobernar del Doctor Joaquín Balaguer Ricardo. Los partidos políticos tradicionales, principalmente los tres que se han compartido la administración del patrimonio de estado, han fracasado en consecuencia, respecto a la transformación del país en pro de la consecución del proyecto de nación con el cual sonó Juan Pablo Duarte. Es obvio que el presidente Fernández no sabe decir esta boca es mía cuando se trata de posiciones e interés de los Estados Unidos, su partido se ha convertido en un instrumento servil a los grandes intereses de los Estados Unidos a través de proyectos, inversiones y distribución de sus manufacturas. No hay razón justificada para hacer lo que todo el mundo hace si todo el mundo no está teniendo buenos resultados (concepto de globalización y neoliberalismo).

No se puede concebir, sin ser desmoralizado, que los partidos políticos existan solamente en función de darse turno en el gobierno para favorecer su clientelismo. Eso es una traición a la filosofía y el pensamiento de Juan Pablo Duarte. No existe la más mínima posibilidad de crecimiento positivo y la elevación de la moral ciudadana, cuando la justicia no funciona igual para todos ni el patrimonio del estado no es el mismo para todos, (supuesto principio de la democracia).
En mano de quien queda el combate a la criminalidad, la discriminación, el desempleo y el bajo nivel y calidad de la educación (negativa del 4% del presupuesto). En mano de quien y con cual conciencia se organiza a los trabajadores, para crear organizaciones sindicales nacionales fuertes, y sin ellas donde quedan las negociones de buenos contratos colectivos para mejorar las condiciones de trabajo, el aumento de los salarios, y la seguridad de empleo. Pues claro que cuando se habla de fortalecimiento institucional no solo se habla de las instituciones gubernamentales sino también de la infraestructura de la sociedad en el marco de su existencia real y objetiva.

Contar con personas honestas, sean estas funcionarios o simples trabajadores, es de suma importancia en la manera de conducirse un país, pero también a falta de una actitud que así lo exponga, los mecanismos del estado y la instituciones públicas y privadas deben ser el mejor medio para hacer cumplir lo que conviene al país como un conjunto de ciudadanos que tiene una historia y un futuro en sus hombros.
En una situación tan caótica como la presente, la crisis institucional es análoga al abandono de los postulados del pensamiento duartiano. Científicamente no puede terminar en resultados diferentes, tierras baldías, tráfico de drogas, desempleo, partidos políticos sin programas, funcionarios sin escrúpulo, el tráfico de influencia y el endeudamiento externo e interno no puede ser más patético.

El pueblo aguanta, aguante y aguanta, nunca ha sido diferente en países bajo esas condiciones, porque no existen correctivos de rutina bajo el orden institucional, entonces se dan las explosiones sociales, las crisis de mayores envergaduras. La moral de la gente baja, baja y baja, entonces se produce el fenómeno del congelamiento a consecuencia de las bajas temperaturas. Ya sabemos lo que sucede cuando se produce el calentamiento global y se descongelan los grandes bloques frisados. Viene la estampida y luego la corredera (familia Trujillo, Batista, Somoza y Duvalier).

Parece ser verdad que la memoria colectiva no existe, y a veces nos vemos tentados a pensar si tampoco la individual. Y uno se pregunta por qué hace campaña el ex presidente Hipólito Mejía, me imagino que debe ser que entiende que el pueblo olvidó los desaciertos económicos de su administración, los que le siguen no carecen de memoria, carecen de responsabilidad. Es posible que ahora se justifique preguntando con cual cara lo hace Jean-Claude “Baby Doc” Duvalier que regresa a Haití no solo sin palabras sino también sin vergüenza. En síntesis hay gente que cree que en este país todo es posible si se tiene el dinero y la influencia, pero más bien la indiferencia y la aparente tolerancia de que quienes no tiene más que el voto bajo la democracia o la sublevación en tiempo de reclamo de conciencia, es un síntoma que no da otro diagnostico que un orden del desorden institucional.

Si fuéramos como Duarte, si pensáramos como Duarte, si actuáramos como Duarte, podríamos estar seguros que otra canción se escucharía de los labios de nuestros hombres y mujeres. A un lado deben quedar hombres como Rafael Leónidas Trujillo, y Pedro Santana Familia, pero también debemos de poner bajo la mira duartiana a muchos que actúan alejados de los principios del fundador de la republica, la lista es larga e innecesaria porque son tan conocidos que sus nombres son pegados en las paginas de los medios de prensa para no tener que escribirlos tantas veces.

Estamos convencidos de que la Republica Dominicana es un país que se merece mejor suerte y está plasmada bajo la pluma de Juan Pablo Duarte y contenida en las razones para los sacrificios de tantos nobles héroes que decoran el altar de la patria dominicana. Pero no basta con esa simbología de escudo, bandera e historia, tenemos que darle vida y convertirla en praxis para enderezar de una vez el camino errático de las corrientes administrativas de los gobiernos que desde 1965 han violentado los estamentos constitucionales de la Republica Dominicana como proyecto de nación concebida por Juan Pablo Duarte y sus seguidores.

Para aquellos que toman estas referencias como prosas metafóricas, echando al olvido el derecho de los demás a tener acceso al patrimonio de estado y las riquezas del país, les recuerdo que la misión del oprimido, como lo fue Juan Pablo Duarte, es liberar al opresor de su estado inerte y carencia de humanidad, para adherible a los canales de la historia. Grandes problemas demandan grandes soluciones o se hunde la isla, ¡carajo!

La reunión privada entre Kissinger y Pinochet en Chile

Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...