jueves, 9 de febrero de 2017

Episodios heroicos y procesos magníficos



Eramis Cruz

No me cabe la menor duda, nadie puede ser más feliz en esta vida que las personas simples o sencillas, las que no tienen nada que ocultar, son consecuentes de sus actos y


aman la naturaleza. Esta manera de ser es menos complicada que vivir mintiéndose a sí mismo. Quien se valora por lo que es y no por lo que tiene, si alguna vez no tiene nada, la esencia de su persona no se verá afectada, he decir la autoestima o el alto concepto en la que afianza su escala de valores.
Del mismo modo que nadie se baña dos veces en el mismo río, tampoco ninguna mirada se asienta en nuestra apariencia más de una vez, tampoco nosotros sostenemos la misma imagen, además, no todo el mundo valora a la persona por la manera como se ve. Aparte de eso, no siempre los demás nos ven como nosotros pretendemos.
Aún no sea obvio para muchos, por la mayoría de las cosas que benefician nuestra vida, específicamente las más importantes, no podemos reclamar crédito alguno. Uno no decide su ADN, por tanto, ningunas de las cualidades físicas, habilidades y destrezas son en realidad in invento personal, aún dependan de la voluntad de quien la visualiza para hacerlas posibles.
La próxima vez que usted piense en la grandeza que nos define como seres humanos, o se mire en el espejo, piense que valemos más por nuestras similitudes que por nuestras diferencias como miembros de una sociedad o como individuos que dependen unos de los otros para la supervivencia en medio de las tormentas.
Nuestra historia está saturada de episodios heroicos y procesos magníficos. Sobrevivimos a enfermedades contagiosas y mortíferas, gracias a los aportes de científicos que sacrificaron mucho para hacerlo posible, a guerras y turbulencias políticas, gracias a negociaciones para reconciliar intereses encontrados. 
Al final, si miramos la historia con ojo crítico, tenemos más de qué estar agradecidos, que el asumido privilegio de rey del universo o de sentirnos prepotentes o distinguidos. Somos un punto invisible en la inmensidad del espacio, en una ínfima porción del tiempo que se consume con un numero limitado de respiros. Pero si nos vemos según nuestra naturaleza sobrepasamos los límites que nos ocultan nuestras falsas percepciones.
Son más lo que nacen que los que mueren. Y a pesar de que millones de hombres y mujeres no dejaron evidencia de su pasar por este espacio, contribuyeron sin darse cuenta para hacer a la aproximas generaciones más fuertes y competitivas. Nada de la naturaleza desaparece, todo se transforma para continuar la existencia. Los criterios que se debaten entre la realidad objetiva y la metafísica no contradice estas aseveraciones. Hagamos de la vida el alcance de la felicidad, no importa la circunstancia.

No importa cuan heroicos hayan sido los eventos, ni los complicados problemas resueltos por necesidades del intercambio comercial, lo importante es que cada día millones de seres humanos se levantan, cual una colonia de hormigas obreras, a afanar para hacer de la tierra un mundo mejor, a veces sin esperar a cambio no más que lo mínimo, apenas suficiente para reponer la energía gastada, un acto valiente compensando con lo tantos que nos ofrece la vida sin exigirnos paga, un cielo infinita para echar la mirada o un mar inmenso para hacer posible navegar la imaginación.

La reunión privada entre Kissinger y Pinochet en Chile

Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...