sábado, 26 de abril de 2014

ASI ANDAMOS

Foto de Jimmy Valdez-Osaku.
 26 de Abril
 Jimmy Valdez-Osaku 

Así andamos, así de imposibles y secuestros; de inauditos. Nuestras esperanzas son tan limitadas, tan ceñidas y únicas que, la visión se nubla ante la magnitud de tantas contrariedades e indiferencias: la más inadmisible ineptitud tutela nuestro lar, constituyéndose en dueña de los absolutos, en gobierno de la vileza, en burla pertinaz.
No existe entendimiento, reflexión, amor propio para enfrentar el asco indolente encarnado en las huestes palaciegas y de partido. La aceptación de que “las cosas así son y seguirán siendo” es una vergüenza a la que no me someto y combato con todo mí ser, fuerzas, corazón.
Nos estamos quedando sin referentes sociales, sin hombres y mujeres dispuestos, sin generación de relevo, sin espíritu duartiano. El país es un sumidero de bulímicos empréstitos, de desfachatez, abandonado a su suerte.
Los dominicanos estamos hundidos en las profundidades del más hediondo lodo y podredumbre posible. Basta encender el televisor o buscar en internet para encontrarnos con una avalancha de denuncias, quejas, abusos, contradicciones sucedidas a diario en suelo patrio sin que nada ni nadie asuma las consecuencias, pague por sus hechos, responda ante el pueblo con las mismas reglas e imposiciones en la que se le juzga y despoja de sus derechos y libertades por cualquier ofensa o insignificancia de tres pesos para saciar el hambre o cubrir los costos de una receta hospitalaria.
Tenemos una sociedad ridícula e insensible. Botarata, encubridora, ufanada de sus miserias, vacía en el concurso trascendente que es la búsqueda del bienestar humano, el progreso humano, la transformación humana de todos los ciudadanos nuestros y los que por “H o por R” optaron por el país en la búsqueda de oportunidades y sueños.
Personalmente no creo en esa democracia de mierda sustentada en los partidos tradicionales. En los partiduchos bisagras que como las sanguijuelas se hinchan hasta la saciedad en los gobiernos de turno y luego pasan al siguiente con la cara fresca y sin prejuicios del que se come la “m” y le da tres cajaros y sus pitos.
Bien sé que dadas las circunstancias y conductas históricas de mi pueblo (arrodillado, pordiosero, indolente consigo mismo; traicionado desde siempre) el camino que yo le sueño, deseo, abrazo, es casi un imposible.
Igual sé, reflexionando, coincidiendo, apostando por las similitudes en la entrega y sacrificios, que en nuestra sociedad no todo está perdido. Que existen gentes buenas, gente con una perspectiva mucho más profunda e influyente abriendo senderos, luchando contra la vorágine, apostando por lo más sano, rescatable, hermoso de nuestra nación, de nuestro pueblo.
Ojala, bella palabra que encierra toda la fe y esperanza en Dios, que los que por siempre han pisoteado la dignidad y confianza de los dominicanos paguen las necesarias consecuencias con cárcel y deshonra.

miércoles, 23 de abril de 2014

La poblada de abril de 1984





23/04/2014 12:00 AM - Rafael Alonso Rijo

23/04/2014 12:00 AM - Rafael Alonso Rijo
23/04/2014 12:00 AM - Rafael Alonso Rijo


El lunes 23 de abril de 1984 los barrios marginados de la capital y el interior del país iniciaron un levantamiento popular que culminó tres días después con un saldo oficial de más de 125 personas muertas.El levantamiento popular, bautizado por el profesor Juan Bosch como “poblada”, estuvo precedido de más de un año de denuncias y protestas en todo el país por parte de los Comités de Lucha Popular (CLP), dirigidos por la izquierda, y las comunidades Cristianas de Base (CCB), influenciadas por sacerdotes católicos militantes de la Teología de la Liberación, en contra las negociaciones que el gobierno del expresidente Salvador Jorge Blanco realizaba con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estrenaba en América Latina la llamada “Política de Shock”.

La “Política de Shock” enarbolada por el FMI era la propuesta de los economistas formados en la Escuela Económica de Chicago (Chicago Boys), y que encabezaba el Premio Nobel de Economía Milton Friedman, la cual planteaba que en medio de la conmoción y confusión interna se pueden hacer reformas impopulares que recuperen la economía.

Para entonces, el tercer gobierno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que encabezaba Jorge Blanco atravesaba por una situación económica difícil caracterizada por una inflación galopante, la cual había iniciado en 1981 y que obligaron a adoptar las primeras medidas restrictivas, lo que generó el rechazo de los sectores populares.

En 1981 la crisis presupuestaria obligó al gobierno a limitarse económicamente y a adoptar las primeras medidas de austeridad, lo que se complicaba con el aumento de los precios del petróleo y por ende con el encarecimiento de los productos de primera necesidad.

La crisis económica se combinó con el malestar social, lo que contribuyó a que en sentido general se unieran voluntades contra las negociaciones con el FMI y las políticas económicas que venía aplicando el gobierno de Jorge Blanco, alejando así al PRD de sus bases de sustentación.

“El palo acecha’o”

Culminada las negociaciones con el FMI, el Gobierno decidió aprovechar el largo asueto de Semana Santa para hacer efectiva la política fondomonetarista, por lo que entre sábado y domingo todos los productos del mercado nacional subieron en más de un 500% (hay quienes aseguran que 700%), lo que impactó en la psiquis de la población que despertaba el lunes 23  en medio de esa pesadilla.

Las autoridades del PRD no tomaron en cuenta el impacto que en el imaginario popular tiene el mes de abril en el sentido de que en dicho mes “siempre ocurre algo” en el país, y sobre todo cuando esa misma semana se cumplían 19 años de la revolución de 1965 y 11 del desembarco en Playas Caracoles del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Para la psiquis popular, el aprovechar el feriado de Semana Santa para aplicar la receta fondomonetarista fue un “palo acecha’o”, es decir, un acto de traición del gobierno de Jorge Blanco y el PRD hacia la población más pobre, su aliada tradicional.

La poblada

Los reportes de las radioemisoras más populares de entonces: Radio Mil, Radio Popular y Radio Comercial, despertaron a la población dominicana informando de protestas y quemas de gomas en el populoso sector de Capotillo, en la parte norte de la capital.

De acuerdo con los reportes, las amas de casa pegaban el grito al cielo en los colmados por el alza descomunal de precios de los productos de consumo básico, a lo que siguió la reacción de los jóvenes de los sectores que tomaron las calles, incendiaron autobuses del transporte y locales de instituciones públicas.

De barrios populares como Simón Bolívar, Cristo Rey, Gualey, Villa Juana y Villas Agrícolas, el movimiento pasó a Los Mina, Villa Duarte, Herrera y Los Alcarrizos y zonas aledañas, arropando para la media mañana toda la capital, con excepción de aquellos sectores del casco central y otros exclusivos habitados por las clases media alta y rica.

Ya para el mediodía se informaba de violentas protestas en ciudades y municipios de Santiago, San Francisco de Macorís, La Vega, Sánchez Ramírez, Salcedo, Puerto Plata, Valverde, San Juan de la Maguana, Barahona, San Cristóbal, Peravia, San Pedro de Macorís, La Altagracia, La Romana, El Seibo y Hato Mayor, entre otros pueblos.

La reacción

Aunque en principio el Gobierno pensó que se trataba de un movimiento con dirección política dirigido a socavarlo, lo cierto es que la explosión social sorprendió a todos los grupos políticos, aunque en medio de la situación sí trataron de sacar provecho político en contra del gobierno del PRD.

Distintas versiones atribuyen al doctor José Francisco Peña Gómez, líder del PRD, haberse presentado al Palacio Nacional y advertirle al presidente Jorge Blanco que si no sacaba a las Fuerzas Armadas (Ejército, Marina y Aviación) de seguro lo tumbarían, ya que la Policía Nacional no podía contener las violentas protestas.
Abril de 1984 marcó al PRD e impactó al FMI
Los tres días de enfrentamientos callejeros de abril de 1984 marcaron al gobierno y al PRD, distinguiéndose dos discursos: en el Palacio Nacional se hablaba de conspiración para derrocar y Peña Gómez de respuesta a la política económica. Una poblada similar se produjo años más tarde en contra del gobierno de Carlos Andrés Pérez, en Venezuela, lo que obligaría al FMI a abandonar la imposición de las del shock y a negociar reformas con los gobiernos.
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sábado, 19 de abril de 2014

García Márquez, creador de un universo literario




AP
Mexico
Gabriel García Márquez creó un vasto universo literario cuya principal virtud fue la de hacer entendible para el mundo la soledad y la complejidad de Latinoamérica, con una obra inspirada en leyendas, seres míticos y cantos vallenatos.
Su técnica narrativa, conocida como el realismo mágico, fue
una de las corrientes literarias predominantes del llamado "boom latinoamericano", como se conoció a la prodigiosa generación de escritores de la región que incluyó a figuras como el Nobel peruano Mario Vargas Llosa, el argentino Julio Cortázar y el mexicano Juan Rulfo.

Ganó el premio Nobel de Literatura en 1982 y su obra "Cien años de soledad" (1967) ha vendido más de 50 millones de ejemplares y se ha traducido a más de 40 idiomas. Su vasta obra incluye dos novelas de amor, "El Amor en los Tiempos del Cólera" (1985), "Del Amor y Otros Demonios" (1994) y "Crónica de una Muerte Anunciada" (1981).

Su vida transcurrió entre su pasión literaria, su trabajo de reportero y su discreto pero intenso activismo político de izquierda que lo llevó a admirar y a promover los logros de la revolución cubana, a servir de facilitador entre Estados Unidos y Cuba, a luchar, con sus armas de escritor, contra la dictadura de Augusto Pinochet y a promover un acuerdo de paz entre las guerrillas y el gobierno colombiano.

"Soy un hombre indivisible, y mi posición política obedece a la misma ideología con que escribo mis libros", dijo en una columna publicada por el diario El País de España el 8 de abril de 1981.
La literatura le significó fortuna y prestigio y lo que él llamó "el asedio de la publicidad". El periodismo y la política, o la percepción de que la ejercía, le trajeron incertidumbre, frecuentes críticas por su entrañable amistad con Fidel Castro. Se vio obligado a salir de nuevo de Colombia en 1981.
Salió por primera vez de Colombia cuando el diario "El Espectador" lo envió a cubrir una cumbre de mandatarios en Ginebra y decidió quedarse en París. Poco antes había escrito "Relato de un Náufrago", un reportaje que narró la travesía durante diez días de Luis Alejandro Velasco.
Durante su vida pasó de comer sobras de un bote de basura en París o dormir una temporada en una casa de prostitutas en Cartagena a ser consultado por ministros y jefes de estado, en persona o por teléfono, sobre política y los conflictos sociales más variados.
Después del Nobel, García Márquez vivió como una celebridad entre la Ciudad de México, Cuernavaca, Barcelona, Bogotá y Cartagena, donde tenía casas o apartamentos en los que, según él, tenía un estudio similar para honrar su feroz disciplina de escritor, a la que consagraba las primeras horas del día, de 9:00 am a 2:00 pm, con el sólo propósito de escribir una buena página por jornada, y sólo una, después de minuciosas rescrituras y múltiples borradores. Su universo literario tuvo origen en un remoto pueblo del Caribe colombiano, Aracataca, donde nació el 6 de marzo de 1927 y vivió una infancia feliz al lado de sus abuelos, Tranquilina Iguarán y Nicolás Márquez, el coronel de la Guerra de los Mil Días; un conflicto que culminó con la secesión de Panamá de Colombia.

Ambos, sin saberlo ni proponérselo inspiraron a dos de los personajes centrales de su obra: Úrsula Iguarán, la matrona sobre quien gravita las siete generaciones de "Cien años de soledad", y el coronel Aureliano Buendía, el segundo de la sucesión familiar.
"Mi mejor fuente de inspiración eran las conversaciones que los mayores sostenían delante de mí, porque pensaban que no las entendía o las que cifraban aposta para que no las entendiera. Y era todo lo contrario: yo las absorbía como una esponja... y cuando se las contaba a los mismos que las habían contado se quedaban perplejos por las coincidencias entre lo que yo decía y ellos pensaban".

Pero tuvieron que pasar más de 35 años para que se le iluminaran los personajes que lo maravillaron en su infancia y que quedaron condensados en la saga de los Buendía en "Cien años de Soledad".  Ese momento de iluminación ocurrió cuando viajaban en automóvil desde la Ciudad de México a Acapulco junto con su familia y la del escritor mexicano Carlos Fuentes.
Fue un momento de inspiración, un acceso místico que sólo tuvo paz cuando el manuscrito llegó a puerto seguro en la editorial argentina Sudamericana dieciocho meses después y tras ser rechazado por al menos una editorial.  Fuentes narró ese momento de inspiración, del que fue testigo de excepción. "Lo miré y me asusté. ¿Qué había ocurridoé ¿Por qué irradiaba una beatitud improbable el rostro de Gaboé ¿Por qué le iluminaba la cabeza un halo propio de un santoé ¿Era culpa de los tacos de cachete y nenepil (carne de cerdo) que comimos en una fondaé", dijo Fuentes.

"Nada de esto: sin saberlo, yo había asistido al nacimiento de 'Cien años de soledad', ese instante de gracia, de iluminación, de acceso espiritual, en que todas las cosas del mundo se ordenan espiritual e intelectualmente y nos ordenan: 'Aquí estoy. Así soy. Ahora escríbeme'".
 Cuatro años antes había arribado a Ciudad de México, un lunes 26 de junio de 1961, con "sus últimos veinte dólares y nada de porvenir", según dijo al diario El Espectador en 1983. Desembarcó luego de un largo viaje en bus desde Nueva York, donde trabajó como corresponsal de la agencia cubana de noticias Prensa Latina.  En una estación de tren de la capital de México, aguardaba por la familia García Barcha, entonces integrada por el periodista y escritor, su esposa Mercedes Barcha y su hijo Rodrigo García-Barcha, el poeta y escritor bogotano Álvaro Mutis, quien rápidamente le ayudó a conseguir empleo en una agencia de publicidad.  Gabo, como lo conocen la mayoría de los latinoamericanos, luego consiguió trabajo en un estudio cinematográfico.

Su devoción por la literatura de William Faulkner, Franz Kafka, Jorge Luis Borges, Virginia Wolf y Ernest Hemingway, nació años antes en la ciudad de Barranquilla, de la mano de un frenético grupo de literatos y periodistas aficionados a los burdeles y las parrandas hasta el amanecer, con quienes García Márquez compartió sus primeras letras de reportero y escritor.  En aquella época García Márquez repetía una frase atribuida a Faulkner de que "el mejor lugar para un escritor es el burdel: las mañanas son tranquilas, todas las noches hay fiesta, y se está en buenos términos con la policía". 
Ya en México, con una familia que alimentar, la parranda caribeña parecía un recuerdo de antaño y de sus amigos logró algo determinante para su carrera: su apoyo para dedicarse a escribir "Cien años de soledad". Ese tal vez ese sea el origen de su lapidaria frase de que Gabriel García Márquez escribe "para que mis amigos me quieran más". 

En una entrevista con el diario El Mundo de España lo dijo de una manera más explícita: "Dicen que soy un mafioso porque mi sentido de amistad es tal que recuerda un poco a los gánster". 
Su esposa tomó las riendas de los gastos de la casa en esos 18 meses de encierro y escritura a los que se había abandonado su marido. 
Logró créditos y nuevos plazos a los préstamos inicialmente contraídos que parecían imposibles, luego de haberse gastado los ahorros, vender un automóvil y todos sus electrodomésticos, incluido el teléfono. La familia sólo dejó para sí, como patrimonio inembargable, un secador de pelo que usaba Mercedes, la estufa y la licuadora que necesitaban para alimentar a sus dos hijos, pues el menor, Gonzalo García Barcha, había nacido hacía poco.  L
a pobreza había asomado otra vez por la casa de García Márquez, pero del hambre los salvaron las gestiones de Mercedes y la solidaridad de sus amigos.  Cuando el manuscrito estuvo culminado, con los últimos centavos de las diezmadas finanzas familiares, Mercedes logró enviar a la editorial la mitad de "Cien años de Soledad".

 Sus dos novelas anteriores también habían sido escritas entre los apremios del hambre y las injusticias de la pobreza.  Tal vez lo más notable de esa primera novela, "La Hojarasca" (1955) sea su prólogo, escrito sin que hubiera cumplido sus 29 años, en el que García Márquez sitúa el tiempo y el espacio de casi toda su obra: desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, y en "Cataca", como él y su familia le decían a Aracataca. O más específicamente en aquel pueblo perdido al que llamó Macondo en la humilde casa de sus abuelos.  Ese breve escrito, ampliamente ignorado, también menciona la que será una de sus obsesiones literarias: el fracaso del proyecto modernizador de los caudillos que liberaron a Latinoamérica del yugo español.  Los libertadores no construyeron una sociedad moderna y democrática sino que levantaron un mundo machista y feudal, remoto y supersticioso, injusto y fatalista, que luego sucumbiría a la influencia estadounidense. Un mundo que luego describiría con mucho detalle en "Cien años de Soledad". 

Su otro gran relato de juventud, antes de abocarse a su obra maestra, fue "El coronel no tiene quien le escriba" (1961), su novela corta que como ninguna otra refleja el hambre que su autor padeció cuando la escribió en París, donde García Márquez había decidido quedarse pese a que el periódico "El Independiente", para el que trabajaba y que lo mantenía a flote fue clausurado por una dictadura que gobernó Colombia por cuatro años.  Vivía como un mendigo y en una de sus notas de prensa escribió que una vez se reconoció en el pellejo de un indigente que caminaba por uno de los puentes que atraviesan el río Sena. 

"El coronel no tiene quien le escriba" tiene elementos reales de la historia de su abuelo, que esperó por su pensión como veterano de guerra casi toda su vida, y de su abuela Tranquilina, que en sus últimos años de vida, ciega pero clarividente como Úrsula, personaje en "Cien años", se obsesionó con el tema y dio cantaleta sobre la infructuosa espera y la injusticia del gobierno por no enviar la mesada. Pero ellos nunca padecieron el hambre que el autor vivió en carne viva en París.  Sobrevivió en Francia, volvió a Latinoamérica, donde trabajo en Venezuela, Cuba y Nueva York hasta que volvió a Ciudad de México, donde lo esperaba la gloria de "Cien Años de Soledad". Luego escribió "Crónica de una Muerte Anunciada" (1981) y "El Amor en los Tiempos del Cólera" (1984).

http://www.listin.com.do/las-mundiales/2014/4/18/318804/Garcia-Marquez-creador-de-un-universo-literario

domingo, 13 de abril de 2014

Unión cívico-militar que rescató a Chávez, hoy se afianza como Milicia Bolivariana


Foto archivo  
Caracas, 13 Abr. AVN.- El 13 de abril de 2002 Venezuela vivió una experiencia que pocos pueblos pueden contar con sus propias palabras. Dos días antes, un grupúsculo militar apoyado por poderosos empresarios, miembros de las cúpulas partidistas y gremios de trabajadores arrodillados a los intereses patronales, armó una conspiración que le sirvió, solo por algunas horas, para asaltar Miraflores tras secuestrar al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez.

Desde ese 11 de abril las cartas estaban echadas. Las cúpulas militares y demás jefaturas empresariales, mediáticas y gremiales habían tomado la decisión de aplicar el asalto al poder por la vía del golpe. Nuevamente, estos representantes de la cuarta república empuñaron las armas contra el pueblo, y sin meditarlo mucho lo asesinaron. Por su parte, los medios de comunicación privados limpiaban la escena del crimen y se encargaban de inculpar a todo lo que llevara la impronta del chavismo.

En pocas horas, su plan estaba concretado. Hasta la cúpula eclesiástica venezolana se prestó para acompañar el rapto del Presidente de la República, quien fue llevado hasta la isla de La Orchila, por órdenes del régimen dictatorial que minuto a minuto se apoderaba de los espacios de Miraflores y acababa con las instituciones, la Constitución y los Poderes Públicos del Estado.

La conspiración fue pública y notoria. Un periodista alardeaba en su programa matutino desde un canal privado diciendo: "tenemos nuevo presidente"; junto a él, los actores confesaban toda su actividad golpista durante esas horas, incluso, se enorgullecían de sus andanzas, y hasta ordenaban que se llevaran a cabo persecuciones y detenciones contra miembros del Ejecutivo, contra chavistas y se anunciaba, que el canal del Estado iba "fuera del aire".
Las primeras 48 horas fueron oscuras. Los medios apostaron por la desinformación y la censura. Sin embargo, los medios comunitarios y alternativos eran los únicos que informaban al pueblo lo que sucedía tras el asalto a Miraflores, mientras el pueblo, cansado de los programas para niños que transmitían todas las televisoras, comenzó a patear la calle, a hablar con el vecino, a buscar la verdad, y la consiguió.

Los líderes revolucionarios tomaron algunos puntos claves de la ciudad. El pueblo bajó de los cerros, se acercaron a las inmediaciones de Fuerte Tiuna y una multitud llegó hasta Miraflores a pedir el retorno del orden constitucional y de su presidente, Hugo Chávez.
La oligarquía en pleno había llenado todos los pasillos de Miraflores. Los protagonistas y ejecutores de la conspiración estaban presentes como si de una fiesta de alta sociedad se tratara. Dueños de medios de comunicación, dirigentes de la iglesia católica, representantes de los partidos políticos y, sobre todo, muchos empresarios se conglomeraban en la sede del Ejecutivo.

El autoproclamado "Presidente" Pedro Carmona Estanga, había disuelto todos los Poderes Públicos y de esa manera instauraba una peligrosa dictadura de ultraderecha que había suprimido las libertades y derechos del pueblo.

Militares valientes
Ya era 13 de abril, la representación más autóctona de la derecha venezolana celebraba a todas las luces el nacimiento de aquel régimen extremista. "Te queremos, Pedro", gritaban los presentes mientras se acababa con la República y se autojuramentaba el dictador más breve de la historia venezolana.

Al tiempo que todo este libertinaje se vivía en el Salón Ayacucho de Miraflores, con la ausencia del cuadro histórico del Libertador Simón Bolívar que se mantenía colgado en todas las alocuciones del presidente Chávez, pero que esta vez había sido quitado y tirado por los ocupantes temporales en una habitación, un grupo de militares patriotas y valientes, apegados al hilo democrático y a la Constitución Bolivariana, decidió acabar con aquella barbarie y cumplir la voluntad del pueblo, rescatar y hacer retornar al presidente Chávez.

Aquella heroica rebelión popular, consagrada entre civiles y militares, ahuyentó a los lobos, quienes despavoridos buscaban salir como diera lugar de la casa que el pueblo había encargado a su máximo líder revolucionario.
De aquella verbena que por horas hizo a la oligarquía lamer el regreso de la cuarta república, muchos lograron escapar y otros fueron apresados por efectivos militares de la Guardia de Honor Presidencial que siempre fueron leales a la mayoría chavista.
En pocas horas, entre la noche del 13 de abril y la madrugada del 14, la unión cívico-militar había alcanzado una victoria popular sin precedentes, el milagro se había hecho real, y el Comandante en Jefe, el Presidente de todos los venezolanos transitaba el camino del retorno, Chávez volvía a Miraflores, y con él, el histórico cuadro del Libertador al Salón Ayacucho.

Golpe barrido
"Hace ocho años hubo un acontecimiento que hasta donde sepamos no tenía precedente en la historia ni de América Latina, ni del Caribe, ni del mundo. Una especie de milagro ocurrió aquí. Un golpe fascista, con las naves de guerra del imperio yanqui ahí mismo (...) las cúpulas políticas, económicas, con todo su poder acumulado (...) un grupo de traidores que llevaron el uniforme glorioso de la Fuerza Armada Bolivariana coligados con la burguesía, con el imperio. Toda esa fuerza junta se lanzó implacable contra el pueblo venezolano, contra el Gobierno Bolivariano, y sin embargo, en menos de 72 horas el pueblo de Bolívar barrió aquel golpe fascista y al imperialismo yanqui y todas sus fuerzas concentradas en Venezuela".

Esas fueron las palabras expresadas por el presidente Chávez el 13 de abril de 2010 desde la avenida Bolívar en Caracas, cuando fueron juramentados 35.000 milicianos con motivo de la celebración del Día de la Milicia Bolivariana, del Pueblo Armado y de la Revolución de Abril.

Esa gesta histórica que rescató a Chávez y que sirvió para afianzar la Revolución Bolivariana, es motivo para que cada 13 de abril se celebre el aniversario del heroísmo cívico-militar que restituyó la República y abatió, en ese momento, las pretensiones de la derecha y del imperialismo de apoderarse de las riquezas venezolanas.
El 13 de abril fue declarado "Día de la Milicia Bolivariana" por Decreto Número 7.362, publicado en Gaceta Oficial 39.401.

Orlando Rangel Yustiz AVN 13/04/2014 11:43

Bastó un día para conocer cómo gobierna la derecha

Foto archivo  
Caracas, 11 Abr. AVN.- La derecha venezolana demostró el 12 de abril de 2002 su visión y  métodos de gobierno. Ese día, luego del golpe de Estado contra el pueblo y el comandante Hugo Chávez, el representante de los empresarios venezolanos, Pedro Carmona Estanga, se autojuramentó presidente, derogó la Constitución, cambió el nombre de la República, disolvió los poderes del Estado y se otorgó facultades para destituir gobernadores, diputados, concejales y legisladores democráticamente electos.
En paralelo a lo que ocurría en la casa de gobierno, sus aliados comenzaron una jornada de persecución a líderes chavistas en todo el país.

Funcionarios favorables a Carmona de los cuerpos de seguridad del Estado, apresaron sin pruebas y allanaron residencias, mientras civiles y autoridades de oposición, también partícipes del golpe, publicaban listas con los nombres de los chavistas "más buscados".
"Hacemos un llamado al pueblo en general. Si usted sabe de un chavista, denúncielo. Diga dónde vive, las autoridades irán a buscarlo", decía ese 12 de abril un periodista de un canal privado, como si se tratase de un servicio a la comunidad, recuerda el libro Golpe de Radio, de José Ignacio López Vigil, editado por la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (Aler), de la cual forma parte la red de radios Fe y Alegría.
Este libro cita el caso del allanamiento a la sede de la emisora comunitaria, Radio Perola, que transmitía desde Caricuao, en Caracas.

"Llegan los policías y echan abajo la puerta de la emisora. Lo golpean, lo vendan, lo arrastran hasta un carro, lo llevan a su casa. Ahí estaba su esposa y sus dos hijos. Un policía agarra por los cabellos a la mujer y la tira al piso.
-¡Chavistas de mierda! ¡Aquí tienen armas escondidas!

Ellos mismos plantaron un saco de balas en la casa y lo obligaron a firmar una declaración que habían escrito previamente. Si no firmaba, mataban a los chiquitos. Al reportero lo siguen pateando y se lo llevaron preso a la cárcel, por el delito de hablar", narra el libro.
Mientras esto ocurría, "Globovisión mostraba las imágenes de un grupo de opositores reunidos en La Carlota, en el aeropuerto militar, por donde imaginaban que Chávez escaparía. Ahí, en una pared, estaban escribiendo la lista de todos los diputados chavistas: Nicolás Maduro, Iris Varela, Juan Barreto, Luis Tascón... y luego encendían velas de muerto. Ustedes van a pagar por todo esto, desgraciados. Los vamos a buscar, aunque se escondan... ¡y van a descansar en paz!", se lee en el referido libro.

Los medios de comunicación acompañaron la cacería de chavistas, promoviendo mensajes de odio contra los bolivarianos al responsabilizarlos por los asesinatos que francotiradores contratados para el golpe cometieron contra 19 personas, el 11 de abril.
Varios periodistas y sus cámaras cubrieron la detención arbitraria contra el ministro de Interiores y Justicia en 2002, Ramón Rodríguez Chacín, quien se encontraba en su apartamento en el sector Santa Fé, en Caracas.

En su detención actuaron los alcaldes de Chacao y Baruta de entonces, Leopoldo López y Henrique Capriles, ambos militantes de Primero Justicia en ese momento.
El argumento para la detención era que el ministro tenía en su poder "armas de guerra", que se trataba de dos armas de fuego y también alegaron que tenía indebidamente en su poder un bien propiedad del Estado, que resultó ser un vehículo del ministerio del cual era titular, recuerda el periodista Ernesto Villegas, en su libro Abril golpe adentro.
A Chacín lo sacaron esposado de su residencia ante decenas de personas que lo golpeaban mientras le gritaban: ¡cobarde! ¡asesino!

10 años después de este suceso, Chacín, hoy gobernador del estado Guárico, contó en una entrevista concedida al periodista José Vicente Rangel, que "les hice ver el riesgo, el peligro que había para mi integridad física (de salir frente a la multitud); que la situación se iba a escapar de sus manos. Sugerí salir por otro lugar, el sótano; y la respuesta que recibí de Capriles, precisamente, fue que no, porque las cámaras estaban al frente del edificio", relató Chacín.

"Lo digo ahora con toda responsabilidad. Ellos me dijeron que no, porque las cámaras estaban frente al edificio. Ellos querían sacarme en frente de las cámaras, para exhibirme, no sé, supongo para vanagloriarse ellos, a pesar del riesgo", precisó.
Señaló que la multitud presente en los alrededores de su edificio, fue "convocada y arengada previamente (por Capriles y López), respecto a supuestos asesinatos que me estaban atribuyendo, acusándome de responsable".

Sin inmunidad parlamentaria
Villegas narra en su libro que el entonces diputado Tareck William Saab también fue apresado, en una acción violatoria a su inmunidad parlamentaria.
"La detención de Saab se produjo a la 1:30 pm (del 12 de abril). Un funcionario de la Disip le dijo: Por órdenes del Presidente Carmona, usted debe ir a una entrevista con el director de la Disip, general Ovidio Poggioli, para luego ir a hablar con el Presidente en relación a los hechos de ayer 11 de abril", indica el texto Abril golpe adentro.
Saab fue trasladado en una patrulla, desde la cual alcanzó a declarar: "Están violando mis derechos humanos. Mi casa con mis dos hijos y mi esposa fueron asediadas", dijo.
"Llamamos a varios medios –El Nacional, El Universal, Unión Radio...– para denunciar lo que estaba pasando. No me concedieron el más mínimo espacio. En unos pocos minutos la calle se llenó de gente con palos, con piedras, con cadenas. Vimos incluso vecinos que conocían a mis hijos y a mi esposa colaborando con los fascistas", relató Saab a los periodistas Rosa Miriam Elizalde y Luis Báez, autores del libro Chávez nuestro.

Asedio a la Embajada de Cuba
Ese día, una turba de opositores violentó la sede diplomática cubana, cortó los servicios de luz y agua de la residencia y destrozó los automóviles estacionados en las cercanías, lo cual constituyó una violación a tratados internacionales que establecen que los locales de la misión son inviolables y es deber del Estado receptor velar por su seguridad.
"Se van a atener que comer las alfombras", amenazó uno de los violentos que asedió la embajada junto al entonces alcalde, Henrique Capriles, quien penetró en la sede diplomática la tarde del 12 de abril, luego de apresar al ministro de Rodríguez Chacín.
Capriles entró a la embajada y alegó que lo había hecho par descartar que dentro no estuviesen lo líderes chavistas Diosdado Cabello, Cilia Flores y Nicolás Maduro.

Los más buscados
Un cable de EFE publicó en abril de 2002 la denuncia hecha por el Ministro de Educación en 2002, Aristóbulo Istúriz, quien declaró que el chavismo era víctima de una "cacería de brujas".

Su nombre y el de Freddy Bernal aparecían en la lista de los chavistas más buscados que difundía el antiguo canal, Radio Caracas Televisión, comprometido y partícipe del Golpe de Estado.

Istúriz convocó a una rueda de prensa en su casa el 12 de abril y fueron periodistas nacionales y corresponsales extranjeros, pero antes se dirigió a Radio Caracas Televisión (RCTV) para solicitar que lo sacaran de una lista de "los más buscados" que transmitían a cada instante por ese canal.

Lo recibió Eladio Lares, presidente de RCTV, y le prometió que iban a suspender esa nota televisiva. Istúriz se retiró confiado a su apartamento para atender a los periodistas que había convocado antes del mediodía. No había cámaras, ni microondas para transmitir en vivo. Prendió el televisor y la nota de "los más buscados" donde aparece él seguía transmitiéndose.

AVN 11/04/2014 19:34

La verdad sobre Venezuela: Una revuelta de ricos

La verdad sobre Venezuela: Una revuelta de ricos, no una "campaña de terror"

Foto archivo  
Caracas, 21 Mar. AVN.- Publicamos el artículo integro, escrito por el economista estadounidense Mark Weisbrot, para el periódico inglés The Guardian, este jueves, donde describe la situación vivida en Venezuela, que contrasta abiertamente con su propia percepción previa, resultado de su exposición a piezas informativas de medios de comunicación de habla inglesa.
En el texto denuncia la falsedad de la información del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, quien ha dicho que el gobierno venezolano lleva adelante una supuesta "campaña de terror" en contra de la población, aún cuando la realidad demuestra que esta campaña es realizada por sectores de la ultraderecha radical de la oposición con apoyo de Estados Unidos.

A continuación el texto:
Las imágenes forjan la realidad, lo que da a la televisión, los videos y hasta a las fotografías un poder con el que pueden cavar profundo en la mente de las personas, incluso sin que ellas se den cuenta. Pensé que también yo era inmune a los repetitivos retratos de Venezuela como Estado fallido en medio de una rebelión popular. Pero no estaba preparado para lo que vi en Caracas este mes: qué poco de la vida cotidiana parecía estar afectado por las protestas, la normalidad que reina en la gran mayoría de la ciudad. También yo había sido engañado por la imaginería mediática.

Grandes medios han reportado que los pobres en Venezuela no se han unido a las protestas de la oposición de derecha, pero esto es un eufemismo: no es solamente que los pobres se abstienen – en Caracas, son casi todos excepto pocas áreas como Altamira, donde pequeños grupos de manifestantes se meten en batallas nocturnas con las fuerzas de seguridad, lanzan piedras y bombas incendiarias y corren del gas lacrimógeno.
Caminando desde el barrio de clase trabajadora Sabana Grande hasta el centro de la ciudad, no hay señales de que Venezuela esté al borde de una "crisis" que requiera la intervención de la Organización de Estados Americanos (OEA), a pesar de lo que John Kerry diga. El Metro también trabajaba muy bien, aunque no pude bajarme en la estación Altamira, donde los rebeldes habían puesto su base de operaciones hasta que los sacaron esta semana.

Logré ver las barricadas por primera vez en Los Palos Grandes, área de clase alta donde los manifestantes sí tienen apoyo popular y los vecinos gritarán a cualquiera que trate de remover las barricadas – algo arriesgado de intentar (al menos cuatro personas aparentemente han sido asesinadas a tiros por hacerlo). Pero incluso aquí en las barricadas, la vida era bastante normal, excepto por algún tráfico fuerte. El fin de semana, Parque del Este estaba lleno de familias y corredores sudando en un calor de 32 grados – antes de Chávez, había que pagar para entrar y los habitantes, según me dijeron, estaban decepcionados porque a los menos acomodados se les permitía entrar de gratis. Los restaurantes siguen llenos en la noche.

Viajar ayuda a verificar la realidad un poco más, por supuesto, y yo visité Caracas principalmente para obtener información en el área económica. Pero vine escéptico respecto al cuento, reportado a diario en los medios, de que el desabastecimiento de productos básicos era la razón para las protestas. La gente a la que la escasez le crea más molestias es, por supuesto, los pobres y las clases trabajadoras. Pero los habitantes de Los Palos Grandes y Altamira, donde vi verdaderas protestas, tienen sirvientes que hacen cola para lo que necesitan y tienen el ingreso y el espacio para acumular algo de existencias.

Esta gente no está sufriendo – les está yendo muy bien. Sus ingresos han aumentado a buen paso desde que el gobierno de Chávez tomó control de la industria petrolera hace una década. Incluso tienen un gran apoyo del gobierno: cualquiera con una tarjeta de crédito (excepto pobres y millones de la clase trabajadora) tiene derecho a $3.000 por año, a una tasa de cambio subsidiada. Después, pueden vender los dólares seis veces más caros de lo que pagaron, en lo que suma un subsidio anual multimillonario en dólares para los privilegiados – y todavía estos son los que abastecen la base y a las tropas de la sedición.
La naturaleza de clase de esta lucha siempre ha sido cruda e irrefutable, ahora más que nunca. Caminando entre las masas que fueron a las ceremonias por el aniversario de la muerte de Chávez, el 5 de marzo, se veía un mar de venezolanos de la clase trabajadora, decenas de miles de ellos. No había ropas caras o zapatos de $ 300. Qué contraste con las masas descontentas de Los Palos Grandes, que tenían camionetas todoterreno Grand Cherokee de $ 40.000 portando el eslogan del momento: SOS VENEZUELA.

En lo que se refiere a Venezuela, John Kerry sabe de que lado de la guerra de clases está. La semana pasada, justo cuando me iba, el Secretario de Estado de Estados Unidos duplicó su descarga de retórica contra el gobierno, acusando al presidente Nicolás Maduro de fomentar una "campaña de terror contra su propio pueblo". Kerry también amenazó con invocar la Carta Democrática Interamericana de la OEA contra Venezuela, así como de aplicar sanciones.

Alardear sobre la Carta Democrática contra Venezuela es casi como amenazar a Vladimir Putin con un voto de la ONU sobre la secesión en Crimea. Quizás Kerry no se dio cuenta, pero apenas unos días antes de sus amenazas, la OEA votó una resolución que Washington introdujo contra Venezuela y le dio la vuelta, declarando la "solidaridad" del organismo regional con el gobierno de Maduro. Veintinueve países la aprobaron y sólo los gobiernos de derecha de Panamá y Canadá se aliaron con Estados Unidos contra ella.

El artículo 21 de la Carta Democrática de la OEA aplica ante la "interrupción inconstitucional del orden democrático de un Estado miembro" (como el golpe militar de 2009 en Honduras, al cual Washington ayudó a legitimar, o el golpe militar de 2002 en Venezuela, que tuvo aún más colaboración del gobierno estadounidense). Debido a este voto reciente, la OEA podría invocar la Carta Democrática más en contra del gobierno de Estados Unidos, por las muertes que causan sus drones a ciudadanos estadounidenses sin juicio, de lo que podría hacerlo contra Venezuela.

La retórica de "campaña de terror" de Kerry está igualmente divorciada de la realidad y como era de esperarse provocó una respuesta equivalente del canciller de Venezuela, que llamó "asesino" a Kerry. Esta es la verdad sobre las acusaciones de Kerry: desde que comenzaron las protestas en Venezuela, resulta que más personas han muerto de la mano de los manifestantes que de las fuerzas de seguridad. De acuerdo a las muertes reportadas por el CEPR (Centro de Investigación en Economía y Política) durante el último mes, además de los asesinados por tratar de remover las barricadas puestas por los manifestantes, por lo menos siete aparentemente han muerto debido a las obstrucciones creadas por los manifestantes – incluyendo un motorizado que se degolló con una guaya colocada en la carretera – y cinco oficiales de la Guardia Nacional han sido asesinados.
Respecto a la violencia por parte de cuerpos de seguridad, presuntamente tres personas podrían haber sido asesinadas por la Guardia Nacional u otras fuerzas de seguridad – incluyendo dos manifestantes y un activista que apoyaba al gobierno. Algunas personas acusan al gobierno de otras tres muertes por civiles armados; en un país con un promedio de más de 65 homicidios por día, es completamente posible que esta gente actuara por su cuenta.

Un total de 21 miembros de las fuerzas de seguridad están bajo arresto por supuestos abusos, incluyendo por algunos de los asesinatos. Esto no es una "campaña de terror".
Al mismo tiempo, es difícil encontrar una denuncia seria sobre la violencia opositora entre los más importantes líderes de la oposición. Según datos de encuestas, las protestas son rechazadas en gran medida en Venezuela, aunque se ven mejor afuera cuando son promovidas como "protestas pacíficas" por gente como Kerry. Las encuestas también sugieren que la mayoría de los venezolanos ven estos disturbios como lo que son: un intento de derrocar un gobierno elegido.

La política interna de la postura de Kerry es bastante simple. Por un lado, tienes el lobby cubano-americano de la derecha de la Florida y sus aliados neoconservadores gritando a favor del derrocamiento. A la izquierda de la extrema derecha, bueno, no hay nada. A esta Casa Blanca le importa muy poco América Latina y no hay consecuencias electorales por hacer que la mayoría de los gobiernos del hemisferio se molesten con Washington.
Quizás Kerry piensa que la economía de Venezuela colapsará y que eso llevará a algunos de los venezolanos no ricos a las calles contra el gobierno. Pero la situación económica en realidad se está estabilizando – la inflación mensual bajó en febrero y el dolar del mercado paralelo ha bajado drásticamente ante las noticias de que el gobierno está introduciendo una nueva tasa de cambio basada en el mercado. Los bonos soberanos de Venezuela tuvieron un rendimiento de 11,5% desde el 11 de febrero (el día que comenzaron las protestas) al 13 de marzo, el más alto rendimiento según el índice de bonos de mercados emergentes de Bloomberg. La escasez probablemente bajará en las próximas semanas y meses.

Por supuesto, esto es exactamente el principal problema de la oposición: la próxima elección será dentro de un año y medio y para esa fecha, la escasez económica y la inflación que han aumentado tanto en los últimos 15 meses se habrán aliviado. En este sentido, la oposición posiblemente perderá las elecciones legislativas, así como ha perdido cada elección en los últimos 15 años. Pero su actual estrategia insurreccional no está ayudando a su propia causa: parece que han dividido a la oposición y unido a los chavistas.

El único lugar donde la oposición parece estar ganando amplio apoyo es en Washington.
*Publicado en The Guardian, el jueves 20 de marzo de 2014.

 *Traducido por AVN.
Mark Weisbrot AVN 21/03/2014 11:48

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