Eramis Cruz
Es vocación del hombre por naturaleza querer hacer mejor el mundo, hacer
un esfuerzo por ser feliz, garantizar a los suyos un medio de vida digno. Hoy
por hoy millones de seres humanos viven sometidos a un estado de ignorancia y
miseria, carentes de los medios indispensables para la vida. Nadie podrá liberar
el hombre o la mujer oprimida, el ser humano se libera tan rápido como lo
entiende, tan pronto como toma en sus manos su destino, tan expedito como se da
cuenta debe pensar por sí mismo.
Uno debe pensar, hacer análisis y atreverse a llegar a sus propias conclusiones.
La persona que no piensa en lo que ha estado pensando tal vez no descubra la
basura que alquila el espacio de su cerebro. Nuestro cerebro es la computadora más
avanzada que el mundo conoce, todo lo que existe creado por el hombre es
producto del cerebro. Es una lástima que se desperdicie con repeticiones, trivialidades,
y otros ingresos propios de un sistema de sociedad netamente comercial. En pocas
palabras, mirar Univisión seis horas diarias: Despierta América, Novelas,
Familia Peluchi, Chespirito.
El estudio de la historia nos permite descubrir esta gran maravilla,
como hemos avanzado en este proceso evolutivo de la sociedad universal. Había
un tiempo cuando la rueda no existía, el hombre de entonces no sabía la
utilidad de la rueda. Se cree que la rueda apareció como instrumento mecánico
unos 5,500 años antes de Cristo. Hoy más que nunca la rueda sigue siendo de una
utilidad que le hace insustituible. Prácticamente todo lo que se mueve utiliza
un mecanismo rodante. Basta con pensar en el medio de trasporte sobre rueda y nos
daremos cuenta de la importancia de este
mecanismo, a pesar de lucir tan
simple.
Sin embargo, el hombre tiene un
gran obstáculo, es el otro hombre, aquel incapaz de entenderse a sí mismo,
incapaz de verse por encima del espacio donde otros le han puesto. Y pensar que
sin el trabajo del esclavo, la humanidad no hubiese llegado a este sitial. Sin
el trabajo de los hombres considerados libres hoy tampoco fuera posible la
existencia de este mundo tal como lo conocemos. Pero existe una sociedad
piramidal que deniega de estos aportes del hombre o la mujer simple, y
atribuyen el crédito del progreso a grandes líderes y científicos, solo por ser
pensantes, una parte del componente de las ejecutorias.
Es hombre o mujer, sin historia, camina con la manada, es uno más de los
miles que dan coloridos a las campañas de políticos oportunistas, esos que
hacen campañas electorales sin programas, ofrecen cambios sin contar los
recursos, esos que no tienen madre, ni padre porque son hijos de la mentira y
la manipulación. El camino para hacer libre a la gran mayoría de seres humanos,
se encuentra obstruido por quienes se niegan a darse a sí mismos su única puerta
de salida. Son los mismos que se arrodillan en las iglesias a pedir perdón por
nimiedades de la vida. Penden esperando que sucedan los milagros, a atinar el
premio de la lotería, el mismo número que jugaba su abuela. Se les encuentras
en los casinos adictos a la palanca de maquina traga dólares.
Ellos no son miembros de organizaciones colectivas, no tienen disciplina
para cumplir con algunas regulaciones. Son muchos y sin saberlo eligen a los
gobernantes, garantizan a la clase dominante su futuro de millonarios. Pertenecen
a una generación incriminada a obedecer a los caudillos. Así como a ellos, educaron
a sus hijos, transmitiendo la idea de que el mundo pertenece a otros, que las
decisiones colectivas son decisiones de otros, que los recursos naturales que
nos pertenecen a todos, son propiedades o privilegios de otros. Así permiten
que sean otros los que decidan por ellos.
En nombres de este montón de
gente se adhirieron los poderes, el poder económico, el poder político, y el
poder de Dios. El poder económico se vale de la fuerza de trabajo que ahora
incluye a la tecnología en todas sus expresiones para aumentar sus riquezas y
asegurarse el futuro de su “estatus quo”.
El poder político para utilizar
el Estado como un instrumento de mayor capacidad de poder y dominio,
especialmente los cuerpos armados, las
instituciones con capacidad para desarrollar grandes proyectos, y autorizado
para la aplicación de leyes y regulaciones manipuladas. Además, el Estado es un
recaudador de fondos económicos, que en vez de utilizarse para bien de la ciudadanía
son desviados hacia beneficios de particulares e influyentes.
El poder de Dios que en la tierra
es sostenido por el clero, ministros, teólogos y toda una estructura física de
control social desimanada por todas las comunidades para llevar el mensaje de
Dios los desposeídos y desheredados, pedirles que se resignen, que este mundo
es perverso, y que no vale la pena, que es mejor que esperen purificados por el
sufrimiento que proviene del pecado, que los ha manchado inclusive antes de
nacer. Presenta un Dios omnipotente, único e invisible, sedicente de adoración,
extremado en sus apremios a los buenos, pero inclemente con el pecador
merecedor del infierno.
Esta es la razón por la que el mundo está repleto de héroes, las
condiciones de control no es pura casualidad, más bien es causalidad que
proviene de la conspiración mejor disimulada por los sofismas creados por los
explotadores de la humanidad. Para proteger su pode crearon las Naciones
Unidas, el Fondo Monetario Internacional, El Banco Mundial, la Organización Mundial
de Comercio, en medio de ellos existe un gran conciliador, el Vaticano.
En una sociedad verdaderamente democrática se supone que los miembros de
esa sociedad desempañan en papel activo en defensa de sus intereses y a través de
sus representantes en los organismos de decisiones creando un balance a su
favor. Definitivamente este sistema no es funcional en los países subdesarrollados
con un bajo nivel educativo y sistema político corrupto, ejemplo Republica
Dominicana.