miércoles, 8 de diciembre de 2010
Reflexiones navidad y año nuevo
Eramis Cruz
El año que pasó fue muy diferente, el año que viene será mucho mejor y simplemente de un valor incomparable. Usted no está solo si piensa que muchas cosas de este mundo no están bien, aunque usted no fue quien las descompuso; como dice la canción, “un año que viene y otro que se va”. Y que tal si sumamos todos los años que vendrán y hacemos un plan bien coordinado, usando habilidades y experiencias y con destreza visualizamos lo que queremos en la medida en que evaluamos cada ejecutoria. Los recursos necesarios emanan de la cotidianidad en la que se producen y consumen tantos recursos sin balance positivo, un proceso que muchos pasan inadvertido. No más nos resta el dolor de cabeza de siempre, cómo nos relacionamos con los demás y cómo contribuimos mancomunadamente.
El respeto a la privacidad y el reconocimiento de los derechos de los demás son elementos fundamentales para la convivencia de una comunidad o país. Cuestionar todo aquel beneficio que con facilidad se nos ofrece o presenta debe ser un paso previo para evitar lo indebido que posiblemente perjudicaría a alguien o trae consigo tragedias personales o el rompimiento de la ley. La voz de tu interior y la observación del sentido común siempre resultan efectivos, cuando además se usa la intuición y el valor de la experiencia antes de tomar decisiones importantes requeridas de manera precipitada. Nunca acepte proposiciones que te niegan la oportunidad para la investigación y la reflexión según la fuente y los recursos utilizados por personas o corporaciones.
Vivir con limitaciones materiales no es sinónimo de infelicidad, mucho menos cuando las precariedades no son un motivo para la resignación y la falta de iniciativa. Aquel que siempre lee buenas fuentes del conocimiento y de la información valiosa desarrollará un sentido de seguridad en el intercambio comunicativo y el área de la documentación esencial para la toma de decisiones. El camino del éxito no está garantizado a nadie y aquel que no está dispuesto a tomar riesgos quedará confinado a las dudas y hasta al fracaso.
Incurrir en al fanatismo y la exageración, lo mismo que al dogmatismo religioso o filosófico, no es un buen recurso para quien le gustaría ser progresista y aportar nuevas ideas y proyectos, porque la verdad es siempre relativa y los factores que inciden sobre nuestras concepciones y creencias nunca estarán bajo nuestro control absoluto, aparte de eso, el cambio es la única constante de la vida, uno y el mundo cambia siempre, quiera el ser pensante o no, lo mismo en lo objetivo que en lo subjetivo, independientemente de las imágenes que se formen en nuestra cabeza. Si creer en lo que simplemente se ve es arriesgado, creer en lo que no se ve demanda de mayor esfuerzo e investigación.
Aquel que confiesa que no es político es un mentiroso inconsciente o un oportunista ingenuo que trata de escaparse a lo que considera un desafío para el que no está preparado. El hecho de no querer hacer sacrificios colectivos en torno a ideas revolucionarias o ejecutorias de cambios sociales, no necesariamente te excluye de los efectos resultantes de las realidades de un estado o país. La línea entre tus derechos y los derechos de los demás no existe sino para demostrar que los individuos no pueden vivir sin depender unos de los otros. Partiendo de este criterio, todos también tenemos derecho a la participación en los beneficios para los que nos hemos sacrificado colectivamente, o son un patrimonio de nuestros antepasados.
Las personas que desarrollan proyectos personales para alcanzar riquezas y bienestar, famas o conquistas que tiene como fin la utilización de otros seres humanos, sin hacer las justas contribuciones, carecen de integridad moral para vivir en un mundo sin riegos ni grandes consecuencias producto de la violencia y la confrontación.
Es ingenuo vivir rezando a Dios para ganarse el cielo, cuando en esta vida se vive indiferente al dolor ajeno, el mandamiento de “amad a tu prójimo como a ti mismo” demanda del cristiano mucho más de lo que puede ser concebido en un mundo determinado por los intereses antes que por los valores, por tal razón, no hay que recurrir a tantas algarabías, si en verdad quieres ganarte el mundo, el cielo será tu premio, si eso es en lo que crees.
No podemos afirmar con certeza si hay otro mundo después de la muerte, tampoco podemos negarlo científicamente, por tal razón, es una teoría que solamente cabe dentro de lo metafísico, sin embargo estar de acuerdo o no, no es motivo para negar el amor inherente a nosotros y a los nuestros, aquellos con quienes compartimos el hogar o el mundo que es una casa grande, para compartirse y mantenerse, no para destruirla a cambio de petróleo u otras bagatelas.
Este es un mundo hermoso, donde resplandece la vida, con eco tu voz cuando cantas con alegría y en tus ojos se reflejan los colores de las flores, o miran las montañas vestidas de nieve que complacen el movimiento de la brisa en la navidad, para que seas feliz, más allá de los límites de las ilusiones.
La reunión privada entre Kissinger y Pinochet en Chile
Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...
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