Eramis Cruz
Desde las playas, ríos, parques, el mismo territorio estadounidense, Ucrania, Siria, o Palestina, este 4 de julio marca una vez más, la historia con una lista de eventos trágicos, que mayormente son responsabilidad del sistema gubernamental estadounidense.
El desconocimiento empuja a muchos sanos ciudadanos a tomar la sartén por lo caliente, especialmente porque el pueblo de los Estados Unidos es mantenido con los ojos cerrados por la complicidad entre la prensa, los Servicios de Inteligencia, las instituciones fácticas, los poderes legislativos, y jurídicos. Nadie ve los cadáveres en la televisión, apenas se escuchan oraciones frívolas desde los púlpitos inaudibles de los templos. Dios sabe que las balas no discriminan entre niños, mujeres, minusválidos y señores de la tercera edad, funcionarios, ni trabajadores.
Miles de ciudadanos, residentes y migrantes, en esta nación continúan cayendo impactados por las balas de criminales, policías, además de mercenarios delegados a países en guerras ridículas, se han constituido en la pesadilla americana e internacional.
Las armas de guerra vendidas a cualquier persona en muchos estados, y la facilidad para darles uso en cualquier escuela, centro comercial, e inclusive, iglesias y hogares de la familia, es un flagelo que no debe continuar. Es la manifestación localista de la política armamentista de este país, y muchos otros gobiernos también.
No es un día para celebrar, sino para lamentar, y hasta para protestar por esa política criminal que busca vender armas y dominar naciones, para la continuación de la explotación de los recursos ajenos, con el fin de acrecentar la riqueza, desigualmente distribuida, y sin miramiento ético. Ucrania ya está convertida en la nueva Vietnam del siglo 21.
USA cuenta con los medios para avanzar en una dirección de respeto a la autodeterminación de los pueblos, y aceptando la pluralidad de todas las potencias, puede contribuir para mantener la paz mundial para el florecimiento de la democracia. Primero admitiendo que la democracia es un sistema imperfecto solamente de los Estados Unidos y sus países satélites, por tanto no puede ser impuesta a millones de personas que no la conocen, y nunca la han practicado, como Rusia, Japón, India, China y prácticamente todo el oriente; Ni siquiera el Reino Unido, específicamente Inglaterra y España, que no han renunciado al sistema monárquico.
Esconder la verdad al pueblo no es una táctica constitucional, ni una política consecuente. Poner por encima de la soberanía de los pueblos los intereses de las corporaciones, y el dominio imperial cueste lo que cueste, sólo sirve para agudizar la crisis económica de la secuencia de administraciones endeudadas desde el año 2001, bajo la dinastía de los Bush. No hay que ni siquiera pensarlo otra vez, antes de votar por ellos, o por ningún otro, venga de donde venga, que patrocine tal desastre para la humanidad. Patéticamente, sin los dos partidos mayoritarios, somos un pueblo acorralado. Con eso cuentan Donald Trump y el viejo zorro de los Bush.
Eramis Cruz, tuvo sus inicios en su país como líder juvenil y educador sindical. Reside en los Estados Unidos desde 1978. Es charlista, promotor social, y escritor dominicano. Trabajó para tres departamentos de la Ciudad de Nueva York por 23 años. Ha publicado ocho obras literarias y múltiples artículos en periódicos y revistas. Fungió como secretario general del Instituto Duartiano de los Estados Unidos, y como juez suplente de la Junta Central Electoral de ultramar. Actualmente está retirado del servicio público, es administrador de la Editora Pie de Amigo, y se desempeña como secretario general de la Asociación de Dominicanos de New London, Inc., Connecticut.
eramiscruz@gmail.com
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