lunes, 31 de octubre de 2011

El Gran Corruptor

http://www.acento.com.do/index.php/blog/2104/78/El-Gran-Corruptor-1-6.html



Era la primera legislatura del presidente Fernández, un entusiasta y dinámico secretario de Estado encargado de los análisis de la prensa y otros menesteres, almorzaba conmigo en Madrid en un restaurant vegetariano. Yo invitaba. En la conversación amena y amistosa, recuerdo que me expresó que de los dirigentes del PLD el que tenía más sentido político era el presidente.

Eso se me quedó grabado ya que reconocía en mi interlocutor una prolongada experiencia política. Cierto que la misma había sido, hasta ese momento, en la oposición. Pero desde allí también se aprende a conocer a los políticos y además hay que hacer aún, si cabe, más política, ya que casi la única arma de la oposición es la persuasión.

Mi amigo parece que tenía razón ya que con el paso del tiempo el señor Fernández Reyna ha demostrado tener buenas dotes para la política. Tanto así que reforzando el criterio ya citado, y hace apenas dos meses, un muy experimentado en cuestiones del poder, amigo mío, al que considero uno de los estadistas más sabios en cuestiones empíricas del funcionamiento del Estado en Santo Domingo, me hacía un símil en una conversación privada que cito de manera no textual:

"Leonel Fernández tiene las cinco cualidades necesarias para ser un buen pelotero: batea, atrapa bien la pelota, tiene un buen brazo, corre, y tiene vista para otear el campo y el juego del contrario. Esto lo extrapolaba a la política para señalar que tenía muy buenas condiciones para la misma. Pero, su problema es que se ha pasado de la raya...

Mi amigo, sabio, experimentado, que ha conocido y tratado de tú a tú a todos los gobernantes dominicanos, con excepción de Trujillo, y que a pesar de haber estado –como dicen en España-, montado en un coche oficial con chofer, desde que apenas tenía 21 años, y haber desempeñado puestos durante casi 40 años, en algunos de los cuales se hubiera hecho multimillonario, si fuera un corrupto, es apenas, a sus sesenta y pico de años, un señor de "clase media-media-alta".

No sólo esto sino que sigue siendo un gran defensor de lo público y de los bienes del Estado. Aunque nunca ha sido marxista, ni se ha llenado la boca de grandes frases sobre el socialismo, la lucha de clases, ni la liberación nacional. Mientras otros, con ese perfil "revolucionario" lo que han hecho es privatizar esos bienes y de paso hacerse con una fortuna personal.

Simplemente ese amigo es una persona formada en los principios de la búsqueda del bien común, de una política y economía humanista y, de que al Estado se va para servir los intereses colectivos y no los particulares (sean personales o de un grupo de adeptos o de adictos).Es, en dos palabras, un político ético, no es un santo caído en esta tierra de pillaje sino alguien que es muestra de cómo deben ser los políticos decentes, y de paso, que se puede ser político y ser decente a la vez.

Leonel Fernández era un marxista que citaba a Marx, a Poulantzas, aunque en esos escritos, leídos con la distancia que da el tiempo, tienen el aire de algo formalista, un ejercicio de escritura escolar, con citas incluidas, donde falta el impulso de la autenticidad, de lo que se asume vital e intelectualmente. Agradezco a la minuciosidad y al rigor de investigador y documentalista de José Antinoe Fiallo, a la par que a su generosidad, la remisión de algunos de esos trabajos en formato digital.

Leonel Fernández es un político que tiene cualidades para el ejercicio de ese "oficio", el de la política, tratar de negarlo es de tontos. Otra cosa es que tenga esas cualidades excelsas que incluso antes de ser elegido por primera vez se les atribuían. Hay que recordar que fue elegido gracias a Balaguer y a otros personajes que no cito, pero que están en la mente de todos y que también se declaraban marxistas. Esa alianza entre "marxistas" o marxofagos y Balaguer es un asunto que da materia para muchos análisis y para infinitas hipótesis de trabajo de análisis político y social.

Recuerdo que entre las amistades muy íntimas y queridas de mi familia hay unos que poseen un gran patrimonio, personas ricas y que como casi siempre ocurre, son de derechas y con una alta conciencia de clase (aunque ellos no lo sepan, ni falta que les hace). Eran balagueristas furibundos y como corresponde a ello, anti perredeístas iracundos, pues bien, me di perfecta cuenta del giro que haría Leonel Fernández y el PLD, antes de que lo ejecutaran, por el fervor Leonelista de esta familia.

¿El motivo para esa certeza? La derecha nunca se equivoca en su elección política. Una mujer y un hombre de derecha jamás darán su voto por error o por llevarse de una falsa imagen, por la persuasión o la manipulación informativa. Cuando una persona de derecha de verdad, es decir, la que une un ingente patrimonio y los valores propios de su estamento social, vota o escoge a un político como "suyo", es porque saben muy bien que éste es realmente de los suyos. Alguien que está en su esfera de influencia, un satélite al servicio de sus intereses, aunque también busque los suyos personales.

Esto es justamente lo que, al contrario, hacen las personas que viven de su trabajo o que intentan vivir del mismo, que están tremendamente estratificadas y divididas en función de sus ingresos, de sus lugares de residencia, de su nivel educativo, de sus ideas políticas o de sus percepciones de la sociedad y de sí mismos

                                               ***2/6***

Los sectores de asalariados, de trabajadores manuales o de otro tipo, de profesionales autónomos, no tienen esa unidad de percepción de su situación real en el mundo que tiene la gente de derecha. Están divididos por pequeñeces y sufren las consecuencias de su falta de sentido de identidad, de sí mismos y de los otros. Es la perfecta "masa de maniobra" de todos los politiqueros en busca de "idiotas útiles", es decir, de votantes acríticos y desmemoriados.

El señor Fernández Reyna confesó una vez a un amigo fraterno, que él aprendía rápido en el Palacio Nacional y como ocurre a la gente práctica como él –aunque venda su imagen de "conceptualizador" para consumo de distraídos o de interesados en aceptar, por conveniencia, ese estereotipo-, se buscó un "modelo" a imitar.

Obviamente, Juan Bosch no le servía. Para un pragmático educado en los esquemas del utilitarismo americano menos sofisticado, que emplea como elemento clasificador de personas, en 20 segundos, el binomio de opuestos de "winner" y "loser", don Juan Bosch era un "perdedor". ¿Y qué escalador de la pirámide política y social va a utilizar de modelo a un político que apenas se mantuvo en el poder unos escasos siete meses y que se fue del poder sin ninguna fortuna personal o familiar?

El modelo que era menester utilizar si se quería permanecer en el poder era el de dominicanos que hubieran permanecido en el mismo durante años. Los más próximos eran Trujillo y Balaguer. Sociológicamente hablando eran los que respondían más a la supuesta idiosincrasia dominicana o al llamado "carácter nacional" dominicano.

Más aún cuando con la emigración masiva de haitianos se tiende a una haitianización en ciertos aspectos de la vida social que no tardarían en llegar a la política y que tienden a acentuar las prácticas más nocivas de la politiquería de ambos lados de la frontera. Todo ello confluía en una acentuación del autoritarismo-personalista, el clientelismo, la compra vulgar de votos por un plato de comida, la distribución de regalos en ciertas fechas claves, el asistencialismo generalizado, la política del "dao" como sustituto de una política social racional.

La generalización de la corrupción, la patrimonialización del estado por un grupo minoritario pero muy cohesionado alrededor de su persona (el presidente), y unido a todo ello, el desprestigio sistemático de todo lo público y de lo estatal, percibido como elemento perverso, negativo, y apto solo para la privatización al servicio de los intereses de los que mandan (en lo político y en lo económico).

La falta de institucionalización de hecho es la consecuencia de todo ello, aunque se dicten leyes para poder citarlas ante los organismos internacionales, aunque sin la más remota voluntad de ponerlas en ejecución. Es la "modernización" en la versión de Leonel Fernández. Algo así como conceptualizar sobre las escuelas con ordenadores aunque en la realidad concreta nos encontremos que no hay energía eléctrica para los mismos.

La construcción de escuelas a cargo de programas de ayuda de la UE o de otros organismos, donde el funcionario internacional que va a supervisar la obra se encuentra que si habían pagado por puertas de metal, las mismas son de "playwood", que los lavabos y los inodoros no funcionan y, ante las quejas del mismo por esos hechos, el funcionario dominicano del organismo correspondiente le dice que deje eso así, que "la mafia" es muy peligrosa.

El funcionario internacional se va indignado –algunos, créanme, se toman en serio su trabajo-, se lo cuenta a su superior del organismo internacional y éste le dice que las cosas de este país son propias de Macondo, pero ahí queda todo, no se hace nada, y así sigue marchando la espiral de corrupción más impunidad, propia, esencial, del funcionamiento del régimen de Leonel Fernández.

Hay otros modelos para mantenerse en el poder que suscitan también su atención, además de los aportes criollos, básicamente de la "hiena" Trujilllo y del "zorro político" dominicano (Balaguer), como lo ha descrito Leonel Fernández en uno de sus últimos discursos. ¿Cómo olvidar siendo vecinos y teniendo entre un 10 y el 20% de población haitiana viviendo en el país, el duvalierismo?

Eso de los Ton Ton Macutes es demasiado "pesao" ("so heavy"), para aplicarlo, cuando uno aspira a ser reconocido como un demócrata y recibido como tal, aunque la democracia que se pone en marcha es un decorado de cartón piedra, una escenografía para calmar a los propios y narcotizar (aunque sea previo costosos lobbies, dádivas y sobornos, a los supervisores foráneos).

Pero siempre hay algo a retener y esa idea de "presidente vitalicio" no es de desdeñar, aunque se vaya a ella por etapas, en función de las reticencias que se encuentren en la sociedad nacional e internacional, hasta ver si se llega a la coyuntura favorable. Nunca se sabe, y además, si ganan los del "Tea Party", un gobierno autoritario y al servicio total de ellos, no sería visto como contraproducente en esta región del Caribe.

No hay que negar que otro de nuestros vecinos también puede ser una fuente de constante inspiración para los que se han puesto como meta la permanencia continuada en el poder. Más aún si uno –"pecadillos de juventud"- se haya declarado marxista y lo tenga por escrito. Los Castro: ¡Qué tentación! ¡Nada menos que 51 años de poder ininterrumpido!

Además, sin tener a un partido opositor como el PRD incordiando, sin sindicatos que estén pidiendo alzas de salarios, bajada de precios de la gasolina, sin un PRSC que aporta pocos votos y exige demasiados puestos, casi un puesto en el Estado por voto aportado. ¿Cómo no fascinarse, cómo no tener esa que llaman algunos "tentación totalitaria" ante esa muestra de saber permanecer en el poder?

Y por otra parte, allí, en Cuba, la Policía si funciona. No suelen robar y persiguen a los delincuentes. Los militares están con el régimen y no se dedican a actividades ilícitas y cuando lo hacen los juzgan, los encarcelan e incluso los fusilan, aunque sean antiguos camaradas y compañeros íntimos y de la misma procedencia social de los Castro, como los hermanos de la Guardia.

Pero claro, seguir el camino cubano no es práctico. Está mal visto. No lo recibirían en ciertos lugares de América y de Europa. La UE y otros le negarían ayudas. Y además, ¿para qué sirve el poder, con todo el desgate psíquico y físico que produce, si no se compensan tantos sacrificios con varias decenas de millones de dólares y de euros en cuentas suizas, en bancos americanos, españoles y franceses, en las islas inglesas de paraísos fiscales?

El modelo cubano no le sirve porque es válido para los que les interesa el poder por el poder, o porque creen que con él realizan sus sueños milenarios, porque se tiene devoción ideológica y nacionalista. Esas son cosa propias de "iluminados" y de gallegos transterrados con espíritu numantino y actitud tozuda. El poder está para lo que está, para gente de la estirpe a la que me refiero: para satisfacción personal, para obtener estatus social, para acumular riquezas, para ensalzar los egos y la vanidad personal. Y también para dar parte del botín a los que se declaren de palabra y de hechos seguidores incondicionales, fieles a seguir los caprichos, al menor rugido del "León".





                                              *** 3/6***

No olvidemos otro modelo a tener en cuenta. El amigo venezolano. Gracias a un tal Miguel que una vez se lo encontró semi perdido en Santo Domingo y le hizo un recorrido turístico salpicado de disgregaciones "marxistas-leninistas", Hugo, se hizo amigo del actual Embajador y Secretario de Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores, nombrado con el fin de que haga "los mandados" con el ya Presidente Comandante.

Ha sido tan eficaz en esas labores que hasta un periodista izquierdista, de esos "rockeros que nunca mueren", ha dicho públicamente que hay que alabar todo lo que ha hecho Miguel por la izquierda dominicana. Aunque sesudos investigadores siguen buscando que ha sido lo que ha hecho por ella, además de, según otras fuentes, desprestigiarla más de lo que está. Tarea, según otros, casi imposible.

Fuentes generalmente bien informadas –que no debo citar por deontología profesional, algo que se practica cada vez menos por los comunicadores en el régimen fernandista -, me dicen que una de las tareas cumbres en las relaciones dominico-venezolanas durante los gobiernos de Leonel Fernández fue cuando Carlos Dore se inventó y montó muy eficazmente, el llamado "Diálogo Nacional" –que muchos mal intencionados, agregan que ha sido un diálogo de sordos, por sus resultados a mediano y largo plazo.

Chávez se interesó por el mismo debido a que su puesta en ejecución le proporcionó a Fernández un valioso respiro político en un momento de muchos conflictos sociales en las calles dominicanas. El vivía allá una situación parecida y quería ver si utilizando ese formato desinflaba las protestas en Caracas. Presto, veloz y solidario, mi querido y entrañable amigo Carlos Dore iba a ceder al gobierno venezolano el "know-how" del Diálogo Nacional y se prestaban a enviar a Miguel a hablar con su "panita" Chávez.

En eso surge uno de los sabios políticos del régimen de Leonel Fernández, un ministro en ese momento todavía no era "ministro de Estado" como lo sería posteriormente, y dice que de ceder gratuitamente el "modelo del diálogo nacional", nada de nada. Que eso tenía un costo financiero que había que rentabilizar. Y así se hizo.

Se le informó a Chávez que la metodología tenía un valor económico. Quien esto escribe no sabe si el gobierno venezolano pagó o no por eso, lo cierto es que, pasado el tiempo los conflictos allí siguen, y más aún ahora que se acercan las elecciones.

La cuestión a reflexionar es: ¿Cuál es el acendrado interés que tiene Chávez en que Leonel Fernández siga en el poder en Santo Domingo? Nos entrega petróleo a precio político, por debajo de los precios del mercado. Cosa que se le han agradecido todos los gobernantes dominicanos, sea Hipólito Mejía sea Leonel Fernández. Ya tienen la propiedad de la Refinería. Existen en el país varios grupos pro la Revolución Bolivariana que propagan la bondad de su liderazgo, y ni el PLD ni el PRD, fomentan ni estimulan movimiento alguno activo contra el chavismo.

Sin embargo, Chávez se ciega con Fernández. Parece un "amour fou" inexplicable. Creo que nadie en el mundo ha tenido la osadía de proclamar y alabar como lo ha hecho Chávez a Leonel Fernández diciendo que es el continuador de Tavarez Justo, de Caamaño y de todo lo digno y decente que existe en nuestra historia patria.

De manera que, si se sigue un pensamiento lógico, uno no sabe ya si Leonel es un seguidor de Chávez o Chávez un seguidor de Leonel. Si ambos son iguales, aunque con estilos diferentes, o simplemente se trata de que Chávez esté mal informado, debido a que sus servicios de Inteligencia política están analizando pesimamente los datos sobre la situación dominicana. O existen intereses de otro tipo que son un arcano. En todo caso, las relaciones privilegiadas Hugo Chávez –Leonel Fernández, siguen siendo el secreto mejor guardado del Caribe.

No sería desdeñable que en vez de estar haciendo actos para enaltecer una de las raíces étnicas dominicanas, que son al menos de tres árboles diferentes y no de uno sólo, como cualquiera sabe, ciertos grupos pro chavistas se dedicaran si no a criticar al Comandante Presidente –cosa impensable en nuestra cultura política de lealtad a toda prueba a aquél que se erija en nuestro promotor o "sponsor"-, al menos, a informar al Embajador venezolano aquí, y a sus patrocinadores allá en Caracas, que el pueblo dominicano está un poco harto de que se inmiscuyan en su soberanía, aunque esta vez no sea el imperialismo yanqui quien lo haga.

Hay que fortalecer aún más las relaciones dominico-venezolanas, pero si el gobierno venezolano quiere cooperar con el pueblo dominicano debe invertir sus fondos en ayuda al desarrollo gestionada por una entidad independiente del Gobierno de Leonel Fernández y no dedicarse a subvencionar, presuntamente, la continuidad en el poder de un aliado a todas luces tímido, inestable y cambiante, como se ha demostrado en muchas ocasiones. Pero así como el sueño de la razón produce monstruos, los sueños del irracionalismo producen saltimbanquis políticos de actos impredecibles a la luz de la lógica.

Más le valiera a Chávez fortalecer las relaciones con el PRD, con Alianza País y con otros partidos serios, y viceversa, para asegurarse unas relaciones entre Estados sin traumas y que siga una continuidad sin sobresaltos entre los Estados venezolano y dominicano, sean cuales sean sus respectivos presidentes. Porque RD y Venezuela se necesitan mutuamente y está en nuestra tradición política mantener una relación cordial con el gran vecino sudamericano.





                                                ***4/6***

¿Hay otros modelos de continuidad y de permanencia en el poder que puedan haber suscitado el interés del pragmático presidente dominicano además de los señalados?

No tengo ninguna certeza pero otro amigo viejo, Pablo Mariñez, flamante embajador de la República durante el reinado de Fernández, por muchos años en México y ahora en Chile, un seguidor de Bosch de larga data desde sus años en Madrid, donde a través de él proporcioné a don Juan algunos libros de Marx y Lenin (en esos momentos de difícil localización en España durante el franquismo), que le sirvieron como fuente bibliográfica, entre otras muchas, para la redacción de los libros que Bosch escribía en Benidorm. Seguro que Mariñez le habrá informado a Leonel Fernández sobre las características de la bien llamada por Vargas Llosa " dictadura perfecta" del PRI.

Ese modelo fue complejo y fue evolucionando pero se basaba en la continuidad en el poder del PRI con la fórmula (que es rechazable para Fernández, sin ninguna duda), de que los presidentes no repiten y tienen un mandato de cinco años. La continuidad no está en el hombre está en el partido en el poder. En terminología de Gramsci, el "principe moderno" en México era el partido, el PRI, no el presidente de la República.

Para un cesarista como el presidente dominicano ese modelo no le conviene. En el esquema de Fernández el partido es él, el Príncipe, es él. El partido en su concepción profunda es un instrumento para ser usado y utilizado a conveniencia. Si no que le pregunten, en la intimidad y sin micrófonos, a Danilo Medina, que ha tenido que pagar y sigue pagando la osadía de retarle el puesto de candidato a Presidente y de líder del partido.

Si se hubiera seguido la fórmula del PRI quizás el PLD estuviera más tiempo en el poder del que los dominicanos nos merecemos, pero gracias a Dios, esto no entra en la obsesión política patológica por el poder de Fernández. Su lema político es "yo o el diluvio", "yo o el caos", "yo o que se hunda la isla".

Sería una gran injusticia negar que Leonel Fernández haya tenido la inteligencia política de renunciar a la herencia trujillista de la eliminación física de los opositores irreductibles. Trujillo, es sabido, tenía dos obsesiones, captar y nombrar a personas de cierta valía en los puestos públicos para de esa manera ganarse su lealtad política, y eliminar a través del asesinato a los que se resistían a servirle.

Balaguer fue en cierto modo más "populista" o populachero en materia de nombramientos. Obligado a ganar votos, aunque en última instancia necesitase el uso del fraude electoral para imponerse, las más de las veces, no se limitó al nombramiento de notables y personas de valía en los puestos públicos, ya que habiendo la posibilidad de ejercer una oposición –aunque en ciertos periodos con muchas limitaciones-, y estando la "clase política" dividida, tenía menos libertad de movimientos en materia de nombramientos, es decir, necesitaba "agentes electorales" venidos de sitios muy diversos y de diferente catadura.

Además, Balaguer servía a la clase dominante pero, a la vez, era característico de él, tener un cierto desprecio muy pequeño burgués, por la tradicional oligarquía dominicana y por los notables. Y junto a su casi incondicional política de servir a sus intereses se manifestaban sus rabietas de hijo de "clases subalternas", con sus expresiones del tipo: "Esta gente es insaciable, lo quieren todo".

Si se hubiera seguido la fórmula del PRI quizás el PLD estuviera más tiempo en el poder del que los dominicanos nos merecemos, pero gracias a Dios, esto no entra en la obsesión política patológica por el poder de Fernández. Su lema político es "yo o el diluvio", "yo o el caos", "yo o que se hunda la isla"

Rabietas que no tenían ninguna expresión política relevante, aunque es justo decir, que en muchas ocasiones ejerció un "bonapartismo político", que lo hacía creerse autónomo de los detentadores del poder económico. Y claro, cuando era necesario, se acudía al asesinato político selectivo, que sumando muertos alcanzó una cifra elevada. Fue nuestro versión criolla de Thiers post Comuna de París en la coyuntura post revolución de abril.

Balaguer captó para el Estado a parte de los notables conservadores, a algunos técnicos y políticos gestores de calidad, pero infló el aparato burocrático del Estado con una pléyade de inutilidades a todos los niveles, a los que, además, les pagaba una miseria en relación con el coste de la vida. Famosa es su frase que no necesitaba subir los sueldos de los servidores públicos "porque ellos saben cómo defenderse".

Una proclamación de su idea de un estado poco gastador, junto a una indiferencia absoluta y dejación de su responsabilidad como jefe de estado. Control del gasto y del déficit, por un lado, aunque era manifiesta su política de "dejar hacer" en materia de todo tipo de corrupciones: comisiones por obras, contratos a dedo, sobornos a cambio de resolución de gestiones administrativas, tráfico de influencia, robo de bienes públicos, etc. etc. Todo esto se ha copiado y magnificado durante los años de los gobiernos del señor Fernández.

Cuando Leonel Fernández habla de modernización administrativa, sus palabras son sensatas y certeras, cualquier técnico de organismo internacional la puede hacer suyas, repite, con su estilo, lo que se dice en el Banco Mundial, en la ONU, en la UE, en la OEA, lo que querría el Departamento de Estado. Buenas palabras no le faltan. También aquí no le tiembla al pulso al firmar leyes de carrera administrativa, de modernización y transparencia de la gestión pública, de persecución de la corrupción.

Sus actos, empero, son una continuidad de las peores prácticas del pasado, pero con un "aggiornamiento", una puesta al día porque los tiempos han cambiado. El gran mérito de Fernández ha sido decir: no se mata a ningún político opositor, mejor que eso, se le compra. Ya lo dijo el general Porfirio Díaz: No hay nadie que no sucumba a un cañonazo de un millón de pesos... o de diez.

Quizás no sabremos nunca si Leonel tiene como Balaguer un sueño de Gobierno que tuvo cuando niño, pero lo que si sabemos, es que en casi doce años de Gobierno ha tenido tiempo para realizar bastante de sus sueños. El balance de su gestión parece que se puede saldar con un notable o aprobado alto en materia financiera según todos sus apologetas.

La moneda dominicana no se ha derrumbado, todavía. Las macro magnitudes económicas crecen, y no todo ello es consecuencia del lavado de activos de procedencia dudosa, sino de la inversión directa en el país. Tanto es así que en un "delirium tremens" de fernandismo un seguidor ciego nos decía que todas esas inversiones se la debíamos a los viajes del Presidente y que era una mezquindad decir que esos viajes eran onerosos. Gracias a ellos teníamos tantas inversiones extranjeras directas.

Me contaron que un humorista político, al estilo de Álvarez Guedes, al oír ese comentario dijo: Chico, los dominicanos van a patentar el mejor invento de promoción de las inversiones extranjeras que se ha conocido, van a tener un Presidente volante que estará 365 días viajando por el mundo para obtener inversiones directas. El interlocutor le replico que eso era disparatado, además de muy caro, y el humorista le contestó: Que va, el gasto es una nadería, un séquito de 30 o 40 personas, aviones privados, suites como las del Ritz en Madrid o el Plaza en Nueva York, unas pequeñas compras en Dior, Vuitton, Armani, ¿qué es eso ante los miles de millones de dólares en inversiones que se esperan?

Y además, como el Presidente Dominicano es el eje de la economía y las finanzas, se suprimirían todos los entes económicos del gobierno, salvo un grupo de gestores en el ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (ates Técnico de la Presidencia). Si el Presidente es todo en materia económica, los ministerios económicos sobran. Chico, le darán el Premio Nobel de economía. Han descubierto la clave de bóveda del crecimiento sostenido...desde un avión ¡Qué grandes son esos dominicanos!

La ficción, a veces, se queda pálida ante la realidad, de la misma manera que la naturaleza suele imitar al arte.





                                                                ***5/6***



El "modelo" puesto en marcha por Fernández en la gestión estatal ha sido llevar hasta sus últimas consecuencias el clientelismo. En la primera legislatura se acusó al PLD y a su líder de ser unos "comesolos". A partir de esa experiencia se aprendió rápido y se rectificó en el sentido siguiente: nosotros comemos más y mejor, pero damos de comer a todos los que quieran o a todos los que nos interese.

La contrapartida es ponerse al servicio del Presidente, abjurar del PRD, ya que siendo este el único partido que en la realidad actual puede desplazar a Leonel Fernández, la consigna es tratar de quitarle todos sus activos políticos, y tratar de que en la masa de pequeñas notabilidades, más o menos izquierdistas, centristas y conservadoras, no puedan pescar, no logren conseguir seguidores o aliados, los perredeístas.

Es cierto que la alianza con el PRSC es muy cara. Estos políticos no se andan con remilgos de ningún tipo, cuanto me das si te apoyo. Nada de disquisiciones ni de palabras para encubrir la realidad. Queremos puestos, bien pagados, con mucha gente para poder nombrar, presupuesto para poder repartir hacia abajo y hacia arriba, y manos libres para hacer política. Es decir, comprar votos. Con ellos las reglas de juego son prístinas.

Más difíciles son las relaciones y las adquisiciones de personal de izquierda en sentido super amplio, es decir, desde aquél que "hubo una vez" que militó, simpatizó, cooperó, o tuvo alguna veleidad en un partido, movimiento, comité, asociación, centro, etc. que se tachara de izquierda. A éstos se les contacta con una persona de su misma procedencia política y no se les habla directamente de cargos sino de la gran ayuda que puede prestar en el proceso de modernizar, gestionar, hacer más transparente o más ética y eficaz la administración.

Una vez así ablandado se le habla del gran papel que puede jugar como director de, subdirector de más allá, asesor, e incluso de consultor nacional, internacional, lo que quieras...Como el Mercado de trabajo es reducido fuera del estado y estar sin ingresos fijos desgasta mucho. Ante la falta de perspectivas, acceden a cooperar: "Eso si, como técnicos..."

La consecuencia ya se sabe, es la llamada "revolución pasiva", no criticamos al poder, no escribimos contra el poder, no opinamos en público contra el poder...pero eso si, en el fuero interno: "Seguimos pensando lo mismo que antes" (¡sic!). Claro que eran los mismos que antes hablaban de la unidad dialéctica entre teoría y praxis y etc. etc. Si un pato nada como un pato, vuela como un pato, y croa como un pato, es muy difícil creerse que es, digamos, un águila, aunque se obstine en querer demostrar que si lo es.

Derecha, izquierda y villega y todo el que llega o quiera...o casi, es objeto de una operación de compra-venta. Esa es la política de reclutamiento del gobierno dominicano bajo Leonel Fernández. Y ello provoca un crecimiento desmedido del gasto público, un aumento del déficit, un alza del endeudamiento. Pero como la política entendida como politiquería de búsqueda de beneficios personales y grupales es lo primero, lo esencial para ello es mantener el poder, mantenerse en el poder, y después ya veremos cómo se va arreglando la economía.

En definitiva se gobierna por y para un tercio más o menos de la población, el resto, las clases peligrosas, la subclase, los depauperados, no interesan. Para ellos se montan comedores gratis, se les reparten alimentos básicos, se les da funditas, se le pone un sobre con varios cientos o miles de pesos en la mano y mañana ya se verá. Y si se rebelan, palo con ellos, o algo peor. Ya lo dijo aquél sabio chino, al pueblo hay que mantenerlo en la ignorancia y si trata de rebelarse garrote, esa es la regla de oro del arte de gobernar, de algunos.

Un fenómeno que no por sabido debe omitirse de cualquier análisis es la generosidad inmensa, saudita se podría decir, del Presidente. Si algo ha demostrado es que no peca por modestia. Le gustan las grandes obras. En materia de construcción, metro, paso a niveles, túneles. Nada de acueductos para puebluchos que nadie admira, nada de asfaltado de calles llenas de barro en barrios y pueblos que nadie visita, nada de construir miles y miles de modestas viviendas que hagan la vida menos penosa, por no decir, digna. Eso no es propio de quien aspira a la gloria perpetua y, además, y esto puede ser lo más importante, tampoco las pequeñas obras permiten una gestión más fluida de los activos y de las comisiones. La cantidad de dinero invertido y las comisiones son menos golosas. La gloria sí, pero a través de la "pasta".

El tiburón se moja pero salpica. ¡Y cómo!... La selección de los agraciados del régimen es amplia a derecha e izquierda. Hay familias muy de clase media tirando a baja que se han encumbrado en estos casi doce años de festival y despilfarro del dinero público. No es solo que hayan mejorado en función de su trabajo, ahorro e inversión inteligente, es que se han colocado en posiciones imposibles de lograr mediante tales vías como profesionales honrados en tan poco espacio de tiempo.

Simplemente debemos reconocer, con modestia y admiración, que el fernandismo ha parido centenares o millares de magos de las finanzas. Individuos y familias enteras que harían la envidia de muchos corredores de bolsa de Wall Street y del mismo Warren Buffet. Y todo eso gracias a una actitud: la adhesión sin reservas al gran timonel. Un gran mérito, sin duda, para enriquecerse al vapor.

Alguien me sacaba las cuentas de una familia ni rica ni pobre, más bien acomodada, que ahora ha colocado a toda la familia en el Estado: La madre, pongamos por caso, es una comunicadora muy conocida por sus criticas acidas a los gobiernos y que como consecuencia de ello recibe numerosos anuncios del estado y de agencias públicas, ello permite unas sumas elevadas de ingresos. Pero la cosa no se queda aquí.

El marido es un altísimo cargo, uno de los 28 viceministros de un ministerio cualquiera, la hija está destinada en una embajada con ingresos muy altos, admitamos que tanto como su coeficiente intelectual, lo que ocurre es que compatibiliza ese trabajo con sus servicios pagados a grupos económicos exportadores y a otros negociantes, otro miembro de la familia recibe en su empresa pedidos del gobierno sin concursos previos, es decir, a dedo, etc. etc.

¿Excepción o regla? Ese es el lugar común de muchas familias en el poder del fernandismo. El estado convertido en un medio de acumulación de riquezas. Por tanto en República Dominicana es más rentable ser político que ser empresario. Pero como la apropiación de los bienes y recursos financieros del estado no crean riqueza y ser empresario deja de ser un oficio rentable y los emprendedores no tienen muchas perspectivas, salvo que se enrolen a la maquinaria estatal, vamos rumbo al abismo.





                                                               *** 6/6***

“La maquinaria propagandística y de relaciones públicas del sistema de Fernández ha tenido como lema fundamental para justificar y tratar de manipular a la opinión pública y tener adormilada a las "clases medias", la consigna de la buena marcha de la economía nacional y el crecimiento económico de la República Dominicana”.

“Se pasa por alto que al abrir su economía al mercado mundial y disminuir las trabas a las inversiones extranjeras, reducir los impuestos a éstas inversiones, y permitir una liberalización de las repatriaciones de beneficios, en una coyuntura económica favorable para toda América Latina, como ha sido la de éstos últimos once años, era muy difícil impedir que nuestra economía creciera”.

“Habría que ver si se hubiera podido crecer aún más si no hubiera habido y sigue habiendo tantas coacciones a los inversores para que ofrezcan comisiones. Un tanto por ciento para la "alfombra roja", un tanto por ciento para el partido, un tanto por cierto para "mí"...Parece que ahora hay más sobornos que nunca antes”

“Lo dicho podría parecer exagerado si todo el mundo no supiese que esto es así. Salvo los que no se enteran de nada o los ciegos interesados en negar la realidad de las cosas, por puro interés”.










lunes, 17 de octubre de 2011

La no confidencialidad médica conspirativa contra el presidente

Eramis Cruz
Nos basta conocer una persona y en poco tiempo nos daremos cuenta de su posición política, al menos que uno sea de esos que pretenden de ingenuos con la frase de “no me importa la política” a sabiendas de que eso no se los cree ni la madre que les trajo al mundo. Luego uno les hoye refunfuñando el aumento de los impuestos o la carestía de la vida.
Muchos de nosotros no conocíamos el doctor Salvador Navarrete. De repente aparece diciendo que era parte del equipo médico del Presidente venezolano Hugo Chávez Frías en el Palacio de Miraflores antes de que le detectaran el cáncer que actualmente padece. Debió ser una persona de mucha confianza de Hugo Chávez, para permitir que este señor formara parte de un equipo de tres médicos que cuidaban de la salud del Presidente.
Los pronunciamientos del médico Navarrete con apariencia de estar bien documentados y publicados por la agencia internacional de noticias EFE, no son creíbles hasta tanto sean confirmados o desmentidos por los médicos que directamente han tratado a este paciente. No se trata de un paciente regular debido a su envestidura de presidente de este venezolano que muchos aman en su país y que una minoría odia hasta la muerte dentro y fuera de Venezuela.
Todos moriremos tarde o temprano, y nadie ha dicho que por ser presidente, rey o papa se esté excluido de ese destino final de todo ser animado. ¿Hasta donde es valedera la confidencialidad de un médico con su paciente? y ¿Cómo es posible que en las circunstancias políticas que rodean la situación médica del presidente venezolano que este médico se atreva a hacer conjeturas hasta con la esperanza de vida de este hombre que fue su paciente, según él, por años?
El doctor Salvador Navarrete dice que Hugo Chávez sufre de un tumor en la pelvis conocido como Sarcoma. Pero el doctor Navarrete es un hombre que traiciona lo principios de su profesión y demuestra ser un conspirador despiadado cuando no solo exagera un diagnostico que no le pertenece a él, sino a los actuales médicos del Presidente, sino que también declara que Hugo Chávez Frías  "es un hombre que ha sido tratado en el pasado por una enfermedad de tipo maníaco-depresiva”. ¿Y que busca este médico vociferando ese dato adicional? ¿Querrá decir que es la causa del cáncer que afecta el Presidente de Venezuela? Todos podemos ser tratados por tipos de enfermedades que ni poseemos.
Si usted fuera presidente de su país, ¿Tendría problemas con un médico personal como el Doctor Navarro? ¿No tendría el temor de que éste le inyectara un día la medicina equivocada? El juicio sería diferente al que enfrenta el doctor de Michael Jackson, pero la razón sería similar, la muerte por culpa de su médico personal.
Ningunos de nosotros somos tan idiota como el doctor Navarro, no porque le creamos equivocado, pero yo personalmente lo considero atrevido y conspirador y quien sabe cómo le beneficia personalmente su falta a la confidencialidad, su principios y a su juramento como galeno. No somos tan idiotas como para no reconocer que el Presidente Hugo Chávez no ha declarado su diagnostico médico completo debido a las implicaciones políticas y debido exactamente a los elementos como el doctor Navarrete, que están dispuestos a hacer más que lo imposible para perjudicar su administración.
No me cabe la menor duda de que Hugo Chávez ha sido mucho más valiente para dirigir el destino de su país, para declarar a todo el mundo que ejecuta una utopía que llama Socialismo del Siglo 21; fue mucho más valiente durante su secuestro por sectores conspirativos y conservadores de su país. Quien va negar que los grandes ricos venezolanos, que no llegan al 1% de la población tengan razones para odiar a Hugo Chávez. No lo odian las grandes corporaciones de Estados Unidos debido no solo por las expropiaciones ejecutadas por la administración bolivariana, sino por poner en riesgos grandes contractos de prestigiosas firmas y personalidades norteamericanas.
Ese odio hacia el Presidente Hugo Chávez Frías, se parece mucho al que sentía el extinto ex presidente Doctor Joaquín Balaguer de la República Dominicana por el Coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
¿De qué manera se hacen cambios importantes en un país sin tocar los grandes interese de esa clase de la alta sociedad que ejerce el control político en perjuicio de la gran mayoría de una país de 29 millones de habitantes como Venezuela? Por no hacer los cambios que demanda la sociedad para continuar el camino de la historia con éxito para todos, han fracasado las administraciones del PLD y del PRD en República Dominicana.
Hay gente difícil de entender, dice creer en la democracia, opone la democracia a otros sistemas políticos, pero entonces un gobierno como el venezolano, con un presidente electo múltiple veces por la mayoría no le merece respeto ni crédito alguno. Al final se puede concluir que el mayor problema de nuestros países es que mucha gente le tiene temor al cambio y la razón principal es porque le tiene temor al fracaso, y el temor al fracaso contribuye de manera recurrente para continuar fracasado. Es en base a esto que trabajan los grandes capitalistas que controlan la política como medio para controlar la economía que es su economía, agravando la exclusión de los pueblos.
Este es un proceso muy interesante, el que sucede en Venezuela. Hay muchos esperanzados en que la muerte acabe con Chávez lo más pronto posible, para no tener que asesinarlo como han hecho con muchos otros, no solo de América y no solo presidentes, como pasó con John F. Kennedy y Martín Luther King Jr. Parece que también este es el anhelado deseo de quien era el médico personal de Hugo Chávez, el doctor Salvador Navarrete. Es cierto que no hay más ciego que aquel que no quiere ver. Pero qué bueno que sabemos que le pasa al ciego que se deja guiar por otro ciego.
Si muere el presidente, Venezuela seguirá adelante, ya tiene un gran referente.

domingo, 9 de octubre de 2011

Singapur, la magia de pensar en grande

Luis González
http://www.listin.com.do/
Singapur, la Ciudad-Estado, con un territorio aproximado de 700 kilómetros cuadrados, es uno de los más pequeños del mundo, o sea, un enano, no obstante, en pensamiento y acción, es un gigante. Podemos conocer de la magnitud de Singapur leyendo su historia desde la independencia de Malasia en el 1965, hasta hoy, pero también podemos verlo expresado en los distintos índices mundiales que miden desarrollo, calidad de vida, innovación, donde en muchos casos, está en los primeros lugares. No obstante, cuando usted visita Singapur, cuando tiene contacto con la realidad, se da cuenta que se superan con creces todas las expectativas. Todo comienza desde el mismo momento que se aborda el avión de Singapur Airlines, considerada una de las mejores líneas aéreas del mundo, las atenciones, la calidad de los aviones, la puntualidad, son de primera clase, incluso para los que viajan en clase económica.

Luego de un largo viaje, pero placentero, se llega a Singapur por el aeropuerto “Changi”, que está en la lista de los primeros 5 del mundo en facilidades, esparcimiento y seguridad. En este aeropuerto, esperar es un placer que va desde un masaje gratis en los pies, cine, área de descanso donde puede dormir, hasta una piscina-bar. Cuando se sale del aeropuerto, se entra a un jardín, sí a un jardín interminable que es toda la ciudad de Singapur. Se propusieron ser “Ciudad Jardín” con tanta vehemencia, que lo plasmaron en su papel moneda de 5 dólares, para que en todo momento el pueblo recuerde que es una responsabilidad de todo.

Siendo un pequeño país, tienen uno de los mayores puertos del mundo, el mayor en movimiento de contenedores y trasbordo. Lo que allí se puede observar es sencillamente impresionante.

Por medio a la empresa “Keppel Offshore y Marina”, son líderes mundiales en la construcción y reparación de barcos y plataformas petroleras marinas. También está en los primeros lugares como centro logístico y como centro financiero mundial. Como si lo anterior no bastara, tienen también uno de los mayores centros de recreación de Asia y quizás el más original del planeta, se trata de “Marina Bay Sands”, con hoteles, restaurantes y un “Sky Park”, que está en la cima de tres grandes edificios, donde se ha simulado un parque tropical y desde donde los bañistas observan toda la ciudad mientras disfrutan.

Como testimonió Andrés Oppenheimer en su libro “Basta de Historias”, en Singapur existe una obsesión con la educación, por lo que en el papel moneda de 2 dólares, recuerdan a todos que sin educación de calidad, de alto nivel, no puede haber desarrollo.
En Singapur han logrado pasar del “Tercer Mundo” donde estaban a finales de los años 60, al “Primer Mundo” donde están desde hace mucho tiempo, gracias a que piensan y actúan en grande. Lee Kuan Yew, el padre de Singapur, se encargó de enseñar esa cultura desde que inició la transformación de su país.

Singapur no tiene nada, no tiene recursos, no produce casi nada de los alimentos que consume, porque hasta el agua tiene que exportarla de Malasia, sin embargo lo tiene todo, con un PIB per cápita que supera los 53 mil dólares, porque su liderazgo piensa y actúa en grande.

La magia de pensar y actuar en grande, ahí está el éxito de Singapur. La República Dominicana lo tiene todo, un territorio en el que cabe Singapur casi 68 veces, muchos ríos, recursos naturales, sin embargo no tiene nada, sólo pobreza y miseria que crece cada día, porque su liderazgo no piensa en grande. Podemos comenzar proponiéndonos no sólo superar el problema energético nacional, sino vender energía al planeta, sobre todo a estos países asiáticos que seguirán demandando cada vez más. Eso es pensar en grande, si lo visualizamos, lo logramos.

http://www.listin.com.do/las-mundiales/2011/10/8/206495/Singapur-la-magia-de-pensar-en-grande

La reunión privada entre Kissinger y Pinochet en Chile

Fuente: https://elpais.com/chile/2023-05-26/la-reunion-privada-entre-kissinger-y-pinochet-en-chile-queremos-ayudarlo.html?outputType=amp La ...