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No es un
instituto, no es de los Estados Unidos, ni está incorporado
Eramis Cruz
El Instituto
Duartiano de los Estados Unidos, Inc. ha vivido con un pecado original, el de tener
una cabeza muy grande para su pequeño cuerpo. Lo primero es que no es un
Instituto, para merecer ese calificativo necesita funcionar como tal y contar
con los recursos para lograr los objetivos por los que una organización se
clasifica como Instituto. Segundo, no es de los Estados Unidos, se trata de un
grupito de personas que no pasan de 10 miembros activos, los demás no cumplen
con los requisitos para ser miembros en capacidad de elegir y ser electos. Prueba
de eso es que cada dos años hay que hacer un acuerdo para permitir a los socios
pagar sus cuotas para estar al día y solo una organización que no se respete
puede utilizar tal práctica. Pero lo peor del caso es que hace mucho tiempo que
esa organización no está legalmente incorporada. Esta entidad que cree representa
a Juan Pablo Duarte en los Estados Unidos, desde su fundación no ha tenido un
local, o una oficina propia, excepto por muy corto periodo de tiempo. Eso
quiere decir que la institución no está en capacidad de aceptar fondo económico
del sector público ni privado, porque tener un local propio es un requisito
legal. La llamada Junta Directiva no es el organismo oficial supuesto a dirigir
el Instituto Duartiano sino el Executivo Board o Consejo de Directores. Hace
muchos años que ese organismo está muerto y ningún presidente ni directivo ha
puesto empeño en resolver tal situación. El señor Eulalio Fernández, doña Rosa
y Bienvenido Lara Flores, son las últimas personas y no sé si las únicas que
formaron el Board. Eulalio Fernández hace años que murió. El evento más
importante que realiza el Instituto Duartiano es la Cena de Gala, en la que
juramenta su nueva directiva, pero esa actividad deja la institución desprovista
de sus finanzas. La nueva presidente, Rafaela Martinó, es una bella persona, he
hablado con ella en muchas ocasiones, especialmente cuando yo era Secretario
General y puedo decir que es una de las buenas, sin ambiciones personales y
activa siempre, esperemos que pueda hacer un buen trabajo.