Eramis Cruz
¿Y entonces? Este año, en esta navidad, muchos estarán esperando por el
pastor. Pero nada, dice el señor que es mejor que sigan siendo pobres y
humildes que de ellos está hecho el reino del cielo. ¿Y entonces? Cuando hablamos de pobres nos referimos a los
pobres de espíritu también y de modo más especial. Según los buenos cristianos,
al escribir esto debo ser un mal cristiano porque admiro al Jesús humano, no a las
historias que le inventaron los grupos delictivos de quienes habla la Biblia y
quienes hablan en la Biblia. Un criminal no es solamente quien mata sino quien
transgrede injustamente contra su semejante.
Pues la navidad es para dar y dijo la madre Teresa de Calcuta que hay
que dar hasta que duela, fíjese en quien le duela sacar un buen monto de dinero
del banco, alguien que dé de lo que no ha robado. Dejémonos de pedanterías,
Jesús fue muy claro en este contexto. Para mí el rebaño del señor es este mundo
en el que vivimos, y es esta tierra la que tenemos que cuidar de la
contaminación y el crimen, de la corrupción política, pero los cristianos de
esta época tienen que ponerse las pilas para echar a los corruptos como Leonel
Fernández, Feliz Bautista, Vicho Castillo, Franklin Gutiérrez y a Nicolás de
Jesús Cardenal López Rodríguez, fuera del poder. México y Columbia también
tienen los suyos. Están acabando con el país gracias a la indiferencia de
tantos buenos cristianos que ya no les importa si al morir los mandan a la
gloria o al infierno, viven desmoralizados y carentes de memoria porque no
tiene otra que la santa Biblia.
Tengo mis razones, pero no son frustraciones, sino razonamientos que
dejan claro que hay muchos jugando a ser simples, acomodándose en una fe que no
demuestran en la práctica. Discriminan como muchos, son racistas como muchos. Viven como otros lo hacen, en la
misma rutina a las que fueron acostumbrados desde que lo bautizaron para que
fueran sirvientes del más sabio.
Dicen que cumplen una misión y salen a predicarles a los pecadores, no a
los pescadores de lo ajeno, y nadie les escucha en la trasportación publica, en
los autobuses, en las esquinas de las calles y las avenidas, en los templos
donde unos van a dormir y otros a cumplir una penitencia por una babosada de
beodos, o a ser creer que son poseídos por duendes y por eso hablan en lenguas
extrañas de santos y demonios.
Ya lo había dicho el nazareno que no basta con hablar hay que demostrar
que se hace lo se predica, de lo contrario nadie es tonto para seguir a un
oportunista que vende una ideal porque le conviene ganarse el cielo preocupado
por no ir al infierno si le niegan setenta veces siete el perdón, sea este un
párroco, un pastor de una iglesia del tamaño de una casita de muñeca o un
Cardenal como el amigo del gobierno dominicano y por ende enemigo de los
haitianos.
Si el señor hizo milagros pues hay que hacer milagros, aun sea a fuerza
de una acción dinámica, de un desafío en defensa de lo que se cree. Tal vez no
sea posible levantar inválidos de la silla de ruedas, pero podemos modificar
las aceras de las calles para hacerles la vida más digna, y podemos enseñar a
los ciudadanos a respetar el derecho al paso de los minusválidos.
No importa si un milagro se hace con trabajo, lo importante es el
resultado, la vida no es un juego mágico aunque si es maravillosa por
naturaleza. Si alguien dijo la verdad de las ideas de Jesús las fuentes fueron
descalificadas, es evidente desde que lo crucificaron y no fue por buena gente,
como muchos creen, sino por rebelde y firme de sus convicciones hasta la
muerte, caiga quien caiga y cueste lo que cueste, por eso lo elevaron al cielo
y lo secuestraron para siempre para convertirlo en un cuento de los reyes
magos. Una historia para los pobres, que serían tantos como las estrellas. Para
ellos el Padre Nuestro, para perdonar y sean perdonados como malditos
pecadores, y rogar por el pan de cada día. Quien tiene que vivir pendiente de
la comida no podrá ocuparse de sus demás cualidades, de las suyas ni las de los
suyos, es cierto que no solo del pan vive el hombre, también necesita de la
libertad para diferir de los cuentos fantástico tomados al pie de la letra
tantos por sacerdotes como por hechiceros.
Para qué perder el tiempo en un
plan definido como divino desde el principio de los siglos pero que solo
persigue dejar el poder en manos de los pocos de siempre que han disfrutado las
limitadas riquezas de la humanidad, de ahí las guerras y hasta las predicciones
fatales a una humanidad que se merece mejor suerte.
No soy partidario de que Dios permite ese tipo de anormalidad, no me
importa si está en la profecía o no, y no me importa si ese dios chino,
musulmán, dominicano, indio, ruso o japonés y muchos menos si es judío, sé que
Dios no es así, como nos lo han inventado estos oportunistas del oprobio y la desvergüenza.
La Biblia es un gran libro, pero como te salva te condena, todo depende de lo
que se interprete en ella, por eso ha sido más utilizada para perjudicar a la
humanidad que para ayudarla. Es el libro sagrado más cambiado de la historia a
pesar de ella misma decir que no se puede cambiar. No existe razón humana ni
divina para que Dios escriba con tantos errores, de los que se ocupan los
concilios. Claro que para el pobre ignorante que solo está sujeto a obedecer,
no ha ser obedecido, esos dogmas morales respecto a la conducta humana en medio
de la miseria por las carencias materiales
pues son de un alto valor, tan alto que no solo se vive por ellos también se
muere con la esperanza de ser lo que no fuimos en este espacio terrenal.
¿Qué no es bueno para alguien que nace de hecho condenado? ¿Que no haría
un creyente frente a un Dios dispuesto a tomar venganza de un pobre diablo que
ha de humillarse para ser reconocido ante un Dios de amor? Por un lado no eres
nadie, y por el otro te dicen que fuiste creado a imagen y semejanza de Dios.
Nada de eso se debe creer, debido a que todo está planteado desde una óptica
completamente humana, de sus paciones, sus debilidades, sus aberraciones y su
oscurantismo de hace siglos cuando la luz no era eléctrica en el hogar y los
rayos de las tormentas aterrorizaban a los hombres de las catacumbas.
Finalmente los centros del poder de la geopolítica se pusieron de
acuerdo con el Vaticano. Lo hicieron de la misma manera que lograron fundar el
Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización Mundial del
Comercio. Para eso previamente fundaron la Organización de las Naciones Unidas
luego que habían acabado con medio humanidad con dos guerras mundiales y dos
bombas atómicas a un país completamente vulnerable. Se pusieron de acuerdo sin
que nadie se diera cuenta y nos metieron a todos de consumidores y crearon su
propia filosofía, sea esta el desarrollo sostenible, los convenios de libre
comercio, o el imperativo de nuevas tecnologías para que nadie piense ni tenga
ideología. La informática ha de llagar a hogares, escuelas y universidades
desde los centros del poder productivo en manos de un por ciento de la
población mundial para ser asimilada por todos, maquinas y cerebros del
restante noventa y nueve por ciento.
La acción ha sido posible con el apoyo incondicional de todas las
iglesias y sus organizaciones en todos los países consistente en desposeer los Estados
de su capacidad para garantizar a los ciudadanos el bienestar general. Fue para
dar riendas sueltas a la inversión empresarial del sector privado monopolizado para
producir y consumir para enriquecer y creando tremenda brecha entre los que no
tienen nada y los que lo tiene todo.
Los teólogos van a la universidad y aprenden a vivir de su oficio, se
trata de hombres y mujeres y prácticamente todos apoyan a los peores gobiernos
del mundo obedeciendo a los acuerdos diplomáticos de sus iglesias o del
Vaticano.
Me permito ser irónico para enfatizar. ¿Y entonces? ¿Qué pasó con Dios? Nada, ya estaba en la
profecía. ¿No estaba en la profecía la primera y la segunda guerra mundial? Claro
que tampoco estaba, ni en jeroglífico, la fórmula para crear una bomba atómica,
ni como el mundo puede eliminar las hambrunas en varios puntos del globo. Definitivamente
el negocio de las religiones no es una buena inversión para sus fieles, aunque
ellos más bien resultan materia prima. Es como decir sacrifícate ahora y te compensaré
después que te mueras, pero mucho más tarde después que te mueras. Entonces si
hay tanta gente mala, debe ser porque es muy inteligente al saber que no se le
garantiza nada más que el infierno.
Solo nos resta la satisfacción de saber que este mundo se rige por
procesos muy específicos y que el cambio es su única constante, en tal sentido,
si la gente es guiada principalmente por lo que le interesa pues tarde o
temprano el reino de la oscuridad ha de caer como resultado de su propia
gravedad. Será misión de las generaciones del porvenir, las presentes no las
deja ver la ceguera por la venda que se ciñe sobre sus ojos.
Usted tómelo como mejor le convenga, le asiste el derecho de creer en sus
convicciones, pero los únicos que pensamos en Dios somos los humanos, y lo
relacionamos con lo desconocido principalmente porque objetivamente nunca lo
hemos visto sino bajo alucinaciones y sueños. Si sabemos que existe un
equilibro en el universo que tiende a perfeccionarse, pero eso no justifica que
se pueden inventar teorías para esclavizar por medio del temor a toda la
humanidad. “A otro perro con ese hueso”.
¡Feliz navidad para todos, claro que podemos hacerlo mucho mejor este año!